Argentina: Noticias del Ministerio de Defensa

me262

Colaborador
Con 15 mil estamos adelante de cualquiera del continente y de todos juntos.

No va a haber Guardia Nacional. Primero tienen que cerrar una base, ahí quizá empiece a creer un poco.

Estos son como los que sacan el arma y no disparan.

Estimado SantySF, es mi humilde opinión, no pretendo tener la razón ni mucho menos, creo que los mensajes son claros y a lo mejor no los queremos ver, nuestra realidad es muy triste comparada con nuestros vecinos, creo que Guardia Nacional de facto por la carencia de material y sobre todo de proyectos a corto, mediano y largo plazo de reemplazo o upgrade de equipos básicos, somos una eterna improvisación al carecer de políticas de estado en materia de defensa, el simple hecho de no reemplazar los sistemas que se van de baja es un fuerte mensaje.
Lamentablemente nos damos cuenta, siempre tarde, que la defensa de nuestro país es un tema demasiado importante para que lo maneje un gobierno de turno.
Que va a pasar con los A4-AR y los SuE y las Meko y el Santa Cruz?
Nadie lo sabe y estamos a cuánto? 1, 2, 5 años y después?
Tenemos un vecino que si nos pone un misilazo nos manda a la edad de piedra, a quién le importa?
Ayer el ministro no fue al acto del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea, hoy no dijo nada del hundimiento del crucero General Belgrano, por lo menos en su twitter.
Creo que su silencio habla a gritos...
Saludos.
 

Charly B.

Miembro del Staff
Moderador
Las anécdotas no están fuera de lugar, cuando se habla de ciberdefensa como punta de lanza para esta administración.
Por supuesto que no, pero considerando que estamos en el hilo "Noticias del MinDef" hay que ser prudentes y evitar irnos por las ramas.

Ciberdefensa debería tener su propio hilo a esta altura (si es que no lo tiene ya)
 
Estimado SantySF, es mi humilde opinión, no pretendo tener la razón ni mucho menos, creo que los mensajes son claros y a lo mejor no los queremos ver, nuestra realidad es muy triste comparada con nuestros vecinos, creo que Guardia Nacional de facto por la carencia de material y sobre todo de proyectos a corto, mediano y largo plazo de reemplazo o upgrade de equipos básicos, somos una eterna improvisación al carecer de políticas de estado en materia de defensa, el simple hecho de no reemplazar los sistemas que se van de baja es un fuerte mensaje.
Lamentablemente nos damos cuenta, siempre tarde, que la defensa de nuestro país es un tema demasiado importante para que lo maneje un gobierno de turno.
Que va a pasar con los A4-AR y los SuE y las Meko y el Santa Cruz?
Nadie lo sabe y estamos a cuánto? 1, 2, 5 años y después?
Tenemos un vecino que si nos pone un misilazo nos manda a la edad de piedra, a quién le importa?
Ayer el ministro no fue al acto del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea, hoy no dijo nada del hundimiento del crucero General Belgrano, por lo menos en su twitter.
Creo que su silencio habla a gritos...
Saludos.
Pongamos en contexto la defensa de un país que está quebrado.

Tampoco se puede ser ajeno a la realidad. Si vos no sabes que modelo económico tenés no podés planificar una política de defensa. Lo mismo si no sabes que política exterior tenés. Y menos si no podés definir tus intereses nacionales.

Hay una realidad los países abiertos al comercio y democráticos no inician guerras y generalmente no las pueden afrontar por tener interdependencia. Y Argentina por lo que muestra la empiria se debe abrir y no es un país que pueda funcionar con autoritarismos. Existe un dejo muy fascista en el argentino pero no es total y por eso el autoritarismo no fue la respuesta. Los gobiernos militares nunca cambiaron sustancialmente nada, solo normalizaron situaciones anormales. Los gobiernos autoritarios civiles que tuvimos, fueron los que creaban la anormalidad que los militares normalizaban parcialmente.

Si queremos ir a ese modelo de país, estas Fuerzas Armadas no sirven. Es un modelo anticuado, si es que queremos dejar el pasado atrás.
 

me262

Colaborador
Pongamos en contexto la defensa de un país que está quebrado.

Tampoco se puede ser ajeno a la realidad. Si vos no sabes que modelo económico tenés no podés planificar una política de defensa. Lo mismo si no sabes que política exterior tenés. Y menos si no podés definir tus intereses nacionales.

Hay una realidad los países abiertos al comercio y democráticos no inician guerras y generalmente no las pueden afrontar por tener interdependencia. Y Argentina por lo que muestra la empiria se debe abrir y no es un país que pueda funcionar con autoritarismos. Existe un dejo muy fascista en el argentino pero no es total y por eso el autoritarismo no fue la respuesta. Los gobiernos militares nunca cambiaron sustancialmente nada, solo normalizaron situaciones anormales. Los gobiernos autoritarios civiles que tuvimos, fueron los que creaban la anormalidad que los militares normalizaban parcialmente.

Si queremos ir a ese modelo de país, estas Fuerzas Armadas no sirven. Es un modelo anticuado, si es que queremos dejar el pasado atrás.

Estimado SantySF, discúlpeme que no entiendo hacia dónde se fue su planteo...
Saludos.
 
Estimado SantySF, discúlpeme que no entiendo hacia dónde se fue su planteo...
Saludos.
A qué si no tenes definido el modelo de país no podés armar una estructura.

Este país si se abre al comercio y destierra al nacionalismo y al populismo de derecha o izquierda puede tener estás FFAA.
 

me262

Colaborador
Estimado SantySF
A qué si no tenes definido el modelo de país no podés armar una estructura.
Coincido con usted, por eso digo que la defensa es un tema demasiado serio para que lo maneje un gobierno de turno y debe ser una política de estado con continuidad en el tiempo.

Este país si se abre al comercio y destierra al nacionalismo y al populismo de derecha o izquierda puede tener estás FFAA.
Considero que los países se construyen en base a acuerdos, consensos y entre todos y que el gobierno actual con errores y tropiezos trata de abrirse al comercio...
Saludos.
 
Estimado SantySF

Coincido con usted, por eso digo que la defensa es un tema demasiado serio para que lo maneje un gobierno de turno y debe ser una política de estado con continuidad en el tiempo.


Considero que los países se construyen en base a acuerdos, consensos y entre todos y que el gobierno actual con errores y tropiezos trata de abrirse al comercio...
Saludos.
Esa planificación se da dentro del Estado. Por eso lo primero que se debe hacer es recuperar el peso de las instituciones. Pero el marco en el cual se debe planificar, lo debe construir el poder político.
 
Estimado SantySF

Coincido con usted, por eso digo que la defensa es un tema demasiado serio para que lo maneje un gobierno de turno y debe ser una política de estado con continuidad en el tiempo.


Considero que los países se construyen en base a acuerdos, consensos y entre todos y que el gobierno actual con errores y tropiezos trata de abrirse al comercio...
Saludos.


El Problema es justamente ESE, acá no no hay política de Estado a Largo Plazo para nada, ni en Salud, ni en Educación, ni siquiera en materia de Política Exterior tenemos del todo definido que hacer (ayer el verso de la patria grande latam friendly y de amiguitos con Chavez, hoy no los podemos ver ni en figuritas), entonces Defensa no es la excepción a ese esquema, la única constante parece ser el electoralismo de medidas rimbombantes lanzadas en campaña electoral para asegurar votos, después en gestión, te la debo para el próximo mandato...

Es un país inestable, adolescente, que no sabe que hacer ni para dónde ir, hoy una cosa mañana la otra, y así no podés planificar a largo plazo absolutamente nada, porque ¿cómo vas a planificar a 20 o 30 años si cuando hay cambios de mandato prácticamente cambia toda la política exterior y con quién estamos parados?
 

nico22

Colaborador
https://www.zona-militar.com/2018/0...s-realizan-ejercicios-militares-en-argentina/
Tropas estadounidenses realizan ejercicios militares en Argentina




El día miércoles 2 de mayo, ingresaron a la Argentina, tropas estadounidenses para realizar ejercicios militares. De esta forma, arribaron al país las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (EE.UU.), con el objetivo de realizar ejercicios militares conjuntos en el territorio nacional.

El mandatario argentino Mauricio Macri autorizó el ingreso de las tropas estadounidenses, sin solicitar previa autorización del Congreso argentino. La autorización sorteo al congreso alegando que se trata de la llegada de miembros de la Inteligencia estadounidense y no específicamente tropas.



“Pero la realidad es que, por más que pertenezcan a la Inteligencia, son efectivos de las Fuerzas Armadas de otro país que ingresarán a nuestro territorio para hacer ejercicios conjuntos”, denunció Elsa Bruzzone, integrante del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (Cemida).

Los ejercicios militares de EE.UU. en Argentina están contemplados en el Programa de Ejercitaciones Combinadas, en vigencia desde el 1 de septiembre de 2017 hasta el 31 de agosto de 2018. El primero es el Cormorán, en la Base Aeronaval Almirante Zar (Trelew, Chubut), Base Aeronaval Comandante Espora (Bahía Blanca, Buenos Aires) y en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina.

El acontecimiento ha levantado polémica en los medios locales y varios dirigentes y organizaciones han manifestado su oposición y rechazo a los ejercicios militares conjuntos con EE.UU. y han anunciado que presentarán un reclamo formal para exigir que el Ejecutivo de explicaciones sobre su decisión de no consulta al Congreso Nacional.
 

DSV

Colaborador
https://www.zona-militar.com/2018/0...s-realizan-ejercicios-militares-en-argentina/
Tropas estadounidenses realizan ejercicios militares en Argentina




El día miércoles 2 de mayo, ingresaron a la Argentina, tropas estadounidenses para realizar ejercicios militares. De esta forma, arribaron al país las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (EE.UU.), con el objetivo de realizar ejercicios militares conjuntos en el territorio nacional.

El mandatario argentino Mauricio Macri autorizó el ingreso de las tropas estadounidenses, sin solicitar previa autorización del Congreso argentino. La autorización sorteo al congreso alegando que se trata de la llegada de miembros de la Inteligencia estadounidense y no específicamente tropas.



“Pero la realidad es que, por más que pertenezcan a la Inteligencia, son efectivos de las Fuerzas Armadas de otro país que ingresarán a nuestro territorio para hacer ejercicios conjuntos”, denunció Elsa Bruzzone, integrante del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (Cemida).

Los ejercicios militares de EE.UU. en Argentina están contemplados en el Programa de Ejercitaciones Combinadas, en vigencia desde el 1 de septiembre de 2017 hasta el 31 de agosto de 2018. El primero es el Cormorán, en la Base Aeronaval Almirante Zar (Trelew, Chubut), Base Aeronaval Comandante Espora (Bahía Blanca, Buenos Aires) y en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina.

El acontecimiento ha levantado polémica en los medios locales y varios dirigentes y organizaciones han manifestado su oposición y rechazo a los ejercicios militares conjuntos con EE.UU. y han anunciado que presentarán un reclamo formal para exigir que el Ejecutivo de explicaciones sobre su decisión de no consulta al Congreso Nacional.
Imagen cortesía de Juventud Rebelde
https://www.zona-militar.com/2018/0...s-realizan-ejercicios-militares-en-argentina/
 

Charly B.

Miembro del Staff
Moderador
El mandatario argentino Mauricio Macri autorizó el ingreso de las tropas estadounidenses, sin solicitar previa autorización del Congreso argentino. La autorización sorteo al congreso alegando que se trata de la llegada de miembros de la Inteligencia estadounidense y no específicamente tropas.
Si alguien encuentra el decreto/resolución, se lo agradezco. Estuve chequeando el BORA y no encontré nada al respecto
 

Charly B.

Miembro del Staff
Moderador
Es un ejercicio de gabinete, no se necesita autorización. Es como si cada jefe de estado mayor extranjero que venga a reuniones con el EMCO necesitara autorización.
Si, estoy al tanto de eso. Pero quiero descular lo mencionado en el artículo, si es cierto o es puro blabla.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
CLARIN

08/05/2018 - 00:01
Debate
Militares ¿combatientes del crimen?


Oscar Aguad, actual ministro de Defensa de la Nación.


Juan Gabriel Tokatlian

Terminada la Guerra Fría comenzó otra etapa en las relaciones militares entre Estados Unidos y América Latina. A comienzos de los años 90, el mensaje del Pentágono se podía sintetizar así: re-institucionalizar las fuerzas armadas bajo control civil; estimular la participación de los ejércitos en misiones de paz; preservar la separación entre funciones policiales y militares; reducir los presupuestos de defensa ante la disminución de las fricciones con los vecinos y frente los avances de la democracia interna; modernizar los ministerios de defensa; reformar los planes educativos de los militares; y precisar misiones a raíz de los cambios mundiales.


Con diferente intensidad y alcance, los países de Latinoamérica abrazaron esta agenda: en ciertos casos esas nuevas pautas provenían de la propia experiencia de la transición democrática. El marco más amplio que permitía la creciente sintonía entre Estados Unidos y Latinoamérica en el frente militar era el Consenso de Washington en materia económica.

Con el correr del tiempo, ante el auge del negocio de las drogas y la criminalidad organizada en la región, y ante la incompetencia y corrupción de los cuerpos de seguridad en México, Colombia y Centroamérica, Estados Unidos propició la participación activa de las fuerzas armadas en la lucha anti-narcóticos.
Antes del 11/9 ya se había impuesto el criterio de los militares como “crime fighters” (combatientes del crimen) en la región. Después de los atentados de septiembre se sumaron, a los ojos de Washington, nuevas amenazas que exigían la aplicación de ese criterio en América Latina. Quien mejor lo expresó fue el General James Hill, al frente del Comando Sur (2002- 2004) cuando identificó dos graves peligros: la “guerra contra el terrorismo” en el plano global y el “populismo radical” en el regional. Años más tarde, el hoy comandante del USSouthcom, Almirante Kurt Tidd, reforzó la visión de los militares como “crime fighters” cuando en la Conferencia de Defensa Sudamericana en Montevideo del 17 de agosto de 2016, destacó cómo ya se habían difuminado los linderos “entre la seguridad interna y la defensa”. Complementó esto en la audiencia ante el Congreso estadounidense del 15 de febrero de 2018 cuando afirmó que se había borrado “la línea entre crimen y guerra, competencia y conflicto”.
En la mayoría de las naciones latinoamericanas, los militares se transformaron -por convicción y/o conveniencia- en “combatientes del crimen”. Sin embargo, por distintas razones, en algunos países no abandonaron su misión principal ni redujeron drásticamente las compras para la defensa. En ese contexto, el caso de la Argentina es singular. Por el lado positivo, y gracias a los acuerdos forjados desde el inicio de la democracia y por la movilización de múltiples actores sociales, se ha evitado, por ejemplo, militarizar la lucha contra el narcotráfico.

Por el lado negativo, y ante la actitud negligente de buena parte de la dirigencia política y ante las recurrentes crisis socio-económicas, se carece de una estrategia de defensa y de una política hacia las fuerzas armadas actualizada a los desafíos globales y regionales y acorde con los intereses nacionales.
Lo anterior, por supuesto, es de larga data, pero lo que se tiende a cristalizar hoy es un desequilibrio poco analizado entre las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad; algo que puede llevar a los militares a convertirse—por motivos internos y no solo externos—en luchadores anti-crimen. Y esto no tiene nada que ver con las leyes vigentes en materia de defensa, seguridad e inteligencia. Un modo, entre otros, de aproximarse al tema es a través de los gastos anuales en defensa y seguridad de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda.

Hasta 2007-08 los gastos para la defensa era superiores a los de seguridad: por ejemplo, en 2007 en el rubro “Servicios para la Defensa y la Seguridad” (sumatoria de defensa, seguridad interior, inteligencia y sistema penal) lo destinado a lo primero fue el 47,7% y para lo segundo el 40.5%. Eso se revierte en 2009: 45,4% para seguridad y 42,6% para defensa. En 2010, 51.1% va a seguridad y apenas 37.8% a defensa. Los años siguientes muestran un persistente desbalance que alcanza su pico en 2015: 53,9% para seguridad y 34,8% para defensa. La llegada de Cambiemos no alteró ese cuadro: en 2015, seguridad recibió 54.8% y defensa 34.2% y en 2017 los porcentajes respectivos fueron 47.6% y 40.2%.
Si las fuerzas armadas esperaban que éste fuese el año del viraje, se equivocaron: en 2018 el presupuesto para todo el rubro es de $145.594 millones correspondiendo el 49,1% para seguridad y 38,9% para defensa.

El debate sobre la defensa y la misión de los militares debiera ser mucho menos retórico y más cimentado en la evidencia. Se ha creado, al parecer sin que se advirtiera, una estructura presupuestal, de adquisición y renovación de material, de influencia burocrática y presión corporativa, de desinterés partidista, de inercia legislativa que ha llevado a las fuerzas armadas a un laberinto: ¿es la última alternativa para recuperar presupuesto, visibilidad y reconocimiento sumarse a la lucha contras las drogas y el terrorismo y, con ello, volverse combatientes auxiliares del crimen? La situación es inquietante así se la quiera soslayar. Ya no es prudente eludir una deliberación plena y plural sobre defensa y fuerzas armadas.
Juan Gabriel Tokatlian es profesor plenario de la Universidad Di Tella
 
CLARIN

08/05/2018 - 00:01
Debate
Militares ¿combatientes del crimen?


Oscar Aguad, actual ministro de Defensa de la Nación.


Juan Gabriel Tokatlian

Terminada la Guerra Fría comenzó otra etapa en las relaciones militares entre Estados Unidos y América Latina. A comienzos de los años 90, el mensaje del Pentágono se podía sintetizar así: re-institucionalizar las fuerzas armadas bajo control civil; estimular la participación de los ejércitos en misiones de paz; preservar la separación entre funciones policiales y militares; reducir los presupuestos de defensa ante la disminución de las fricciones con los vecinos y frente los avances de la democracia interna; modernizar los ministerios de defensa; reformar los planes educativos de los militares; y precisar misiones a raíz de los cambios mundiales.


Con diferente intensidad y alcance, los países de Latinoamérica abrazaron esta agenda: en ciertos casos esas nuevas pautas provenían de la propia experiencia de la transición democrática. El marco más amplio que permitía la creciente sintonía entre Estados Unidos y Latinoamérica en el frente militar era el Consenso de Washington en materia económica.

Con el correr del tiempo, ante el auge del negocio de las drogas y la criminalidad organizada en la región, y ante la incompetencia y corrupción de los cuerpos de seguridad en México, Colombia y Centroamérica, Estados Unidos propició la participación activa de las fuerzas armadas en la lucha anti-narcóticos.
Antes del 11/9 ya se había impuesto el criterio de los militares como “crime fighters” (combatientes del crimen) en la región. Después de los atentados de septiembre se sumaron, a los ojos de Washington, nuevas amenazas que exigían la aplicación de ese criterio en América Latina. Quien mejor lo expresó fue el General James Hill, al frente del Comando Sur (2002- 2004) cuando identificó dos graves peligros: la “guerra contra el terrorismo” en el plano global y el “populismo radical” en el regional. Años más tarde, el hoy comandante del USSouthcom, Almirante Kurt Tidd, reforzó la visión de los militares como “crime fighters” cuando en la Conferencia de Defensa Sudamericana en Montevideo del 17 de agosto de 2016, destacó cómo ya se habían difuminado los linderos “entre la seguridad interna y la defensa”. Complementó esto en la audiencia ante el Congreso estadounidense del 15 de febrero de 2018 cuando afirmó que se había borrado “la línea entre crimen y guerra, competencia y conflicto”.
En la mayoría de las naciones latinoamericanas, los militares se transformaron -por convicción y/o conveniencia- en “combatientes del crimen”. Sin embargo, por distintas razones, en algunos países no abandonaron su misión principal ni redujeron drásticamente las compras para la defensa. En ese contexto, el caso de la Argentina es singular. Por el lado positivo, y gracias a los acuerdos forjados desde el inicio de la democracia y por la movilización de múltiples actores sociales, se ha evitado, por ejemplo, militarizar la lucha contra el narcotráfico.

Por el lado negativo, y ante la actitud negligente de buena parte de la dirigencia política y ante las recurrentes crisis socio-económicas, se carece de una estrategia de defensa y de una política hacia las fuerzas armadas actualizada a los desafíos globales y regionales y acorde con los intereses nacionales.
Lo anterior, por supuesto, es de larga data, pero lo que se tiende a cristalizar hoy es un desequilibrio poco analizado entre las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad; algo que puede llevar a los militares a convertirse—por motivos internos y no solo externos—en luchadores anti-crimen. Y esto no tiene nada que ver con las leyes vigentes en materia de defensa, seguridad e inteligencia. Un modo, entre otros, de aproximarse al tema es a través de los gastos anuales en defensa y seguridad de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda.

Hasta 2007-08 los gastos para la defensa era superiores a los de seguridad: por ejemplo, en 2007 en el rubro “Servicios para la Defensa y la Seguridad” (sumatoria de defensa, seguridad interior, inteligencia y sistema penal) lo destinado a lo primero fue el 47,7% y para lo segundo el 40.5%. Eso se revierte en 2009: 45,4% para seguridad y 42,6% para defensa. En 2010, 51.1% va a seguridad y apenas 37.8% a defensa. Los años siguientes muestran un persistente desbalance que alcanza su pico en 2015: 53,9% para seguridad y 34,8% para defensa. La llegada de Cambiemos no alteró ese cuadro: en 2015, seguridad recibió 54.8% y defensa 34.2% y en 2017 los porcentajes respectivos fueron 47.6% y 40.2%.
Si las fuerzas armadas esperaban que éste fuese el año del viraje, se equivocaron: en 2018 el presupuesto para todo el rubro es de $145.594 millones correspondiendo el 49,1% para seguridad y 38,9% para defensa.

El debate sobre la defensa y la misión de los militares debiera ser mucho menos retórico y más cimentado en la evidencia. Se ha creado, al parecer sin que se advirtiera, una estructura presupuestal, de adquisición y renovación de material, de influencia burocrática y presión corporativa, de desinterés partidista, de inercia legislativa que ha llevado a las fuerzas armadas a un laberinto: ¿es la última alternativa para recuperar presupuesto, visibilidad y reconocimiento sumarse a la lucha contras las drogas y el terrorismo y, con ello, volverse combatientes auxiliares del crimen? La situación es inquietante así se la quiera soslayar. Ya no es prudente eludir una deliberación plena y plural sobre defensa y fuerzas armadas.
Juan Gabriel Tokatlian es profesor plenario de la Universidad Di Tella

Es cierto que la guerra fría terminó pero otra ya se inició y recién ahora en Europa están comenzando a darse cuenta. La reelección -ya casi indefinida- de Putín y el crecimiento militar de China genera un nuevo escenario mucho más complejo que la anterior guerra fría.

Aquí ya estamos off-side hace rato y es un riesgo que nadie ha evaluado correctamente. Entiendo y acepto algunas posiciones de los DDHH, pero hace 35 años que hay democracia. Algún días las FFAA's terminarán de pagar esa factura...?
 
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