El shockeante documento sobre la bomba A en Argelia.
Los documentos secretos muestran la extensión de los efectos radioactivos de los ensayos nucleares franceses en el Sahara a principios de los años 1960.
Es un mapa que causa escalofríos en la espalda. Clasificado como secreto de defensa por el ejército durante décadas, viene de ser desclasificado en el marco de la investigación penal activada por veteranos de las campañas de ensayos nucleares franceses (en el Sahara a principios de los años 1960, y luego en la Polinesia en los años 1970).
Por primera vez, el gran público descubre la extensión exacta de los efectos radioactivos nucleares de los ensayos aéreos realizados por Francia en el Sahara argelino. Sobre este mapa/carta, que nos develan hoy, las medidas del ejército francés muestran que, lejos de permanecer acotados al desierto, los efectos recubrieron toda África del Norte e incluso hasta el África subsahariana. Constatamos así que trece días después del lanzamiento de la primera bomba aérea francesa, la famosa Gerboise bleue, los efectos radioactivos alcanzaron las costas españolas y cubrieron la mitad de Sicilia!
Normas de radioactividad sobrepasadas en ciertos lugares
¿Cuáles eran las dosis registradas? En los documentos secretos, los militares aseguran que eran "generalmente muy débiles" y sin consecuencias. “Este fue siempre el sistema de defensa del ejército”, explica Bruno Barillot, especialista en ensayos nucleares. Es él quien analizó estos documentos desclasificados, obtenidos por las asociaciones que presentaron las denuncias. “Salvo que las normas de la época eran mucho menos estrictas que ahora y que los progresos de la medicina demostraron luego que hasta dosis pequeñas pueden activar, diez, veinte o treinta años más tarde, graves enfermedades”.
Otro descubrimiento, los militares reconocen que en ciertos lugares las normas de radioactividad fueron ampliamente sobrepasadas: en Arak, cerca de Tamanrasset, donde el agua quedó muy contaminada, y también en la capital chadiana de N' Djamena. “El mapa/carta de zonificación de los efectos de Gerboise bleue muestra que ciertos radioelementos eyectados por las explosiones aéreas, como el iodo 131 o el cesio 137, pudieron ser inhalados por las poblaciones a pesar de su dilución en la atmósfera, explica Bruno Barillot. Nadie ignora hoy que estos elementos radioactivos son el origen de cánceres o de enfermedades cardiovasculares”.
Un acceso restringido a los archivos
Las asociaciones de víctimas desearían obtener otras informaciones. “Pero por ahora, el funcionamiento de desclasificación no es satisfactorio, denuncia Bruno Barillot. A pesar del pedido de los jueces de instrucción, el ejército sólo comunicó archivos cuidadosamente seleccionados, en los cuales faltan un montón de datos. Hay que reformar el acceso a estas informaciones si se quiere conocer la verdad”. Una acusación refutada ayer por el ministerio de Defensa: “Los documentos han sido seleccionados por una comisión consultora independiente en la cual el ejército no participa”, explica el servicio de prensa del ministerio.
En cuanto a las nuevas informaciones sobre los efectos, el ministerio, no habiéndolos consultado, “no tiene comentarios” para hacer.
¿Francia deberá algún día indemnizar a las poblaciones argelinas? El asunto sigue siendo una espina diplomática entre los dos países. Varias veces, Argelia había amenazado a Francia de represalias, sin llegar a tomarlas. Si el Estado argelino no se mueve, la sociedad civil, se apodera del asunto. Juristas y abogados participan regularmente en coloquios para hacer reconocer las consecuencias de los ensayos en Argelia.
Le Parisien par Sébastien Ramnoux publié le 14.02.2014
El 13 de febrero de 1960, Gerboise bleue (Jerbo azul), la primera bomba atómica francesa, explota en el Sahara argelino.