Acerca del mono
Una vez localizado el cohete, fue trasladado a la base de operaciones donde fue desarmado ante la expectativa de todos. Cuando se abrió la escotilla se encontraron con Juan en perfecto estado de salud, quien miraba a todos y movía las manos muy lentamente, un poco por el sedante y otro por el susto del viaje.
La alegría fue inocultable y el operario que lo había sacado alzó el pequeño asiento y, alzando las manos, fue mostrando a Juan al resto de los presentes. Todo el vertiginoso viaje duró en total 15 minutos.
Luego del viaje vivió durante más de dos años en el
zoológico de la ciudad de
Córdoba, siendo la principal atracción del mismo.
Su historia fue relatada en el documental
Juan, el primer astronauta argentino de Diego Julio Ludueña.
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Acerca del ratón
Belisario había nacido en el
Instituto de Biología Celular de la Universidad de Córdoba, con un peso de 170 gramos. Belisario fue seleccionado entre varias ratas más del laboratorio por ser la que más rápidamente se adaptó al uso del arnés y del chaleco. El lanzamiento se hizo el
11 de abril de
1967, a las 10 de la mañana, desde la
Escuela Aerotransportada de Córdoba.
2 Belisario iba en una cápsula acoplada a un cohete
Yarará.
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El experimento estaba a cargo del ingeniero aeronáutico
Aldo Zeoli, el vicecomodoro Cáceres, el comandante Hugo Niotti, el comandante Cueto y Ernesto Abril. Los aspectos biológicos eran responsabilidad del doctor Hugo Crespín.
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El cohete alcanzó una aceleración inicial de 20 G y una altura de sólo 2300 metros. abriéndose el paracaídas a los 28 segundos de vuelo. Los vientos llevaron la cápsula fuera de los límites de la pista por lo que debió ser rastreada desde un avión y recién cincuenta minutos más tarde, el ratón fue rescatado sano y salvo, aunque muy nervioso y con 8 gramos de peso de menos; durante el vuelo se registraron sus datos de respiración y cardíacos y también las temperaturas internas y externas.
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Belisario siguió viviendo en el Instituto de Biología Celular donde había nacido y fue padre de numerosas ratitas, las cuales, como era previsible, no tuvieron alteración alguna