Concédase la Medalla
"La Nación Argentina al Valor en Combate"
Reconociendo la actuación de ciudadanos, en la Guerra de Malvinas, por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria; que no se otorgó en su oportunidad debido a que las misiones cumplidas fueron recientemente desclasificadas.
Este proyecto de Ley fue aprobado por unanimidad el
26 de agosto de 2015 por la
Honorable Cámara de Senadores de la Nación y pasó con media sanción a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación para su tratamiento definitivo.
EXPEDIENTE Nº 700/14 (Cámara de Senadores)
EXPEDIENTE 83-S-15 (Cámara de Diputados)
El Senado y Cámara de Diputados,
PROYECTO DE LEY
Artículo 1º- Reconócese la actuación de los ciudadanos que luego se enuncian, en la Guerra del Atlántico Sur por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria.
Artículo 2°: El objeto de esta ley es reconocer el valor esgrimido en los vuelos de estrategia militar que la Fuerza Aérea Argentina ha desplegado a través de las operaciones de sus aviones Hércules, en misiones de exploración recientemente desclasificadas por dicha Fuerza.
Artículo 3º- Concédase la Medalla "La Nación Argentina al Valor en Combate" a los siguientes ciudadanos:
Brigadier Mayor (R)
Alberto VIANNA DNI 5.172.843
Brigadier Mayor (R)
Horacio Armando OREFICE LE 7.993.919
Comodoro (R)
Jorge Alberto VALDECANTOS LE 8.193.644
Comodoro (R)
Ronaldo Ernesto FERRI LE 4.154.843
Comodoro (R)
Rubén Oscar MORO LE 5.469.195
Comodoro (R)
Eduardo SENN LE 7.955.508
Comodoro (R)
Roberto Mario CERRUTI LE 7.693.509
Comodoro (R)
Walter Hugo VELIZ DNI 7.972.661
Comodoro (R)
Cristóbal Armando VILLEGAS DNI 5.534.938
Vicecomodoro (R)
Andrés Francisco VALLE LE 4.523.682
Vicecomodoro (R)
Hugo Alberto MALDONADO LE 8.124.251
Suboficial Mayor (R)
Julio Miguel DAVERIO DNI 5.863.742
Suboficial Mayor (R)
Juan Carlos LUJAN DNI 4.300.635
Suboficial Mayor (R)
Nicolás Carlos SEGOVIA DNI 10.173.063
Suboficial Mayor (R)
Jorge Luis CONTIGIANI LE 8.298.839
Suboficial Mayor (R)
Roberto Guillermo PUIG DNI 5.407.432
Suboficial Principal (R)
Pedro Esteban RAZZINI LE 6.519.921
Suboficial Principal (R)
Carlos Alberto BILL LE 5.209.429
Suboficial Principal (R)
Delfino FRETES DNI 8.299.530
Suboficial Principal (R)
Sergio Alberto TULIAN DNI 7.984.742
Suboficial Principal (R)
Oscar Alberto GATTO DNI 5.221.443
Suboficial Ayudante (R)
Carlos Domingo NAZZARI DNI 6.084.636
Suboficial Auxiliar (R)
Carlos Alberto ORTÍZ DNI 11.993.893
Artículo 4º- El Poder Ejecutivo Nacional procederá por intermedio del Ministerio de Defensa a la confección de las condecoraciones y de los diplomas de honor correspondientes.
Artículo 5º- Los ciudadanos indicados en el artículo 3º adquieren el derecho a participar en formaciones oficiales de su comando, unidad o subunidad independiente, aun después de haber sido desconvocados, dados de baja o retirados del servicio activo.
Artículo 6º- Los gastos que demande el cumplimiento de esta ley serán atendidos de Rentas Generales.
Artículo 7º- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En la iniciativa que presento, se propone reconocer la actuación de ciudadanos argentinos, que por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la soberanía de la Patria durante la Guerra del Atlántico Sur, les deberían haber concedido la Medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”, que fue implementada por Ley 24.020/1991 y modificada su denominación por Ley 24.161/1992; que por distintas circunstancias no se le otorgaron esta Condecoración en su oportunidad por las Leyes 24.229/1993 y 25.576/2002, debido a que las misiones que cumplieron no fueron de carácter público y se dieron a conocer las mismas, años después de finalizado el conflicto.
A nuestros compatriotas la Nación Argentina le debe el reconocimiento por la valentía y arrojo que tuvieron al protagonizar entre otras, distintas misiones de vuelo, apoyando significativamente a operaciones aéreas ofensivas con aviones Hércules C-130, al cumplir silenciosamente peligrosísimas misiones poco conocidas, de Exploración y Reconocimiento sobre el Atlántico Sur, para poder ubicar, en oportunidad, a los blancos navales y ser atacados con precisión.
Estos grandes aviones que volaban al ras del mar en búsqueda de unidades navales enemigas; quedaban a distancias de suma peligrosidad, al alcance de los misiles que en distintas oportunidades les lanzaron, como así también de las PAC (Patrullas Aéreas de Combate) integradas por dos aviones Sea Harrier, que según lo que informaban desde los radares de las Islas Malvinas, ingresaban por distintos lugares en persecución de los Hércules, debiendo éstos realizar maniobras evasivas para no ser alcanzados por el fuego enemigo.
En esas mismas circunstancias el día 1 de junio de 1982 fue derribado el avión Hércules C-130, matrícula TC-63 que cumplía esta arriesgada misión, siendo impactado por un misil y cañones, lanzados desde un avión Sea Harrier enemigo, donde perdieron la vida sus siete tripulantes, constituyéndose en el único avión de este tipo derribado.
Hace poco tiempo que se tiene conocimiento del cumplimiento de estas misiones, debido a las características de las mismas, aunque la lectura actualizada sobre los temas relacionados al Conflicto bélico de Malvinas, entre otros, lo que se menciona en el libro “Historia de la Fuerza Aérea Argentina” – Tomo IV – Volumen II “La Fuerza Aérea en Malvinas”, editado por la Dirección de Estudios Históricos de dicha Fuerza; como así también charlas, conferencias y reportajes radiales, hacen que ahora sean de dominio público y no podemos dejar de lado a estos hombres que con su valor en combate, defendieron nuestra patria ofrendando su vida por ella.
Estas misiones que se realizaban con estos aviones de gran porte, sin carga alguna y con sus tanques repletos de combustibles, eran un blanco fácil para ser abatidos por su gran tamaño y lento desplazamiento, llegando en muchos casos a tener que realizar maniobras evasivas a muy baja altura de vuelo, superando todos los márgenes de seguridad aérea.
Solo se pudieron llevar a cabo estas acciones de evasión del fuego procedente de los buques y de los aviones Sea Harrier enemigos que los asediaban en forma permanente, por el alto entrenamiento y valentía de sus tripulaciones.
Las misiones consistían en volar sobre el helado mar durante lapsos de entre 5 a 8 horas en un riesgoso vuelo rasante, para evitar ser detectados prematuramente y lograr acercarse a un punto determinado, evadiendo los múltiples radares enemigos. Llegando a ese punto, se aceleraba la velocidad al limite estructural, se elevaba la nariz del enorme avión para ganar altitud lo más rápido posible, hasta llegar a los 1000 metros, allí se aplicaban los “flaps” para dejar al avión suspendido en forma momentánea, como si estuviera “colgado”. En ese instante se encendía el radar meteorológico y se lo hacia funcionar solo unas “pasadas” frontales y “ver” si aparecía algún “eco” grande o barco enemigo.
Este riesgoso proceder, contrario a cualquier instinto de supervivencia básico tenía un objetivo, identificar a los barcos y de esta forma se obtenían las coordenadas exactas del blanco, se informaba al Comando que enviaba a los aviones cazabombarderos, para que lancen sus ataques en un lugar exacto del vastísimo mar.
Una vez enviada la información del sitio de la flota, el escape era la parte más arriesgada de la misión, prácticamente el Hércules se lanzaba en caída libre hacia el mar, intentando desaparecer de los radares que lo estaban “siguiendo”......, es el momento donde solo el coraje y el entrenamiento permiten manejar el temor a ser derribado por una respuesta inglesa, invisible e implacable.
Solo el radar de vigilancia aérea en las Islas Malvinas podía advertir la dirección en la que se aproximaban los Sea Harrier para interceptarlos, haciendo cambiar la dirección y altitud del lento Hércules, jugando un peligroso juego del “Gato y el Ratón” que le diera una salida de escape.
Al obtenerse los datos necesarios, aquí no terminaba la misión, la operación de “oteo” se repetía en algún otro lugar, buscando más blancos ciertos y rentables.
Cabe destacar que los ingleses en varias oportunidades reconocieron la valentía y arrojo de estos tripulantes de los C-130 a los cuales intentaron emboscar y derribar en muchas oportunidades, lográndolo solo una vez.
Estas riesgosas misiones de combate, utilizando un sistema criollo de Exploración y Reconocimiento, realizadas en las distintas operaciones, por el personal que se menciona en Anexo adjunto, fueron llevadas a cabo el día 27 de mayo de 1982 con el Indicativo PICHO, entre los días 28 y 29 de mayo de 1982 bajo el Indicativo LOCO, el día 30 de mayo de 1982, con Indicativo POLO y los días 31 de mayo de 1982 y 1 de junio de 1982 el Hércules derribado con el Indicativo TIZA, lo que pone de manifiesto el gran riesgo de estas operaciones aéreas.
Hubo otras misiones similares que no se han tenido en cuenta, que forman parte de esta presentación, por ejemplo la Interdicción Aérea, que se realizó con un avión Hércules C-130 entre los días 29 de mayo y 8 de junio de 1982, con el Indicativo TIGRE. Estas operaciones no solo consistían en detectar buques enemigos sino que también tenían que atacarlos descargándoles bombas que se habían dispuesto bajo sus alas con un sistema de puntería y tiro improvisados.
De lo expresado, surge el reconocimiento que se propone, nada más justo que valorar cívicamente a estos compatriotas que con su esfuerzo, valor, heroísmo y coraje, contribuyeron a defender, hasta perder la vida, nuestros Derechos Soberanos en las Islas Malvinas.
Por lo anteriormente expuesto solicito de mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de Ley.
Senador Roberto Gustavo Basualdo