No se me ocurre otra justificación para prejuzgar mas que una cuestión partidaria.
"El acuerdo por el correo fue el mejor acuerdo que se pudo lograr", bueno, eso. Después el gobierno dio marcha atrás.
"Usted se va a sacar una radiografía en La Rioja y se la va a poder analizar un hombre en Boston", dicho siendo Ministro de Comunicaciones.
El otro día lo vi decir que Clarin accediendo al cuadruple play va a mejorar la competencia. Su gestión estuvo marcada por la concenctración mediática y la devolución de favores al grupo Clarín. No me voy a meter con Arsat porque hay mucho debate en el mismo foro, pero ahí nombró a su yerno (qué se yo... huele un poco a nepotismo). No me gustaron estas medidas en general.
Escandalo por corrupción cuando fue interventor en Corrientes. Zafó porque termino proscribiendo la causa. Se habría embolsado 60 palos.
Así buscando rápidamente no veo papiros que lo dejen muy bien parado. Y el hecho que le den el Ministerio a un rádical (de cuyo ministerio viene de ser absorbido) y con estos papiros, me da la pauta.
Sí, el discurso K y más hacia las fuerzas armadas era horrible. Sí, desinvirtieron, eran hipócritas que hablaban de soberanía y dejaban decaer el último baluarte de ésta a niveles paupérrimos. De todos modos a nivel gasto fueron una continuidad, no un cambio. Cambiemos sí encaró de manera más pragmática y cordial la relación con las Fuerzas (por varios factores) y esto está bien. Pero si siguen desinvirtiendo, si sus guiños son hacia la integración/subordinación con Seguridad (ya asomaron algunos tanteos), y ni entremos en temas como Malvinas, Atlántico Sur y las relaciones con el RUGB, perdón pero a mí con la cordialidad con las Fuerzas no me alcanza. Y creo que justamente es con la entrada cordial que te pueden terminar engrampando a posteridad.
Dejemos de engañarnos, a ningún gobierno le interesó defensa desde la vuelta de la democracia, unos lo usaron como unos de sus contrapuntos para armar un relato pedorro y lo ningunearon y los otros los ven como un gasto molesto y anacrónico. Las designaciones a nivel gabinete y la asignación presupuestaria lo demuestran.