Oficiales duraznenses retornaron desde República Democrática del Congo con importante reconocimiento de Naciones Unidas
Nuestro país tiene una importante trayectoria y experiencia en misiones operativas de paz al servicio de las Naciones Unidas, con batallones y observadores que se han desplegado en diferentes partes del mundo.
Carlos Maggi | 05/09/2018
Actualmente, el número más importante de efectivos del Ejército, Fuerza Aérea y Armada Nacional se encuentran en la República Democrática del Congo, desde donde retornaron hace algunas semanas varios duraznenses, pertenecientes a las unidades con asiento en nuestra ciudad, como el Regimiento Teniente General Pablo Galarza de Caballería Blindado n.º 2 y el Batallón de Infantería Blindado n.º 13.
Dentro de ese grupo de hombres y mujeres se encuentran dos jóvenes oficiales, quienes antes de retornar a nuestro país fueron merecedores de una importante distinción otorgada por la ONU, lo que representa orgullo personal para ellos, pero también para las unidades a las que representan.
«Fui desplegado en tres áreas diferentes. En primer lugar, en la ciudad de Kisangani, aproximadamente a 800 kilómetros de la ciudad de Goma, donde se encuentra el Cuartel General del Batallón Uruguay. En segundo lugar, en Bunia y, finalmente, en Goma. En Kisangani, me desempeñé como jefe de sección de la Compañía Motorizada Bravo, donde principalmente se desarrollaban las patrullas conjuntas con policías de Naciones Unidas y operaciones de corto alcance», explicó el teniente segundo Nazareno Rivero, perteneciente al Regimiento Galarza.
Además, contó que al llegar a Bunia se encontró con un conflicto entre dos etnias —Lendu, por un lado, y Hema, por el otro—, donde se constataron varias muertes provocadas por esas dos facciones. «Se trata de un conflicto que viene de muchos años, donde el conflicto se da por las tierras y ganado. En esa misión nos correspondió la misión de pacificar la zona, a través de patrullas de reconocimiento en las villas y presencia, hacer notar la presencia de los cascos azules en toda la zona de Bunia, y nos tocó patrullar por largas jornadas», precisó.
Entre estas operaciones se encontraron con situaciones de extremo peligro, las que pudieron sortear sin tener que lamentar ningún integrante del personal a su cargo herido. «El personal subalterno demostró voluntad, estar entrenado, y es importante destacar el trabajo de todos ellos, tanto del Regimiento, del Batallón y de otras unidades, ya que sin el trabajo de ese personal no se hubiese podido cumplir de forma eficiente con la misión asignada», remarcó.
La tarea desarrollada, el arrojo demostrado y el objetivo alcanzado, que permitieron que los pobladores de las villas de Bunia retornaran a sus hogares, ya lejos del peligro de la guerra entre etnias, motivaron a las Naciones Unidas a entregar un importante reconocimiento, en el que se valora todo ese esfuerzo y trabajo reseñado. «Ese reconocimiento que se le hizo, en primera instancia, al Batallón Uruguay IV se le hizo a los soldados que están ahí, que son quienes siempre van hacia adelante, teniendo en cuenta la seguridad y teniendo presente la primera misión de Naciones Unidas, que es la protección de los civiles. Ver a la gente volver a sus hogares, los niños y mujeres retornar a sus villas lejos del peligro la verdad que no tiene precio, y el reconocimiento personal es algo que suma a toda la experiencia de la misión, donde me sentí muy orgulloso de la compañía y equipo de trabajo que integré», sostuvo.
Reconocimiento de manos del propio Force Commander
El teniente segundo Bruno Trentini, integrante del Batallón de Infantería Blindado n.º 13, recibió, al igual que su camarada Rivero, la importante distinción, de manos del propio Force Commander, el general Bernard Commins, militar responsable de toda la fuerza multinacional presente en el país africano.
Trentini fue el oficial ejecutivo y jefe de sección de la Compañía Motorizada Bravo y sirvió también en Goma, Kisangani y Bunia. Debió realizar diferentes misiones de patrullaje, reconocimiento y pacificación y, gracias al excelente trabajo cumplido, contribuyó a que el conflicto culminara, retornara la paz y, con ella, los pobladores a sus villas, lo que motivó diferentes expresiones de agradecimiento hacia nuestros soldados.
«Es una de las cosas más gratificantes que me llevo de la misión y es el agradecimiento que las personas le brindan a ese soldado que le devolvió la paz y tranquilidad, y también fue muy gratificante el reconocimiento recibido, que a veces se le da a una persona porque es el que dirige a esa fracción, pero es un merito de todos y, para mí, el concepto más importante es lo que es capaz de hacer un soldado para conseguir la paz. En lo personal, esta experiencia me hizo crecer como ser humano, de darme cuenta de que si entre todos colaboramos y ponemos lo mejor de cada uno, sin pedir nada a cambio, vamos a lograr cosas maravillosas, como en este caso», indicó.
Los dos jóvenes oficiales duraznenses destacaron, en varias oportunidades de la entrevista mantenida con El Acontecer, la expresión de la satisfacción del deber cumplido y que si bien el reconocimiento recibido por parte de la ONU por la tarea desplegada es muy importante para sus carreras, el Batallón desplegado, el Ejército Nacional y el país, coincidieron en que el mayor reconocimiento fue las lágrimas de emoción, la sonrisa y muestras de gratitud de niños, jóvenes, mujeres y hombres que atormentados por una guerra interna, gracias al trabajo de los uruguayos, entre ellos varios duraznenses, lograron retornar a sus hogares y empezar de cero con la esperanza de una vida mucho mejor.
Nuestro país tiene una importante trayectoria y experiencia en misiones operativas de paz al servicio de las Naciones Unidas, con batallones y observadores que se han desplegado en diferentes partes del mundo.
Carlos Maggi | 05/09/2018
Actualmente, el número más importante de efectivos del Ejército, Fuerza Aérea y Armada Nacional se encuentran en la República Democrática del Congo, desde donde retornaron hace algunas semanas varios duraznenses, pertenecientes a las unidades con asiento en nuestra ciudad, como el Regimiento Teniente General Pablo Galarza de Caballería Blindado n.º 2 y el Batallón de Infantería Blindado n.º 13.
Dentro de ese grupo de hombres y mujeres se encuentran dos jóvenes oficiales, quienes antes de retornar a nuestro país fueron merecedores de una importante distinción otorgada por la ONU, lo que representa orgullo personal para ellos, pero también para las unidades a las que representan.
«Fui desplegado en tres áreas diferentes. En primer lugar, en la ciudad de Kisangani, aproximadamente a 800 kilómetros de la ciudad de Goma, donde se encuentra el Cuartel General del Batallón Uruguay. En segundo lugar, en Bunia y, finalmente, en Goma. En Kisangani, me desempeñé como jefe de sección de la Compañía Motorizada Bravo, donde principalmente se desarrollaban las patrullas conjuntas con policías de Naciones Unidas y operaciones de corto alcance», explicó el teniente segundo Nazareno Rivero, perteneciente al Regimiento Galarza.
Además, contó que al llegar a Bunia se encontró con un conflicto entre dos etnias —Lendu, por un lado, y Hema, por el otro—, donde se constataron varias muertes provocadas por esas dos facciones. «Se trata de un conflicto que viene de muchos años, donde el conflicto se da por las tierras y ganado. En esa misión nos correspondió la misión de pacificar la zona, a través de patrullas de reconocimiento en las villas y presencia, hacer notar la presencia de los cascos azules en toda la zona de Bunia, y nos tocó patrullar por largas jornadas», precisó.
Entre estas operaciones se encontraron con situaciones de extremo peligro, las que pudieron sortear sin tener que lamentar ningún integrante del personal a su cargo herido. «El personal subalterno demostró voluntad, estar entrenado, y es importante destacar el trabajo de todos ellos, tanto del Regimiento, del Batallón y de otras unidades, ya que sin el trabajo de ese personal no se hubiese podido cumplir de forma eficiente con la misión asignada», remarcó.
La tarea desarrollada, el arrojo demostrado y el objetivo alcanzado, que permitieron que los pobladores de las villas de Bunia retornaran a sus hogares, ya lejos del peligro de la guerra entre etnias, motivaron a las Naciones Unidas a entregar un importante reconocimiento, en el que se valora todo ese esfuerzo y trabajo reseñado. «Ese reconocimiento que se le hizo, en primera instancia, al Batallón Uruguay IV se le hizo a los soldados que están ahí, que son quienes siempre van hacia adelante, teniendo en cuenta la seguridad y teniendo presente la primera misión de Naciones Unidas, que es la protección de los civiles. Ver a la gente volver a sus hogares, los niños y mujeres retornar a sus villas lejos del peligro la verdad que no tiene precio, y el reconocimiento personal es algo que suma a toda la experiencia de la misión, donde me sentí muy orgulloso de la compañía y equipo de trabajo que integré», sostuvo.
Reconocimiento de manos del propio Force Commander
El teniente segundo Bruno Trentini, integrante del Batallón de Infantería Blindado n.º 13, recibió, al igual que su camarada Rivero, la importante distinción, de manos del propio Force Commander, el general Bernard Commins, militar responsable de toda la fuerza multinacional presente en el país africano.
Trentini fue el oficial ejecutivo y jefe de sección de la Compañía Motorizada Bravo y sirvió también en Goma, Kisangani y Bunia. Debió realizar diferentes misiones de patrullaje, reconocimiento y pacificación y, gracias al excelente trabajo cumplido, contribuyó a que el conflicto culminara, retornara la paz y, con ella, los pobladores a sus villas, lo que motivó diferentes expresiones de agradecimiento hacia nuestros soldados.
«Es una de las cosas más gratificantes que me llevo de la misión y es el agradecimiento que las personas le brindan a ese soldado que le devolvió la paz y tranquilidad, y también fue muy gratificante el reconocimiento recibido, que a veces se le da a una persona porque es el que dirige a esa fracción, pero es un merito de todos y, para mí, el concepto más importante es lo que es capaz de hacer un soldado para conseguir la paz. En lo personal, esta experiencia me hizo crecer como ser humano, de darme cuenta de que si entre todos colaboramos y ponemos lo mejor de cada uno, sin pedir nada a cambio, vamos a lograr cosas maravillosas, como en este caso», indicó.
Los dos jóvenes oficiales duraznenses destacaron, en varias oportunidades de la entrevista mantenida con El Acontecer, la expresión de la satisfacción del deber cumplido y que si bien el reconocimiento recibido por parte de la ONU por la tarea desplegada es muy importante para sus carreras, el Batallón desplegado, el Ejército Nacional y el país, coincidieron en que el mayor reconocimiento fue las lágrimas de emoción, la sonrisa y muestras de gratitud de niños, jóvenes, mujeres y hombres que atormentados por una guerra interna, gracias al trabajo de los uruguayos, entre ellos varios duraznenses, lograron retornar a sus hogares y empezar de cero con la esperanza de una vida mucho mejor.