El monstruoso cohete con el que Elon Musk quiere conquistar Marte
Desde que Elon Musk declaró hace años que planeaba desarrollar un cohete y una nave espacial para viajar a Marte la red se ha llenado de rumores sobre el próximo proyecto del dueño de SpaceX. Miles de aficionados se han dedicado a analizar cada palabra, cada conferencia y cada gesto del carismático magnate en busca de una clave que nos permitiese saber qué es lo que tiene en mente Musk. Como es lógico, el resultado es que la red se ha llenado de rumores, muchos de ellos contradictorios, sobre los planes de SpaceX. Musk no ha desvelado todavía cuáles son sus planes para viajar al planeta rojo, pero en las últimas semanas se han filtrado varios datos que permiten hacernos una idea de por dónde van los tiros.
Posible aspecto del BFR comparado con el Saturno V (izquierda). Y esta es la versión pequeña (NASAspaceflight,com).
Desde hace más de un año sabemos que SpaceX
está desarrollando un motor de alto empuje denominado Raptor y una nave marciana gigante apodada informalmente como MCT (Mars Colonial Transport) capaz de llevar a Marte una numerosa tripulación (algunos rumores apuntan a varias decenas o incluso a cien personas). Para lanzar este monstruo Musk quiere crear un cohete gigante que ha sido apodado como
BFR. El acrónimo -muy poco políticamente correcto, pero muy descriptivo- viene de
Big Fucking Rocket.
Los detalles sobre el BFR eran todo especulaciones hasta hace unos días, pero unas filtraciones del
foro L2 de NASAspaceflight.com con información de primera mano procedente de SpaceX sobre las características del cohete han desatado la locura en los medios. Según estos nuevos datos, el BFR tendría un diámetro de 15 metros (!) y una longitud de 120 metros. La nave marciana se conoce ahora con el original nombre de
BFS (Big Fucking Spacecraft) y su longitud es de 60 metros (!!). No está claro si la longitud del cohete incluye la nave marciana o no -se supone que no-, por lo que la altura del complejo en la rampa estaría comprendida entre 120 y 180 metros (el Saturno V del Apolo medía unos 110 metros de alto, pero tenía un diámetro máximo de ‘solo’ 10 metros).
La carga útil del BFR será de nada más y nada menos que de 236 toneladas, aunque, una vez más, los expertos no tienen claro si esta es la capacidad en órbita baja (LEO) del lanzador o la masa de la nave BFS una vez en la superficie de Marte (!!!). Si esto último es cierto, estamos hablando de una capacidad en órbita baja superior a las 300 toneladas y, por lo tanto, muy por encima del Saturno V, el cohete con mayor carga útil jamás construido, con una capacidad máxima de unas 130 toneladas en LEO. En la primera etapa llevará probablemente varias decenas -quizás hasta 27 o 30- motores Raptor o similares. Hasta ahora se había especulado con que el BFR pudiera tener una arquitectura similar al Falcon Heavy, con tres bloques en la primera etapa, pero parece que finalmente SpaceX se ha decantado por el diseño monobloque para la primera etapa.
Otros diseños hipotéticos del BFR (NASAspaceflight.com).
Por su parte la enorme BFS llevará el combustible -metano y oxígeno líquido- para
ir y volver del planeta rojo, incluyendo víveres para decenas de tripulantes y sistemas ISRU para fabricar el combustible a partir de las materias primas de Marte mediante la energía de un reactor nuclear. El diseño de la BFS no se conoce aún, pero dado su tamaño probablemente use su forma cilíndrica como cuerpo sustentador para descender en Marte y empleará retropropulsión supersónica para aterrizar,
un esquema ya sugerido en el pasado por la NASA.
De entre todas las dudas que le asaltan a uno al conocer estos números tan brutales, me quedo con dos. Primero, ¿desde dónde despegaría este monstruo? A primera vista podríamos apostar por la rampa LC-39A del Centro Espacial Kennedy y de hecho SpaceX ha anunciado que modificará la rampa para permitir lanzadores con una masa al lanzamiento que sea más del doble de la del Saturno V. No obstante, si el BFR es tan grande como sugieren las expectativas más optimistas, la rampa 39A no sería suficiente, por lo que se ha hablado de lanzarlo desde el océano, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia que ya tiene SpaceX en operar con sistemas en alta mar. Si finalmente despega desde el mar, el BFR terminaría siendo muy parecido al mítico proyecto
Sea Dragon, un lanzador descomunal de 163 metros de largo y 23 metros de diámetro propuesto en los años 60 para situar unas 500 toneladas en órbita baja.
Lanzador Sea Dragon de los años 60 (NASA).
La otra duda tiene que ver, naturalmente, con la financiación del proyecto. Puede que Musk sea millonario, pero es evidente que no posee la fortuna necesaria para sacar adelante este coloso en solitario. En resumen, ¿quién pagará la fiesta marciana de SpaceX?
PD: un servidor es miembro del foro L2, así que, de acuerdo con las normas del mismo, no puedo divulgar información de primera mano sobre lo que se publique en el mismo (algo que otros usuarios no han tenido escrúpulos en hacer). Espero que sepan perdonarme si no doy más detalles sobre el asunto.