Es muy triste donde quedó todo esto.
Un año atrás, los dos administradores de las distintas plataformas de Zona Militar decidimos conformar una pequeña empresa administradora con la intención de trabajar de manera profesional sobre la gestión de los distintos canales. Tuvimos la oportunidad de contar con auspiciantes, para potenciar los ingresos usuales por vía de publicidad programática. Desde el día uno, nos abocamos a planificar un camino para que Zona Militar tenga una mejor presentación visual y funcional. Avanzamos con mejoras en el servidor para que no se caiga a cada rato como era común. Construimos el canal informativo más leído de Argentina (sitio), que venia respaldado por trabajos de redacción diarios, colaboraciones de especialistas y académicos, además de foristas. Pudimos avanzar con un servicio de videos cortos, además de material gráfico que generaba mayor impacto en los distintos artículos exclusivos.
Desde los hechos que todos pudieron ver en estos últimos años, que implico mucho sacrificio y tiempo de los distintos administradores y colaboradores que le dieron, nuestro canal en sus diferentes plataformas llego a ser uno de los 3 grandes de todo Latinoamérica en cantidad de visitas. Para darle mayor prestigio, hace 3 años comenzamos un camino muy gustoso al trabajar la revista Zona Militar (conjuntamente entre los administradores del sitio y el trabajo de Rober). Para potenciar mas el prestigio logrado con Zona Militar, planificamos una primera plataforma virtual de educación sobre asuntos de Defensa Nacional, Comunicación, etc. desde donde íbamos a contar con el apoyo de universidades y académicos de renombre, quienes nos leen desde hace muchos años.
Podcasts, entrevistas, corresponsales, entre mas lineamientos fueron algunas de las cosas con las que me comprometí desde hace varios años cuando comencé a administrar conjuntamente con Federico no solamente los canales centrales, sino también las redes sociales, Facebook (desde donde amplificamos nuestro alcance), Twitter (donde nos siguen todos los especialistas, funcionarios y académicos), Youtube, Issu, Instagram, etc.
Administrar todas esas plataformas y pretender mejorarlas implica siempre un trabajo enorme en horas y además, presupuestario. Siempre fue necesario contar con fondos publicitarios (así sea de Google) o de eventuales auspiciantes. La intención entonces fue ser profesionales y en vez de esperar a que ellos nos busquen, salir a buscarlos nosotros para avanzar en las distintas iniciativas planteadas. Los resultados llegaron, no solamente a nivel prestigio, sino a nivel económico, lo que nos puso muy contentos porque implicaba que al año que viene podríamos avanzar con algunos nuevos canales y una mejora para los que ya tenemos.
Pero como sucede en nuestro querido país, el diablo metió la cola. Federico, otro de los administradores, decidió ceder su parte y forzó una negociación muy agresiva que implicaba no solamente vaciar la parte que administrábamos yo y Charly, otro de los administradores del sitio, sino que además implicaba ponerle un montón de dinero de nuestro bolsillo. La sola idea de vaciar la cuenta daba por sentado la finalización de un montón de planes a futuro para Zona Militar. No tenemos 10 mil dólares, cifra impuesta hace 3 semanas atrás.
Yo no se que le sucedió a el, persona que era amiga mía con la que compartimos muchos años de buena relación además de haber sido mi compañero en todas estas cosas que emprendimos juntos. Tendrá sus razones, y no voy a meterme en eso. Desde el primer momento en la negociación le dije que era libre de irse, pero que no iba a aceptar que su cesión implique vaciar la cuenta.
Le sostuve que los pagos los iba a seguir haciendo yo hasta que finalice la tensión de la negociación y lleguemos a un punto en que podamos seguir trabajando en Zona Militar y avanzar con los planes, y el después de años, pueda satisfacer su necesidad personal. No sucedió así. No hubo caso.
El domingo pasado estalló todo. Las cuentas volaron por los aires y en algunos casos terminaron hackeadas por terceros. Voy a seguir sin nombrar a la persona públicamente. Nos volvimos a comunicar para bajar la tensión y buscar buena fe para que las plataformas sigan operando mientras reorganizábamos esto. No hubo caso. No solamente se bloquearon los canales, sino que me bloquearon mi cuenta del foro para abrirlo.
Los días pasaron, y la negociación se fue escurriendo. En el trascurso de esos días 3 o 4 trasnochados (que siempre los hay) comenzaron a defenestrar vía Facebook, sin tener noción sobre lo que venía aconteciendo, además de haber creador otro dominio análogo en contra de todas las normas de la administración. La única alternativa que quedaba era abrir el foro para que sepa realmente lo sucedido y como eso incidía directamente en la continuidad de las distintas plataformas.
El servidor, a mi nombre, dio la posibilidad de sacar las cuentas de administrador, abrir el foro. Por eso mismo tuve que utilizar otro usuario para comunicarme. Federico tiene un usuario similar al mío el cual le fue creado de buena voluntad.
Federico hace dos años no administra Zona Militar por cuestiones que son de su vida privada. Desde entonces el peso me quedo en mis espaldas, peso que lleve con orgullo y responsabilidad. Después de tanto llegamos a este punto que solamente perjudica el prestigio de lo que se construyo entre todos y que puede afectar de manera superlativa la continuidad del sitio, la realización de la revista, la confección de videos, la generación de podcast, cursos virtuales, entrevistas, corresponsalias y acciones comunicativas sobre Defensa Nacional.
No tuvimos que haber llegado hasta acá, en eso les pido perdón a los bien intencionados de la comunidad. Esto se tendría que haber solucionado antes y con buena fe. Pero no la hubo, y defender los fondos y los planes a futuro se convirtió en una cruz para mi. Yo la voy a seguir cargando, porque confió en esto que hacemos, en la necesidad de levantar la voz para que la gente empiece a interesarse por el estado de nuestras fuerzas armadas, y para que definitivamente Zona Militar se convierta en un ámbito serio donde confluyen constructivamente personas de diferentes ámbitos que tienen la intención de mejorar nuestra Defensa Nacional.
Pero esto no es solamente una cuestión mía, tiene que ser una cuestión de todos.