El 21 de mayo de 1982, el piloto de la Royal Air Force Jeff Glover despegó del portaaviones Hermes con la misión de arrojar sus bombas de racimo sobre posiciones argentinas en Puerto Howard, la "capital" de la casi inhabitada Gran Malvina -rebautizada Puerto Yapeyú durante la guerra-. Sería su última misión: Glover evitó lanzar las bombas al ver asentamientos civiles demasiado cerca de su blanco, y al hacer un segundo sobrevuelo para sacar fotos de reconocimiento, su Harrier fue alcanzado por un misil Blowpipe lanzado por comandos argentinos. Volaba a mil kilómetros por hora cuando sintió tres explosiones en su máquina, que empezó a dar vueltas a gran velocidad totalmente fuera de control. Glover logró eyectarse con éxito, y fue rescatado malherido (fractura de clavícula) por tropas argentinas y se convertiría en el único prisionero de guerra inglés. Glover, casualmente nacido un 2 de abril pero de 1954. El médico del Ejército Luis Reale, con grado de mayor, fue jefe de la Compañía de Sanidad 3 en Puerto Mitre (Port Howard), y el primer médico en atender a Glover, herido en el rostro y con una fractura de clavícula. El piloto fue llevado luego a Pradera del Ganso (Goose Green), desde ese lugar a Pto Argentino, y poco después trasladado al continente, antes de la caída de Puerto Argentino. Estuvo en Comodoro Rivadavia ( IX Brigada Aérea), y después en la BAM Chamical ( Pcia de La Rioja). Con intervención de la Cruz Roja Internacional, fue liberado en Montevideo el 8 de julio de 1982.