La verdad, no recuerdo que en la escuela me hayan hablado de Malvinas previo al 2 de abril de 1982. Pero, en 1982 tenía tan solo 6 años, y mi memoria no viaja tan atrás en el tiempo.
Para cerrar en notas la etapa previa al 2 de Abril de 1982, les dejo esta nota, del Diario El Norte del 7/4/2012.
Alfredo Palacios y la Causa Malvinas
En las primeras décadas del siglo veinte existía un relativo desconocimiento sobre el tema Malvinas, aun en determinados niveles de la burocracia gubernamental, dos incidentes lo demuestran, el primero ocurrido en 1919, debido a una queja del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Interior reprendió a la Policía de la Capital Federal por que había entregado una cédula de identidad a una persona nacida en Malvinas, donde se consignaba a Inglaterra en lugar de Argentina como nación de pertenencia. En 1927 un habitante de las Islas Malvinas, Juan Walker, solicitó su enrolamiento militar en San Julián provincia de Santa Cruz, las autoridades locales no supieron resolver el caso y pidieron instrucciones a las autoridades nacionales y éstas contestaron que se debía reconocer a Walker como ciudadano argentino.
En 1910 el año del Centenario de la Revolución de Mayo, un inmigrante francés que había adoptado la nacionalidad argentina, Paúl Groussac, entonces director de la Biblioteca Nacional, recopiló y sistematizó los manuscritos y publicaciones que halló en la institución, con la intención de fundamentar los derechos argentinos a las Islas Malvinas, el trabajo llevó como título “Les iles Malouines”, el autor presento su obra como un homenaje a su patria de adopción.
Paradójicamente la obra de Groussac estaba escrita en francés, solamente la dedicatoria estaba escrita en castellano, indudablemente la publicación estaba destinada a la elite gobernante de la época, para la cual el uso del idioma francés era una costumbre habitual, y además en esa época este idioma era el lenguaje diplomático por excelencia. Para Groussac, si bien había existido un despojo a través de un acto de fuerza, la cuestión podía resolverse pacíficamente a través de un arbitraje internacional, además consideraba que el arreglo del conflicto iba a contribuir a estrechar los lazos entre Argentina y Gran Bretaña, objetivo que para el autor francés era muy valioso.
Todavía en 1950 Julio Irazusta declaraba “hasta ahora el libro de Groussac es el mejor escrito sobre pleito anglo-argentino” (1), lo que era una manera de admitir el grado de desconocimiento que había sobre el tema. Para que la obra del autor francés se nacionalizara, era necesario transformar “Les Iles Malouines” en “Las islas Malvinas”, la iniciativa que demoró veinte años correspondió, al político y académico Alfredo Palacios.
Proyecto de Palacios
Con la finalidad de lograr una difusión social del tema “Malvinas”, el senador Alfredo Palacios en 1934 presentó un proyecto de ley en cuya larga fundamentación que duró tres sesiones parlamentarias se incluye a los dos incidentes mencionados anteriormente, el proyecto proponía la traducción de la obra de Groussac al castellano y cuya edición estaría a cargo de la Comisión de Bibliotecas Populares, también se le encomendó a dicha Comisión, hacer una síntesis del contenido de la obra y editar un compendio por separado. Las ediciones del libro se distribuirán gratuitamente en las bibliotecas populares y el compendio se distribuirá en los institutos de enseñanza de la Nación. El proyecto fue aprobado por unanimidad y se sancionó el 26 de septiembre de ese año, transformándose en la Ley 11.904.
Era la primera vez que el tema llegaba al recinto del Congreso nacional, el senador socialista integraba el ala nacionalista de su partido a diferencia de Juan B. Justo, su fundador que bregaba por el internacionalismo y la civilización europea. Por eso Palacios sugirió en 1914 llevar la bandera argentina a las manifestaciones públicas del partido.
Palacios creía que los imperios en algún momento iban a caer y que en cambio las nuevas naciones como Argentina iban a crecer, por lo tanto la conciencia popular sobre la justicia del reclamo de soberanía permitiría que éste permaneciera en el tiempo. Su nacionalismo se articulaba con la democracia y la defensa de los derechos sociales. Para el legislador socialista las islas eran argentinas aunque no dieran utilidades y aún cuando la Argentina en 1833, había sido una nación demasiado joven y débil para defenderla. Por lo tanto si los trabajadores merecían leyes sociales que los ampararan de los explotadores; las naciones nuevas requerían un orden internacional justo que las protegiera de las grandes potencias, ya que entre las naciones la jerarquía de metrópolis y colonias debía desaparecer.
Mapas
Alfredo Palacios seguiría militando en la causa Malvinas, y en 1937, por su iniciativa, se decreta la prohibición de imprimir mapas en las que no figuren las islas como perteneciente al territorio argentino. En 1939 se forma la Junta de Recuperación de las Islas Malvinas presidida por Alfredo Palacios que realiza una gran difusión pública sobre el tema y además convoca un concurso para elegir una marcha sobre Malvinas, siendo elegida la actual marcha de Malvinas cuya letra le corresponde a Carlos Obligado y su música a José Tieri.
El importante protagonismo de Alfredo Palacios, un político socialista, en la transformación de Malvinas en causa nacional en la década del 30 del siglo veinte, es demostrativo de la intensidad del viraje al nacionalismo que sufren las identidades políticas argentinas en la década del 30 del siglo pasado, así como de las raíces y los límites de ese viraje.
Notas
1) Irazusta J. Vida política de Juan Manuel de Rosas, Buenos Aires, Trivium, 1970, t 5. pag 61.
Autor: Santiago Gosa
http://diarioelnorte.com.ar/nota7708_alfredo-palacios-y-la-causa-malvinas.html