Luego de la irrupción en el consulado argentino en Punta Arenas
Niegan otro caso de espionaje chileno
Demoraron a dos turistas y se analizaron las fotos que tomaron; desmentida oficial
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Sensibilizados por el episodio similar registrado dos meses atrás en Punta Arenas, los gobiernos de la Argentina y Chile se apresuraron ayer a desmentir las versiones periodísticas que indicaban que dos agentes del servicio penitenciario chileno habían sido detenidos en Río Gallegos por supuesto espionaje.
Según publicó ayer el diario Infobae, los dos agentes trasandinos habían sido aprehendidos el 30 de diciembre frente a la Compañía de Sanidad 11 -hospital militar reducido, con asiento en la capital de Santa Cruz- mientras se comportaban de un modo extraño. La versión señalaba que los detenidos tenían en su poder cámaras fotográficas con imágenes de dependencias militares argentinas y que este hecho habría causado gran preocupación en el entorno del presidente Néstor Kirchner, en el Ministerio de Defensa y en el Ejército.
La Cancillería argentina desmintió que el hecho causara preocupación. "No existen elementos fundados para considerar este episodio como un hecho de espionaje", dice el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El documento aclara que no se efectuaron pedidos de informe al gobierno de Chile, aunque la canciller trasandina, Soledad Alvear, admitió que hubo contactos entre las autoridades de ambos países para discutir el caso.
"La situación está aclarada", dijo Alvear en declaraciones que reprodujo la agencia AFP.
Una alta fuente del Gobierno confirmó a LA NACION que el episodio generó la semana pasada alarma entre jefes de la Gendarmería, que consultaron a las autoridades políticas del área.
Los funcionarios consultados pronto minimizaron la importancia del incidente y por eso, dijeron, no se dio a conocer en ese momento.
El episodio refrescó el recuerdo del incidente que se vivió en el consulado argentino en la localidad chilena de Punta Arenas el 9 de noviembre último. Dos agentes de la inteligencia trasandina fueron sorprendidos entonces mientras intentaban extraer información clasificada de la sede diplomática. Ambas cancillerías condenaron el hecho, y un alto general chileno debió dejar su cargo. Cuatro uniformados fueron procesados por la usurpación, realizada sin instrucciones superiores, según informó el gobierno de Ricardo Lagos.
Desmentida categórica
La Gendarmería desmintió ayer de forma categórica el arresto de los dos ciudadanos chilenos por presunto espionaje. Fuentes calificadas de la XVI Agrupación de Gendarmería "Patagonia Austral", de Río Gallegos, señalaron a LA NACION que no hubo demoras ni detenciones de ninguna índole.
No obstante, el Palacio San Martín admitió que sí hubo demorados, que entregaron voluntariamente los rollos de sus cámaras fotográficas.
Según la versión oficial, se trataba de imágenes de carácter turístico y familiar. Los ciudadanos chilenos -dos hombres, una mujer y un menor- alegaron que estaban de vacaciones.
Se tomaron fotografías junto con carteles con denominación de localidades, distancias y referencias geográficas como fondo. Algunas tomas incluían lejanas imágenes del Hospital Regional y la XI Brigada Mecanizada, según informó la Cancillería. El grupo fue identificado y ya retornó a Chile.
Desde la justicia federal de Río Gallegos, aseguraron que no se inició ninguna actuación por presunto espionaje.
Otro episodio sin esclarecer
Aunque desde hace varias semanas no figura en la agenda pública de ambos países, el incidente en el consulado argentino en la localidad chilena de Punta Arenas no terminó de esclarecerse.
Por ello, las autoridades de la Cancillería mantienen frecuentes comunicaciones con la embajada en Santiago, Chile, para estar al tanto de la marcha del proceso que la justicia militar trasandina lleva adelante.
Una fuente diplomática confió a LA NACION que la embajada argentina en Chile envía reportes casi a diario sobre las novedades del caso.
También elaboró informes con hipótesis de lo que pudo haber ocurrido, aunque las fuentes consultadas evitaron brindar precisiones. "No sé qué podrían estar buscando -se preguntó la fuente-. Entre el material fotocopiado estaba el currículum del intendente de Punta Arenas, que es de dominio público."
Cuando estalló el escándalo, las autoridades de la Cancillería dejaron trascender que daban por superado el incidente con Chile, pero que mantendrían su atención hasta tanto se supieran con certeza los móviles que tuvieron los espías chilenos para entrar en el consulado. Como el juicio se desarrolla en el fuero militar, las actuaciones tienen carácter reservado. Una alta fuente de la Cancillería señaló que la Argentina no descartaba buscar la vía para formar parte del proceso.