“NO HAY QUIEN PUEDA"
Con este lema conductor jóvenes pilotos realizaron su primer Vuelo Solo en aeronaves IA-63 Pampa II surcando los cielos mendocinos
Por Lic. Laura Artuso/ Fotos: Gentileza IV Brigada Aérea
Hace 35 años, la plataforma de aviones de la IV Brigada Aérea de Mendoza, presenció el despliegue del Escuadrón A-4C a Malvinas para cumplir con el juramento de defender la Patria, escribiendo así páginas de gloria de la aviación militar argentina y fue precisamente el 9 de mayo de 1982 cuando los dos primeros, de ocho, de esos bravos halcones volaron a la inmortalidad.
Fue también un 9 de mayo, pero de 1988, el día en que tres IA-63 Pampa rodaron por vez primera la pista mendocina para comenzar el largo y exitoso proceso de reemplazar al querido y recordado Morade Saulnier en la tarea de formar pilotos de caza.
Y este 9 de mayo, ha sido la fecha elegida para celebrar el tradicional Vuelo Solo de los pilotos de caza de la Unidad. El 2017 fue el turno de los integrantes de la promoción 78 pertenecientes al sistema de armas IA-63 Pampa II, hito clave en sus carreras militares.
No sería un día más en sus vidas. Volar por primera vez, sin el acompañamiento de un instructor, luego de haber alcanzado todos los estándares de adiestramiento necesarios para cumplir este objetivo, quedaría grabado en sus alas por siempre.
Al finalizar el vuelo, los oficiales cursantes, son esperados por sus compañeros e instructores con una manta, para realizar la tradicional “manteada” elevándolos al cielo una y otra vez. Luego, reciben las felicitaciones de las autoridades y brindan con ellos por el éxito alcanzado.
La ceremonia
La plataforma del Grupo 4 de Caza de la IV Brigada Aérea fue colmada por oficiales y suboficiales de todas las unidades de la Fuerza Aérea Argentina, civiles y familiares que acompañaron y felicitaron a estas jóvenes promesas de la aviación de caza.
El jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, encabezó la ceremonia acompañado del inspector general de la Institución, brigadier mayor Héctor Ascazuri; comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier mayor Oscar Charadia y el jefe de la Unidad, comodoro Gabriel Bagatello.
La Banda Militar de Música, que dirige el capitán Gerardo Mancini, interpretó las estrofas del Himno Nacional Argentino dando comienzo al acto. Luego, el capellán de la Brigada, padre Sergio Tejada, pronunció una invocación religiosa y bendijo los pañuelos, escudos y diplomas de los oficiales cursantes que realizaron el Vuelo Solo.
Las palabras alusivas estuvieron a cargo del jefe de Grupo 4 de Caza, comodoro Claudio Loveira, quien destacó que “el logro que hoy nos convoca es un relevante paso más en la senda que comenzaran a transitar hace algunos años en nuestra casa materna, la Escuela de Aviación Militar, y que los acerca al sueño de vida de ser pilotos de caza de la Fuerza Aérea Argentina”.
“El Vuelo Solo es un día de júbilo institucional puesto que, para que el hombre y su máquina se amalgamen y puedan cumplir con una operación aérea, un innumerable proceso de tareas, recursos materiales y personal, se hallan en acción constante, apostando el granito de arena necesario e indispensable para que la Fuerza Aérea cumpla su misión".
“Celebren la vida y honren a nuestros ancestrales, valientes y patriotas, soldados de la nación argentina”, finalizó Loveira.
Y llegó el momento más esperado y emotivo esperado por los instructores, colocar los respectivos pañuelos y escudos a los flamantes pilotos que los identifican como tales, quienes luego, firmaron el libro de oro del Escuadrón IA-63 Pampa II.
Tras la Diana de Gloria que interpretó la Banda de Música y la ovación por parte de todos los presentes, los pilotos ostentaron orgullosos sus insignias. Finalizando la ceremonia con la marcha “Alas Argentina”.
A continuación, se invitó a todos los invitados a compartir un ágape en el Círculo de Personal Civil de la IV Brigada Aérea donde se entregaron presentes recordatorios de la celebración del Vuelo Solo.
En el brindis, un piloto representante de la promoción 78 perteneciente al sistema de armas IA-63 Pampa II brindó palabras alusivas: “Es en este momento cuando alcanzamos otro escalón de los muchos más que aún nos quedan. Es la oportunidad para agradecer a Dios, a nuestras familias y a cada uno de los que hicieron posible que nuestra meta, después de 7 años de soñarla sea alcanzada.
Hemos recibido no solo el conocimiento teórico y práctico, sino también la disciplina, el coraje, la lealtad y el deseo permanente de superación, para así poner en lo más alto de nuestro lema de "Ser Más" en nuestra profesión y en nuestras vidas.
Queremos destacar la labor incesante de nuestros instructores, que nos han ayudado a desarrollar al máximo las capacidades y han evaluado día a día este aprendizaje.
No debemos olvidar jamás que la formación de un piloto de combate se basa en la humildad y entrega, condiciones que cada uno de nosotros pretende alcanzar en su paso por el CB2.
Es nuestro objetivo seguir cumpliendo y demostrando la voluntad que tenemos, con inteligencia y sacrificio, para seguir creciendo y así forjar nuestra verdadera vocación.
Para lograrlo destacamos como lema conductor: No hay quien pueda".