Este es un debate apasionante, aunque creo que no es el hilo adecuado. Pero ya que estamos :yonofui:
La Armada española adquirió 13 AV-8A en dos lotes a principios de los 70 y en torno al año 80 de los modelos monoplaza y biplaza. Por motivos políticos vinieron de USA (se compraron en la época de Franco el primer lote). Se les conocía con la letra S por spanish. Posteriormente, en torno a 1986 vinieron 12 unidades del modelo B a las que siguieron 8 más de la versión Plus, así como un biplaza TAV-8B. De los 12 B iniciales 5 se convirtieron a Plus. Los modelos AV-8A fueron vendidos a Tailandia cuando se les entregó por parte de la entonces E.N. Bazán el portaaviones "Chakri Nurebet", hermano menor del "Príncipe de Asturias".
Sobre las capacidades de combate, disiento de vuestra opinión. En combate cerrado el Harrier es un avión tremendamente maniobrable. De hecho, antes de la guerra de las Malvinas, el 801 Sqn realizó numerosos ejercicios disimilares con aparatos de la USAF de los escuadrones Agressors (F-5E) y de escuadrones de F-15, obteniendo "kill ratios" asombrosos. Es cierto que por sus características de aterrizaje vertical (el despegue se hace mediante el Sky jump), su consumo es elevado y su radio de acción limitado. Pero su gran mérito (y en eso la Armada española fue pionera), fue el permitir disponer de un aparato de combate que podía operar desde portaaviones de cubierta de dimensiones limitadas. A España le permitió tener un arma aérea naval barata.
Su electrónica era notable para el año 1982. Una de las quejas de Ward, precisamente era que el 800 Sqn no sabía emplear ni el radar ni el sistema de navegación. Gracias a esto último, las CAP del 801 duraban más que las del 800 al apurar más las mismas por la seguridad de encontrar el portaaviones con menos combustible de reserva que sus compañeros del 800 embarcados en el Hermes.
Sobre los ataques a tierra en Malvinas, mi opinión es que en general todos los aparatos fracasaron. Sólo se puede hablar de éxito en el ataque de los A-4B en Ajax y el de los Sea Harrier contra Pradera del Ganso el 1 de mayo. Hubo más ataques de Sea Harrier/Harrier GR-3 que dañaron aparatos argentinos aparcados en el aeródromo de Puerto Argentino, así como piezas artilleras, pero de modo limitado. Los ataques bombarderos de los Vulcan fueron un fracaso total. Tan sólo las misiones antirradar cosecharon una victoria al destruir el Skyward y dañar limitadamente la antena del AN/TPS-43 de la FAA.
Ward las critica ampliamente en su libro. Calcula el gasto de combustible y de cisternas que requirieron y las traduce a salidas de bombardeo de los Harrier contra los mismos objetivos y la comparación es demoledora. Aparte de que requerían escolta de Sea Harrier (Ward voló varias de ellas). Fue un contralmirante británico (Lewin?) el que dijo que sin Sea Harrier no hubiera habido Task Force. Fue un sistema de armas que consiguió una limitada superioridad aérea, con un radar superior al Cirano IIB de los M-III (el 801 conseguía enganches a distancias entre 17 y 24 millas). Eso permitía que ejecutaran el gancho sin ser vistos. Uno de los aviones de la CAP encaraba a los aparatos argentinos de frente mientras el otro hacía muchas millas que se había separado y maniobraba lateralmente para atacar a los oponentes desde atrás (como un garfio). Al separarse muchas millas antes, los radares Cirano no llegaban a engancharlo durante esa maniobra y sólo veían varias millas después el aparato que les venía de frente. El otro, al haberse separado antes, salía del cono de detección lateral del radar Cirano IIb.
Por supuesto que tras acabar la guerra las lecciones se aprenden y el avión se mejora. Principalmente en dos áreas: Se mejora el radar para dotarlo de capacidad look down. El Blue Fox sirve de base para desarrollar el Blue Vixen, quien a su vez es la base del ECR-90 del EF-2000. La principal carencia del Blue Fox radicaba en su incapacidad de detectar blancos rasantes que sobrevolaran la tierra. Sobre el mar sí los detectaba. Bastaba con orientar la antena del radar hacia abajo. Es así como el 1 de mayo interceptan a Gª Cuerva y a Perona (que volaban algo más bajo que la CAP británica) y sobre todo el 1 de junio como derriban al C-130 "Tiza". O como es clave en la intercepción de los Canberra el 1 de mayo. En absoluto el Blue Fox era un mal radar. Sencilamente era limitado y adolecía de las mismas cosas que la mayoría de radares de su época.
El otra área donde el Sea Harrier mejora es con la adicción de nuevo armamento. En concreto los misiles antibuque Sea Eagle y los antirradar ALARM. Pero dichos misiles no existían en 1982. Su capacidad de recibir el AIM-9L recién comenzadas sus entregas fue sorprendentemente rápida.
Su eficacia antibuque fue muy superior a la argentina. Atacaron al Narwal, el ARA Bahía del Buen Suceso, al Río Carcarañá y al Río Iguazú. Ninguno volvió a navegar. Los daños encajados los hicieron inoperables. Cierto que fueron ataques "a placer", pero sólo el efecto de sus cañones ADEN de 30mm consiguieron dañarlos, hacerlos encallar o incluso hundirse.
Los ataques argentinos con cañones de 20mm o 30mm no tuvieron tal efectividad. Dañaron sistemas, que en más o menos tiempo eran reparados (pero siempres en un par de días como mucho). El mayor daño causado fue el 8 de junio cuando explotó una carga de profundidad de la Plymouth provocando un incendio.
Sobre la efectividad de la defensa aérea argentina hay que decir que efectivamente se desplegó un sistema bastante capaz. Buenos sistemas de detección, modernos y variados misiles, y magníficas piezas de AAA. Pero que no impidieron que cuando se quiso atacar el aeródromo se hiciese, y sin perder nunca una aeronave. El único aparato perdido en torno a Puerto Argentino fue el Sea Harrier de Mortimer el 1 de junio. Y créeme que hubo un exceso de confianza. Sabían perfectamente la existencia del Roland y su radio de acción. Mortimer creyó que estaba fuera del alcance y se confió. Cuando comenzó a ascender pensando que eludiría el misil dejándolo fuera de alcance, se llevó la desagradable sorpresa de que aún estaba dentro de su envolvente, siendo impactado.
El 30 de mayo cayó un Harrier GR-3 a causa del fuego concentrado de infantería atacando la zona del Monte Wall.
En Pradera del Ganso la efectividad fue mayor. La AAA derribó un Sea Harrier (Taylor el 4 de mayo) y un Harrier GR-3 (Iveson el 27 de mayo durante su tercera pasada consecutiva).
En Howard cayó víctima de un Blowpipe el Harrier GR-3 de Glover el 21 de mayo.
Si bien la defensa aérea argentina condicionó las cotas de vuelo en torno a la capital durante los tránsitos de las CAP, en ningún caso impidió ningún ataque ni consiguió que los planificadores británicos lo consideraran un área denegada.
No llevo comisión de veras, pero leed el libro de Ward. Es muy instructivo y da detalles sobre la manera en que planificaban y ejecutaban sus operaciones. Y sobre todo demuestra que el espíritu crítico está muy presente en las FAS británicas, para lo bueno y para lo malo. Y que no pasa nada por criticar las negligencias de otros compañeros de armas. Muy al contrario, es bueno que se sepan para que así se corrijan. Lo que permanece oculto no se suele cambiar.
Por cierto, decir que el Sea Harrier no era nada si no es por el AIM-9L, sería equivalente a decir que el SUE no es nada sin el AM-39. Para poder llegar a hacer uso de un misil es necesario conseguir las condiciones de lanzamiento y tener un sistema de ataque capaz de lanzarlo. Sin el sistema de navegación, la maniobrabilidad y radar del Sea Harrier, muchas intercepciones no habrían llegado a tener lugar y las que hubo no habrían sido tan rápidas y exitosas como lo fueron. Por analogía el SUE necesitaba del Agave y de su sistema de navegación para poder lanzar el Exocet.
Un saludo