Hay medio una confusión entre lo que quiere Argentina y lo disponible en el mercado de los Mirage 2000.
En general, Argentina quiere comprar de gobierno a gobierno, sin ningún tipo de intermediación y con financiación del país proveedor.
En particular, los Mirage 2000-5 de Qatar o los Mirage 2000-9 de los EAU, y, como lo sabe la mayoría, no son de Francia, aún o tal vez nunca, en el caso de Qatar hablamos de 12 aparatos que convivirán con los 24 Rafale adquiridos mientras dure la entrega, estamos hablando de más allá del 2020; en el caso de los aviones emiratíes aún no hay un contrato firmado por supuestos 36 Rafale que vendrían a reemplazar a casi 60 Mirage 2000-9, extrapolando Qatar con EAU estamos hablando de una disponibilidad de esos aparatos, si se firmara la venta de los Rafale este año o el siguiente, mucho más allá del 2025. Y en estos dos casos el trato sería con Dassault y no con el gobierno francés, aunque este último participe, apoye, acerque financiación de la Coface y ofrezca una serie de ventajas.
Alguno podrá pensar que Francia se puede desligar de algunos aparatos de l’armée de l’Air, quizás con una orden de Emmanuel Macron lo hagan pero con las OPEX Chammal y Barkhane, con la salida de varios aparatos para modernización y con la tasa de disponibilidad actual del parque de cazas e interceptores, incluso los 2000N de la disuasión nuclear, no creo que hasta que esté la nueva Ley de programación militar que cambie la cadencia de entrega de Rafale, algún jefe militar acepte desprenderse de Mirage 2000 operativos. Sirve tener en cuenta el descabezamiento mediático del último jefe de estado mayor conjunto por ventilar las carencias de las fuerzas armadas más allá del ámbito de la Asamblea nacional y el Senado, y tal vez eso calle más voces en contrario, Jefe de Estado “mata” Jefe de Estado mayor.
Y yo no sé si la receptividad para este tipo de operaciones de la nueva ministra de Defensa (ministre des Armées) es comparable a la de JYLD, su predecesor, aunque con su cargo actual de canciller pueda participar en negociaciones de gobierno a gobierno, con su buena sintonía con los capos de Dassault.