Noticias de la Fuerza Aérea Argentina

nico22

Colaborador
De la nota que salió en Infobae, destaco esto:


Sí considero importantísimo recuperar la capacidad de interceptación supersónica a través de la adquisición de un avión caza, multirrol, de cuarta generación. La idea es poder tener, al menos, un contrato firmado a tal fin en el corto plazo.
 
Creo que la FAA busca un avion nuevo con tecnologia actual y precio acorde a lo que puede gastar con el magro presupuesto de que dispone.

eso no lo niego, ni lo critico, pero...

sabemos que el gancho del contrato no lo pone la FAA

ojala se de lo que planea la fuerza
 
Me imagino ya para esa epoca un radar AESA:D.

Con respecto a los Pampa, no me quedo claro, el dijo que se imagina 24 aparatos el total o del III?, calculo que lo ultimo.:rolleyes:
 
Todo se sigue pateando para adelante, una lastima. Cuanto tiempo ya llevamos con el reemplazo del sistema Mirage dado de baja?, ahora cuanto tiempo lleva la novela del caza complementario?, siempre es lo mismo, todas intenciones que despues caen en saco roto. No hay un mango para nada y mucho menos para aviones de combate. Triste pero real realidad de nuestro querido Pais. Intenciones muchas, concretas casi ninguna.

Saludos.-
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Tenemos los Hercules en oferta, que aprovechen que se van y no vuelven.
Aerius
Ya fue comunicada oficialmente por los canales que corresponden la oferta por los Dumbos del ALA31.
No hay aceptabilidad politica para la adquisicion.Otra oportunidad perdida similar a la de los F-1 que hoy orgullosos vuelan en Nellys AFB para Draken.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
DEFENSA Y SEGURIDAD
Repatriación y apoyo logístico, el despliegue aéreo militar contra el COVID-19
Desde los inicios de la pandemia, la Fuerza Aérea Argentina voló al exterior para repatriar argentinos y llevó médicos e insumos a diferentes puntos del país. ¿Cómo se organizan estas tareas en el marco de la operación militar más grande de los últimos tiempos?
Por Redacción DEF
22 de Agosto de 2020


“Nosotros ya tenemos una preparación e intervención en varios aspectos en lo que respecta a misiones subsidiarias”, detalla el brigadier Oscar Emilio Palumbo. Foto: Fernando Calzada.
“Operación General Manuel Belgrano” se denomina al despliegue militar más grande de los últimos años. A lo largo y ancho del país, los efectivos de las Fuerzas Armadas llevan adelante tareas planificadas en un contexto interagencial.

Con suma efectividad, cada una de estas actividades se concentra en distintas misiones “bajadas” a nivel táctico, en las que hoy no enfrentan a un enemigo extranjero, sino que asisten a los compatriotas que necesitan de la ayuda del Estado con extrema urgencia. Esta emergencia encontró a muchos militares orgullosos de poder estar presentes cuando los argentinos los necesitan; sin embargo, no es la primera vez que cumplen con una misión de este estilo, puesto que actúan hace años ante catástrofes, como inundaciones e incendios.

La Fuerza Aérea logró repatriar a más de 2000 compatriotas y llevó a casi 500 argentinos a sus hogares en el interior del país. Foto: Gentileza Fuerza Aérea.
“Nosotros ya teníamos una preparación e intervenciones previas en tareas de asistencia a catástrofes, que se encuadran en nuestras misiones subsidiarias o complementarias”, detalla el brigadier Oscar Emilio Palumbo, comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Fuerza Aérea Argentina, en diálogo con DEF. En esta oportunidad, su fuerza logró repatriar a más de 2000 compatriotas, llevó a casi 500 argentinos a sus hogares en el interior del país, y realizó 700 horas de vuelo para trasladar personas, respiradores, insumos, muestras y médicos a las provincias.


¿Quién informa a los conductores sobre los medios y efectivos disponibles para desplegar y así aplicar una mejor estrategia? En la Fuerza Aérea, lo hace el brigadier Palumbo: “De mi comando, dependen aproximadamente 6000 personas en todo el país. Además, tengo la responsabilidad de la operación de todos los medios operativos, aéreos y terrestres, de la Fuerza, con excepción de aquellos que se encuentran en la Dirección de Educación -destinados a la formación de nuevos pilotos- y en la Dirección de Investigación y Desarrollo”.

El personal de la Fuerza Aérea, según Palumbo, puso el máximo esfuerzo para adaptarse a esta situación particular. Sin embargo, afirma que estaba capacitado para llevar adelante este tipo de actividades. Foto: Gentileza Fuerza Aérea.
La misión del Comando de Palumbo es alistar y adiestrar al personal y al material, ya sea en la Antártida o en las fronteras. De hecho, antes de que llegara la pandemia, ellos se encontraban abocados a generar las capacidades para poder cumplir con la misión primaria de la Fuerza. “Pusimos el máximo esfuerzo para adaptarnos a esta situación particular, aunque ya veníamos preparados para este tipo de actividades”, explica el brigadier, quien también resalta las relaciones interagenciales generadas exitosamente a partir de la crisis sanitaria, como aquellas que tuvieron que mantener con EANA (Navegación Aérea Argentina) y otros ministerios, además del de Defensa, como el de Relaciones Exteriores y Culto, Salud y Seguridad.


“No tenemos tripulaciones infinitas. Tengo que preservarlas y, en vez de hacerlo con tácticas militares, lo tuvimos que hacer con protocolos sanitarios. Eso fue lo innovador de esta guerra. Buscamos sobrevivir al contagio para evitar bajas internas que nos impidieran cumplir con la tarea que nos encomienda el Estado”, dice.


Máxima seguridad sanitaria

Desde fines de febrero, la Fuerza Aérea puso a disposición a sus aeronaves para realizar los vuelos al extranjero que tenían como objetivo regresar al país a los argentinos repatriados. En ese contexto, el caballo de batalla fue el Hércules C-130, avión que realizó un promedio de una salida día por medio y trasladó a 70 argentinos en cada vuelo. “Fue un gran esfuerzo de personal y de material. La capacidad de recuperación que hemos tenido entre los vuelos fue gracias al compromiso de nuestro personal técnico. Hubo noches enteras en las que se quedaron trabajando para que el avión pudiera despegar a primera hora. Conozco el empeño, trabajaron sin parar”.


Sin embargo, Palumbo también tuvo que involucrarse, sobre todo a la hora de poder coordinar los vuelos con Cancillería. “El salir al extranjero fue un tema interesante porque, en este caso particular, los países desde los que debíamos salir a repatriar connacionales nos hacían trabajar con ventanas de tiempo y eso condicionaba el cumplimiento de la misión. Tratamos de hacer lo posible para cumplir con la gente. Fue una cuestión intensa pero reconfortante”.

Desde fines de febrero, la fuerza puso a disposición a sus aeronaves para realizar los vuelos al extranjero que tenían como objetivo regresar al país a los repatriados. Foto: Gentileza Fuerza Aérea.
Además de las coordinaciones, desde el comando, prestaron detallada atención a los protocolos necesarios para el transporte. Lo primero que tuvieron que enfrentar fue la asepsia frente a una posibilidad de contagio. Para ello, y en conjunto con la Dirección de Salud de la Fuerza, se aplicaron protocolos de máxima seguridad. Por ejemplo, en el caso del Hércules, los tripulantes utilizaron barbijos, trajes de seguridad sanitaria e ingresaron por entradas exclusivas. Una vez que subía el personal de la Fuerza, recién ahí ingresaban los pasajeros. Solo tres tripulantes permanecían en contacto con ellos, entre ellos un médico. Porque, además de los controles sanitarios que se hacían en cada país, la Fuerza Aérea también llevaba adelante un chequeo para evitar el contagio entre pasajeros. “En el Fokker F-28, se debió aplicar un protocolo distinto ya que posee un solo ingreso. Aun así, la tripulación quedó aséptica en la cabina”, sostiene el oficial, quien también detalla que los vuelos se hicieron a países como Perú, Ecuador y Brasil.


Las aeronaves militares debieron trasladar a los argentinos que se encontraban en el extranjero al momento de cierre de las fronteras ante la llegada de la pandemia. ¿Cómo se vivieron esos vuelos al interior de la Fuerza? “Son esas cosas que nos golpean. Tuve la oportunidad de recibir gente, estaban todos muy emocionados. Algunos volvían a ver a sus familias y otros, simplemente, se emocionaban cuando comían el alfajor de las viandas que les habíamos preparado”, confiesa Palumbo. La Fuerza Aérea, teniendo en cuenta que muchos de los repatriados habían estado los días previos al vuelo prácticamente sin comer, preparando sus pertenencias y documentos para regresar en las fechas en las que cada país autorizaba, proporcionó un refrigerio con alimentos autorizados por Sanidad de Fronteras. “Buscamos traer a los pasajeros en las mejores condiciones, salvando las incomodidades que supone volar en un Hércules, que es un avión de combate”, manifiesta.

Amar la profesión


Cada etapa fue disfrutada con sumo profesionalismo por el personal militar. “Buscamos cumplir con la misión que nos da el Estado. Somos una organización que está al servicio de la gente, incluso para dar la vida en defensa de la Patria”, enfatiza.

Para extremar los controles, una vez que subía el personal de la fuerza, recién ahí ingresaban los pasajeros. Solo tres personas quedaban en contacto con los pasajeros, entre ellos un médico. Foto: Gentileza Fuerza Aérea.
Además de las asistencias, la Fuerza Aérea continúa con sus misiones tradicionales, como, por ejemplo, la de vigilancia y control del aeroespacio en las fronteras, el abastecimiento a las bases antárticas o el adiestramiento de sus pilotos y tripulantes: “Esta es una empresa que no para. Tuvimos que pensar en dividir a nuestros equipos en dos para evitar los contagios y asegurar la continuidad de las operaciones”.


Palumbo explica que, cuando era chico, su padre siempre le recordó que solo un pequeño porcentaje de la población puede trabajar de aquello que lo apasiona. Por eso, pese a desconocer el ámbito castrense, ingresó a la Fuerza con el único propósito de estar “cerca de los aviones”. Se encontró con una carrera que le permitió volar aeronaves de combate, como los Pucará y los A4, entre otras tantas. Hoy le toca estar al mando de 6000 efectivos: “A mi gente, le transmito mi agradecimiento por el esfuerzo. Asimismo, le pido profesionalismo. La verdad es que, cuando uno ve compromiso y ganas de presentar soluciones, a los conductores les es más fácil llegar a cumplir con la misión de forma efectiva”.
 
Se ah bajado las perspectivas de adquisiciones en prácticamente todo, salvo casos muy puntuales de material como el reemplazo de los Lama, lo cual no deja mucho margen de maniobra ya que sin heli de alta montaña los Pampa tendrían que dejar de volar sobre los Andes..
Por lo demás al parecer se renuncio al reemplazo de los Deltas al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de C-295 al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de mas MI-171, lleno de flores a los 412 asique supongo que en el mediano plazo si hay adquisiciones de helis utilitarios serán mas 412. Se esta poniendo todos los porotos en un Lift como principal medios de defensa aérea para los próximos 15 o 20 años?....Mmmmmmm la FAA se esta transformando en una ANG tan paulatinamente que ni cuenta me eh dado.. -:(-
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
DESARROLLO
De Malvinas a la pandemia, el presente del hospital reubicable de la Fuerza Aérea
El nosocomio, que hoy presta apoyo en la crisis sanitaria, participó en varias misiones humanitarias. “Siento una gran responsabilidad”, dice su directora.
Por Redacción DEF
22 de Agosto de 2020

“Siento una gran responsabilidad, no solo por los pacientes, sino también por el personal que tengo a cargo”, dice la directora del hospital, la vicecomodoro Daniela Ibarra. Foto: Fernando Calzada.
Para entender la importancia que reviste el Hospital Militar Reubicable (HMR) de la Fuerza Aérea, es imprescindible conocer su trayectoria. “Estuvo en Comodoro Rivadavia, durante el conflicto de Malvinas. Luego, en Mozambique. Más tarde, lo hizo en Kosovo. También atendió durante el terremoto que afectó a Chile en 2010 y se instaló en Haití desde 2004 hasta 2017”, indica su directora actual, la vicecomodoro Daniela Ibarra. Un dato: ella fue médica de este hospital en Haití y, allí le tocó atender a la población afectada por el huracán que azotó a la isla en 2016.

Hoy, a ella, le toca vivir un nuevo desafío: ser la responsable de este hospital durante una pandemia. ¿Cómo lo vive? “Siento una gran responsabilidad, no solo por los pacientes, sino también por el personal que tengo a cargo. Desde que se activó nuestro hospital reubicable, ya han sido internados 110 pacientes COVID-19 positivo”, relata. Las cifras cambian día a día, pero el protocolo es el mismo para todos: cuando los pacientes ingresan, se les realiza el triage en el Hospital Aeronáutico Central. Aquellos que presentan síntomas de leves a moderados y con compromiso respiratorio sin complicaciones, son trasladados al reubicable para completar el aislamiento.

Caballo de batalla


EL HMR está integrado por 12 módulos que se conectan entre sí y que pueden ser desplegados en cualquier tipo de superficie. Dentro de ellos, hay 24 camas de internación, dos camas de terapia intensiva, área de triage, office de enfermería, sala de médicos, área de descanso y baños.

En este momento, detalla su directora, el plantel de profesionales está integrado por 15 enfermeros, 20 médicos especialistas en clínica médica, y cuenta con el apoyo de las especialidades del Hospital Aeronáutico Central y de otras unidades de la Fuerza.

El hospital está integrado por 12 módulos que se conectan entre sí y que pueden ser desplegados en cualquier tipo de superficie. Foto: Fernando Calzada.
“La actividad es las 24 horas, los siete días de la semana: se inicia al tomar la guardia a las ocho de la mañana, con los médicos y enfermeros. En esta oportunidad, se realiza el pase con las novedades surgidas, y los pacientes son examinados por turno. Además, los médicos se ocupan de la confección de las altas, las epicrisis, el control de las planillas SISA (planillas del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino) y la coordinación de traslados, ya que este es el punto de salida de los pacientes positivos para COVID-19 una vez que cumplen con el aislamiento”, explica la vicecomodoro, en referencia a las jornadas que vive en estos tiempos.



En ese contexto, Ibarra resalta el rol que cumplen los enfermeros y el trabajo que realizan, desde su encargado, el suboficial principal Adrián Ortiz hacia abajo. “Ellos son los que están en la primera línea y expuestos la mayor cantidad de tiempo, porque no solo llevan adelante tareas asistenciales, sino que realizan las logísticas y administrativas”, comenta.

Sin bajar la guardia


“La preocupación por el contagio existe, aunque, a esta altura, el nivel de incertidumbre y de temor fue disminuyendo a medida que fuimos sumando conocimiento y experiencia”. Sin embargo, aclara que sigue instando en forma permanente al personal “a no bajar la guardia”, en lo referido a los controles y al cumplimiento de los protocolos. La doctora agrega que los profesionales que atienden en el HMR logran cumplir sus funciones con responsabilidad y dedicación, aun cuando se perciben en ellos sentimientos de angustia y miedo por los peligros “lógicos y razonables que supone el desarrollo de sus funciones”. Incluso, detalla que algunos de ellos han debido alejarse de sus seres queridos para no exponerlos al virus.

La actividad es de 24 horas, los siete días de la semana: se inicia al tomar la guardia a las 8 de la mañana, con los médicos y enfermeros. Foto: Fernando Calzada.
Haití, una experiencia fortalecedora para sobrellevar la pandemia


Antes de dirigir el hospital, Ibarra participó de la misión de paz en Haití. Allí, durante seis meses y como profesional de la sanidad militar, pudo realizar traslados aéreos y atendió patologías vinculadas a enfermedades infectológicas, como dengue, malaria, cólera y tuberculosis. “Profesionalmente, viví una experiencia inolvidable y única. Recuerdo que también concurríamos a los orfanatos para poder asistir a los niños que habían perdido a sus padres durante el huracán. Guardo en mi memoria, muy especialmente y con cierta nostalgia, el día en el que me tocó atender el parto de una mujer haitiana, cuya niña lleva mi nombre: Daniela Bocagge”, confiesa, emocionada.

Al haber sido destinada en el HMR, la vicecomodoro conoce su funcionamiento y está familiarizada con sus características: “Después de tantas vivencias, tanto profesionales como personales, siento que esa experiencia me fortaleció para poder afrontar la nueva misión que nos toca llevar adelante durante la pandemia provocada por el COVID-19. Además, siento una gran responsabilidad, porque este hospital tiene una significativa historia, en lo que refiere a apoyo sanitario en los distintos despliegues, dentro de la Fuerza Aérea”.


Médica militar

La vocación de servicio que experimentan los médicos, en Ibarra, se mezcla con la militar. Ella se describe como una apasionada por su especialidad: la gastroenterología y la endoscopía. Sin embargo, como profesional de la sanidad castrense, pudo realizar traslados aéreos, participó de misiones de ayuda humanitaria y se desplegó en zonas inhóspitas, como la Antártida.

La doctora Ibarra junto a su equipo de trabajo. Foto: Fernando Calzada.

“Después de 23 años de servicio, y de haber pasado por varios destinos y misiones, siento que la Fuerza Aérea me permitió evolucionar como persona, como profesional y militar. La honro cumpliendo mis funciones con total entrega. Me siento orgullosa de pertenecer”, finaliza durante uno de sus breves descansos antes de continuar atendiendo en una de las tantas jornadas agotadoras que le toca vivir en tiempos de pandemia.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Se ah bajado las perspectivas de adquisiciones en prácticamente todo, salvo casos muy puntuales de material como el reemplazo de los Lama, lo cual no deja mucho margen de maniobra ya que sin heli de alta montaña los Pampa tendrían que dejar de volar sobre los Andes..
Por lo demás al parecer se renuncio al reemplazo de los Deltas al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de C-295 al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de mas MI-171, lleno de flores a los 412 asique supongo que en el mediano plazo si hay adquisiciones de helis utilitarios serán mas 412. Se esta poniendo todos los porotos en un Lift como principal medios de defensa aérea para los próximos 15 o 20 años?....Mmmmmmm la FAA se esta transformando en una ANG tan paulatinamente que ni cuenta me eh dado.. -:(-
Muy buena sintesis.
 

Finback Ale

Miembro del Staff
Moderador
Se ah bajado las perspectivas de adquisiciones en prácticamente todo, salvo casos muy puntuales de material como el reemplazo de los Lama, lo cual no deja mucho margen de maniobra ya que sin heli de alta montaña los Pampa tendrían que dejar de volar sobre los Andes..
Por lo demás al parecer se renuncio al reemplazo de los Deltas al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de C-295 al menos en el mediano plazo, se renuncio a la adquisición de mas MI-171, lleno de flores a los 412 asique supongo que en el mediano plazo si hay adquisiciones de helis utilitarios serán mas 412. Se esta poniendo todos los porotos en un Lift como principal medios de defensa aérea para los próximos 15 o 20 años?....Mmmmmmm la FAA se esta transformando en una ANG tan paulatinamente que ni cuenta me eh dado.. -:(-
Las ANG generalmente tienen más poder incluso que cualquier forca aérea del mundo
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Referente a las dos entrevistas realizadas al JEMGFA,una por DEF/INFOBAE y la otra por ZM,podemos sintetizar que todos los temas tratados en ambas se han profusamente descriptos,ensayados,comunicados,confirmados e incluso discutidos entre los señores foristas que escriben en este tema en particular ( Mi 171E,FK-28,FK-27,A4AR,VIGIA2B,HURON,B-737,TC-66,TC-100,EMB-312,FONDEF,IA 63 III.......y la espera eterna del C-295,FA-50)
El sol seguirá saliendo por el Este y dará paso a la noche escondiéndose por el Oeste.....y bajo su dominio estelar en nuestra galaxia nada nuevo sucederá por estas coordenadas del Sur de LA.
 
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