Análisis
La llamada telefónica de Putin con Netanyahu pone fin a los ataques israelíes en Siria
Antes de la llamada del sábado, los altos cargos israelíes todavía estaban tomando una línea militante y parecía que Jerusalén estaba considerando una mayor acción militar.
Amos Harel 13 de febrero de 2018 12:15 p.m.
El presidente ruso, Vladimir Putin, puso fin al enfrentamiento entre Israel e Irán en Siria y ambas partes aceptaron su decisión. Esa es la conclusión aparente a ser alcanzada por la cadena de eventos este fin de semana pasado.
El sábado por la tarde, después de la segunda ola de bombardeos de la Fuerza Aérea de Israel contra objetivos sirios e instalaciones iraníes en Siria, altos funcionarios israelíes todavía estaban tomando una línea militante y parecía que Jerusalén estaba considerando una mayor acción militar.
La discusión de eso terminó no mucho después de una llamada telefónica entre Putin y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El anuncio oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso objetó la violación de la soberanía siria por parte de Israel e ignoró por completo el hecho que provocó la erupción: la infiltración de un avión no tripulado iraní en el espacio aéreo israelí.
En la conversación con Netanyahu unas horas más tarde, Putin le pidió que evite las medidas que podrían llevar a "una nueva ronda de peligrosas consecuencias para la región".
Los rusos también están preocupados por la proximidad de los bombardeos israelíes a los sitios donde están sirviendo sus soldados y asesores, incluida la base T-4 cerca de Palmyra, donde se bombardeó el puesto de control iraní desde el cual se disparó el misil antiaéreo.
El silencio después de la llamada de Netanyahu-Putin muestra una vez más quién es el verdadero jefe en el Medio Oriente. Mientras Estados Unidos sigue siendo el ausente presente de la región, las búsquedas continúan para una política exterior estadounidense coherente, Rusia está dictando la forma en que van las cosas.
Moscú ha invertido demasiado esfuerzo y recursos para salvar al régimen del presidente sirio Bashar Assad en los últimos años para permitirle a Israel frustrar su proyecto estratégico. Se puede asumir que mensajes de esta naturaleza fueron transmitidos durante la llamada telefónica con Netanyahu.
Esto no significa que Israel no tenga sus propias fichas de negociación, solo por su capacidad para enviar a la arena siria a otro giro dramático, pero es dudoso que Netanyahu esté ansioso por enfrentarse a los rusos. Su enfrentamiento con los iraníes es suficiente.
Una rara vulnerabilidad expuesta durante un día por lo demás exitoso para la IAF que permitió el golpe en el F-16 proporcionó a los iraníes y sirios su gran logro propagandístico.
La tripulación del avión que fue atacado fue dejada relativamente expuesta a gran altitud de una manera que permitió la sorpresa golpeada por el misil.
Desde la perspectiva de Irán, fue un éxito impresionante en la primera operación que los Guardias Revolucionarios llevaron a cabo en esta región por sí mismos, sin depender de emisarios como Hezbollah y las milicias locales.
Este éxito se tradujo inmediatamente en un intento de establecer un nuevo equilibrio de poder mediante declaraciones que ya no permitirían a Israel realizar ataques aéreos en Siria a su antojo.
El área que rodea el campamento de Assad sufrió graves daños por los bombardeos del fin de semana, y casi la mitad de las baterías de defensa aérea del ejército sirio fueron destruidas. Pero parece que desde la perspectiva iraní y siria, la importancia simbólica de derribar un avión israelí compensa esto.
Durante el fin de semana se establecieron otros dos precedentes: Irán lanzó un avión no tripulado al territorio israelí e Israel atacó un objetivo iraní tripulado en territorio sirio. Israel cruzó así una cierta barrera psicológica, después de meses de amenazas públicas (y aparentemente excesivas) para detener el afianzamiento iraní en Siria.
Pero ahora se avecina una nueva prueba: si Israel no permite que los envíos de armamento avanzado sean llevados a Hezbollah en Líbano vía Siria, ¿qué hará la próxima vez que se establezca ese convoy, después de que el enemigo haya demostrado su capacidad de ataque y amenazó con que el próximo ataque israelí conducirá a una escalada amplia? Incluso si suponemos que la próxima vez, los aviones de la IAF se embarcarán en su misión con una protección más amplia, está tomando un riesgo calculado.
Los ataques aéreos en el norte fueron parte de lo que las Fuerzas de Defensa de Israel llaman la "guerra entre las guerras", destinada principalmente a socavar los esfuerzos de organizaciones como Hamas y Hezbollah para empoderarse.
Cuando presentó el informe anual de inteligencia de las IDF el mes pasado, el Jefe de Gabinete Gadi Eisenkot planteó la posibilidad de que los muchos éxitos de las FDI durante estas campañas interinas podrían empujar al enemigo a intentar responder de una manera que podría llevar a la región al borde de la guerra. Eso es esencialmente lo que sucedió durante el fin de semana.
Aunque parece que las cosas se están calmando, en retrospectiva parece que llegamos a un peldaño de un tobogán de la guerra. La evaluación del establecimiento de seguridad es que, aunque esta ronda de enfrentamientos ha terminado, otro enfrentamiento con Irán es solo cuestión de tiempo.
A la derecha, uno comienza a escuchar ideas raras sobre el establecimiento de un nuevo orden regional; acabemos de dar una lección a los sirios y podremos atacar directamente a los iraníes, incluso en su territorio. Pero estas son ideas peligrosas que Israel evitaría mejor. En este vecindario difícil, Israel debe mostrar fortaleza y determinación, pero no se atreve a caer en ilusiones acerca de la fuerza militar ilimitada. Parece que el liderazgo en Jerusalén entiende esto.
Original: https://www.haaretz.com/world-news/europe/.premium-putin-s-call-with-netanyahu-called-time-on-israel-s-syrian-strikes-1.5809118
Traducción:
https://translate.googleusercontent...700201&usg=ALkJrhhIXLGV4jRprhWfxGVOsXK1SX4z5A
