Insisten en comprar blindados usados
A pesar de que bastan US$ 40 millones para repotenciar los M113A1 (Oruga), instituto encabezado por general Jorge Celiz Kuong pretende gastar US$ 340 millones en 180 vehículos 8x8 de segunda mano.
- Miércoles 25 de Diciembre del 2019
- 6:00 am
Por: César Rojas
Hace casi un año, el Estado Mayor del Ejército Peruano, jefaturado por el general Manuel Gómez de la Torre, presentó el documento “Concepto Fundamental de Empleo del Ejército”, como parte del “Plan de Transformación Institucional 2019-2051”. En sus páginas se resume, grosso modo en algunos casos, y con precisión en otros, cada propuesta para que los uniformados cumplan mejor sus nuevos roles.
“Es por ello motivo de satisfacción y orgullo, presentarles un resumen de los argumentos más importantes que definen los escenarios futuros para nuestra nación y nuestro Ejército, así como las estrategias necesarias para afrontarlas eficazmente”, escribía entonces el comandante general del Ejército, Jorge Celiz Kuong.
Sin embargo, estas palabras estarían quedando en el aire, ya que lo que dice en el referido documento se estaría dejando de lado, por priorizar una potencial polémica que viene levantando suspicacias desde hace tres años.
En la página 68, “Proyectos derivados del concepto fundamental de empleo” aparece el punto 13 “Repotenciación de vehículos blindados portatropa M113A1 – Overhaul General”. Aquí se sugiere el “update”
“Garantizarán la defensa de la soberanía e integridad territorial, equipamiento adecuado para el apoyo a la Policía Nacional del Perú, en el cumplimiento del rol asignado de participar en Orden Interno. Incrementar la participación del Ejército en misiones internacionales, en operaciones de paz contribuyendo con la participación en la proyección internacional”, es la recomendación oficial.
Son 131 unidades blindadas M113A1 y 24 unidades blindadas M106A1. Las tareas de repotenciación estarían orientadas a una reparación general de los motores (veinte serían modificados a Bulldozer con mayor potencia de motor, y 17 para ambulancias en previsión de que puedan ser empleados en emergencias ante desastres naturales).
Con esto, al mismo tiempo se implementaría la capacidad de transporte blindado por una parte, y se dispondría de capacidades en gestión de riesgo de desastres para proteger a la población afectada.
Altos mandos militares, como el general Celiz Kuong, bajo la lupa.
NUEVOS ROLES
La inversión demandaría alrededor de US$40 millones para reparar 155 unidades blindadas que se encuentran principalmente en el norte y sur del país, con lo cual se recuperaría capacidades y mejoraría la defensa de la soberanía e integridad territorial, en apoyo a la Policía Nacional en Orden Interno.
Otro de los objetivos es cumplir el rol de participación en el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (Sinagerd).
Frente a esta opción, la propuesta que el general Celiz Koung haría llegar al Comité del Fondo de Defensa ignora esta recomendación, y se centra en la correspondiente a “Reposición de vehículos de transporte blindados 8×8 a ruedas”, la cual está en la página 56 del documento inicial.
Es aquí donde se retoma la posibilidad de los Stryker dados de baja por el Ejército de Estados Unidos, pero que la administración de Donald Trump planea colocar en algún país tercermundista desde el 2016.
“Se ha concebido el proyecto para la reposición de los equipos obsoletos por modernos Vehículos Blindados Portatropa a Ruedas 8×8 para equipar a las principales Grandes Unidades, ya que este tipo de vehículos permite la movilidad de las unidades a campo traviesa, proporcionando al combatiente un adecuado nivel de protección y la posibilidad de implementar variantes tales como vehículos IVR, de apoyo de fuegos, de apoyo administrativo, entre otros”, se indica.
Como el proyecto es a largo plazo, se destinarían 340 millones de dólares para adquirir 180 unidades 8×8. Además de los de fabricación norteamericana, ya se evalúa a los VN1 hechos en China -el Informe 001/OCT/DILOG/CETO, de fines de 2016, consideraba también al BTR 80’ (Federación Rusa), al LAZAR III (Serbia) y al BTR 4 (Ucrania).
El Comité de Administración del Fondo de Defensa está integrado por el premier Vicente Zeballos; el canciller Luis Meza Cuadra; el ministro de Defensa, Walter Martos; y el titular del Interior, Carlos Morán. Por ley, solo puede ser fiscalizado por Contraloría de la República y el Congreso.
CUATRO ESTAMENTOS
El fondo en sí se creó en el año 2004, con una inyección extraordinaria del Tesoro Público de 25 millones de dólares, el 20 % de regalías del Lote 88 de Camisea -en el 2005, 40 % desde el 2006- y el 30 % de regalías por el Lote 56 del mismo yacimiento gasífero.
Del monto total, se lo reparten en partes iguales (25 % cada uno) la Policía Nacional, el Ejército Peruano, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea del Perú. El uso indebido del fondo es responsabilidad penal, civil y administrativa.
Como informara EXPRESO hace unos meses, en el Comité de Estudio Técnico Operacional había quince oficiales de distintas especialidades, quienes habían cambiado de criterio respecto a todas las ofertas, excepto la del blindado norteamericano que maneja la empresa General Dynamics Land Systems.
En el caso de los equipos del gobierno de Trump, este alistaba un lote de 178 vehículos de transporte militar M1126 Stryker de segundo uso, por 668 millones de dólares.
El comité encargado del proceso incluso viajó a las instalaciones de General Dynamics Land Systems para evaluar la oferta, pero finalmente esta se cayó.
Y es que no reunía las características técnicas para la geografía peruana. Sin embargo, es una necesidad de servicio reemplazar a corto plazo los obsoletos UR-416 de fabricación alemana, afirman los interesados.
Es decir, se destinarían 340 millones de dólares del Fondo de Defensa solamente a la compra de los 8×8, y estos podrían ser de segunda mano, como se ha venido informando. Se postergaría la repotenciación de los 155 “a oruga” hasta nuevo aviso.
Pero esta demora en mejorar y actualizar los blindados que ya se poseen podría hacerlos inservibles e imposibles de utilizar en el futuro.
Los M113A1 y M106A1 fueron fabricados en Estados Unidos en 1975, y luego puestos a disposición del Ejército Peruano bajo la dictadura de Francisco Morales Bermúdez. Su tiempo de vida es de 44 años, a lo largo de los cuales han sido objeto de mantenimiento y algunos arreglos. La última “actualización” fue en el 2006, pero el plazo de funcionamiento se está venciendo inexorablemente.
Muchas de estas unidades están en la Tercera Brigada de Caballería, en la Sexta Brigada Blindada y en la Comandancia General de la Tercera División. En abril de este año el Servicio de Material de Guerra hizo una primera convocatoria para conseguir repuestos en el mercado local.
EL DOBLE DE UNIDADES
En el caso de los portatropas, integran un motor diésel GMC 6V-53. Para los portamorteros se planea la intervención del sistema de combustible, el de admisión de aire, de refrigeración, motor (con prueba de inyectores en laboratorio), redaje, suspensión, rampa, sistema eléctrico y confección de asientos.
¿Qué se puede hacer? Según oficiales del EP, se podría optar por una solución complementaria: hacerse de 160 8×8 de reciente fabricación, y con el dinero que cuestan veinte de estos vehículos, financiar la repotenciación recomendada por el Estado Mayor del Ejército. Es decir, destinar 300 millones de dólares a nuevos blindados, y US$ 40 millones a los ya existentes.
Uno de los nuevos roles de las Fuerzas Armadas es ayudar en prevención y reaccionar a los desastres, para los cual los “a oruga” han mostrado utilidad.
“Los integrantes del Comité del Fondo deberían evaluar la rectificación de este error estratégico que reduce sustancialmente las capacidades de transporte blindado a oruga del Ejército del Perú. El presidente Vizcarra tiene la solución para enmendar esta falta de visión estratégica de parte del comando del Ejército”, agregaron.
PÁGINAS ABIERTAS
EXPRESO se comunicó con el Ejército, así como con los otros institutos castrenses para que nos expliquen los requerimientos oficiales, pero por el ajetreo de fin de año –ceremonias, pases al retiro, adelanto de destaques- no nos pudieron responder. Nuestras páginas están abiertas.
PAPEL CLAVE
La Agencia de Compras de las FF.AA. tendrá un papel clave en la decisión presidencial de optar por la compra de los vehículos blindados 8×8 Strykers, de fabricación americana (usados) a través del referido fondo, o convocar otras propuestas de vehículos blindados nuevos de similar costo en algunos y menor en otros. El Comité del Fondo de Defensa y el Comité Superior Logístico del Ministerio de Defensa tienen la última palabra.