Generalizando, una fuerza armada tiene tres fines.
El primero, la Defensa Nacional.
El segundo, la Defensa de los Intereses Nacionales.
La tercera, la de Auxiliar a otros órganos del Estado y la sociedad en general.
Estas tras generalidades luego debe definirse con más precisión según cada país, época, contexto, etc.
En el caso de la Armada, también son estos tres fines aplicado al espacio “acuático” tanto de agua salada como dulce e, incluso, territorios insulares.
Y estos tres fines deben satisfacerse tanto en tiempo de Guerra, como de Paz y esa zona gris de los periodos de Tensión y Crisis.
Luego, nunca hay que perder de vista una fuerza armada no solo tiene “Armas” sino también un montón de cosas que permite ir y ganar la guerra. Incluyendo tractores, bomberos, policía militar, camiones, barcos de carga, grúas, remolcadores de puerto y de altura, etc., etc. Algunas veces se dice que por cada soldado que combate existen otros 4 o 5 auxiliando. Y lo mismo puede aplicar para cada marinero en un destructor existen otros tantos en astilleros, buques auxiliares, etc.
Como en tiempos de Paz la Armada es un Auxiliar de otros órganos del Estado. Las OPV pueden encajar perfectamente allí. Y satisfacen esta tarea en forma mucho más eficiente que utilizando corbetas y destructores. De paso, también sirven para formar tripulaciones. Esto no solo incluye la aplicación de la ley en la ZEE, sino también las misiones de búsqueda y rescate, desastres naturales, etc. Por ejemplo, uno de los requisitos para los POM (un proyecto que antecedió al actual proyecto de patrulleros franceses) era que pudiera operar como remolcador de altura (hubiese venido muy bien, por ejemplo, para remolcar el rompehielos).
También en tiempo de Paz, y aunque resulte menos obvio, los OPV pueden utilizarse para hacer inteligencia militar.
En situaciones de Tensión y Crisis y/o “pequeñas guerras” (conflictos de baja intensidad, neocoloniales, híbridos, etc.) existen muchas cosas que no pueden hacerse con grandes escoltas o sería diplomáticamente-correcto utilizar medios menos “amenazantes”. Los OPV pueden ser soluciones adecuadas para ello. Por ejemplo, lucha contra la piratería, la guerra del bacalao, control de la navegación mercante durante la imposición de un embargo internacional, “mostrar la bandera”, etc.
Así que existen “grises” que pueden hacer perfectamente justificable que la Armada tenga OPVs, incluso con la existencia de una Prefectura.
Pero, en muchos de esos grises (como lo que fue la guerra del bacalao) en realidad puede ser contraproducente que un OPV desplegado sea, justamente, de la Armada. Puede ser mucho mejor que sea de la Prefectura. Es algo que depende del análisis de cada caso.
Finalmente, en tiempos de Guerra en realidad los OPV tienen poco y nada que hacer, además de acudir en la búsqueda y rescate de náufragos y buques averiados. Lo cual no es una tarea menor. Pero cabe preguntarse si para estas tareas no es mejor llevarlas a cabo con los avisos.
Como se ve, la guerra no es lo único que hace una Fuerza Armada. Si es la preparación para la guerra lo que la define. La razón de ser de su existencia.
Personalmente, no tengo dudas de que la Armada Argentina necesita una flota auxiliar, incluyendo avisos como los de la clase Neftegaz.
Creo que se necesita un mayor número de este tipo de avisos. Integrando algunas ametralladoras y/o pequeños cañones. Listo.
No creo que la Armada necesite OPVs puros. Los vería más pertinentes en la Prefectura.
Creo que el país necesita un mayor número de modernos OPVs para brindar seguridad en tanto mar, pero creo que la Armada debiera gastar su dinero en otra cosa.