Las recientes hostilidades entre las fuerzas sirias y estadounidenses podrían ser un punto de inflexión
Las tropas de Damasco y sus aliados respaldados por Irán parecen estar cambiando hacia una confrontación frontal con los ocupantes estadounidenses.
Robert Inlakesh es analista político, periodista y realizador de documentales que actualmente reside en Londres, Reino Unido. Ha informado y vivido en los territorios palestinos y actualmente trabaja con Quds News. Director de 'Robo del siglo: la catástrofe Palestina-Israel de Trump'.
@falasteen47
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó ataques aéreos en varias posiciones en el noreste de Siria el mes pasado, luego de que Washington anunciara la muerte de un contratista en un ataque con aviones no tripulados.
Lo que siguió fue una respuesta sin precedentes del Ejército Árabe Sirio (SAA) y las milicias aliadas, bombardeando posiciones estadounidenses durante todo el día siguiente. Este intercambio de fuego marca un punto de inflexión en el conflicto entre los dos bandos.
El 23 de marzo, el Departamento de Defensa de EE. UU. afirmó que un dron de origen iraní había atacado a las fuerzas estadounidenses estacionadas cerca de al-Hasakah en el noreste de Siria, matando a un contratista estadounidense e hiriendo a varios miembros del servicio. Posteriormente, se lanzaron aviones de combate F-15 desde Doha para atacar a los grupos de milicianos aliados de Irán en la provincia de Deir ez-Zor en Siria.
En los últimos años, ha habido varios intercambios entre grupos de milicias aliadas de Estados Unidos e Irán en el este de Siria. Sin embargo, estos rara vez resultaron en bajas estadounidenses y las breves escaladas fueron controladas.
Lo que cambió después de los ataques de EE. UU. el 24 de marzo es que hubo un intenso fuego de respuesta no solo de las milicias alineadas con Irán en Deir ez-Zor, sino también de la propia SAA. Varias bases estadounidenses fueron atacadas en la respuesta, que se dirigió principalmente a las fuerzas estadounidenses alrededor de los campos petroleros de al-Omar, infligiendo lesiones cerebrales traumáticas a seis soldados estadounidenses, según el Pentágono. Durante un viaje a Canadá al día siguiente, Joe Biden comentó que Estados Unidos “no iba a parar” cuando se le preguntó sobre las represalias contra Irán por el intercambio en Siria. “Estén preparados para que actuemos con fuerza para proteger a nuestra gente”, dijo.
Más tarde se supo que la administración Biden había movido uno de sus portaaviones, el USS George HW Bush, más cerca de Siria, lo que, según explicó la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, se debió al “aumento de los ataques del [Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC)]- grupos afiliados que apuntan a nuestros miembros del servicio en toda Siria”. Lo que esto representa, independientemente de cualquier acción que Estados Unidos pueda tomar en el futuro, es un cambio estratégico en la ecuación establecida por Siria y sus aliados en el este de Siria. Una fuente iraquí con conocimiento íntimo de la situación afirmó que había sido una “orden de matar ahora a las tropas estadounidenses y no solo disparar tiros de advertencia”.
Artículo de opinión completo:
Recent hostilities between Syrian and US forces could be a turning point
Damascus’ troops and their Iran-backed allies seem to be shifting towards a head-on confrontation with American occupiers
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