"Me dieron dos condecoraciones: una medalla de oro, al heroico valor en combate, y otra de plata, al herido en combate. La vendí al poco tiempo; no había trabajo y ya tenía un hijo, había conseguido un terrenito, pero me faltaba un techo. Las vendí muy baratas, las regalé, pero me alcanzó para las chapas de cartón. Ahora, no tengo más que el pergamino que me dieron y todo lo que llevo en el corazón." (Juan Carlos Morinigo, fletero, uno de los Soldados conscriptos que defendió el cuartel)
“¿Quién iba a pensar que una provincia marginada, aislada y desconocida, iba a sufrir lo que sufrió? (Fermín Cabrera, ex Soldado conscripto)
Introducción
"Operación Primicia" fue la acción más espectacular de la guerrilla argentina en toda su historia. Ocurrió la tarde del
5 de Octubre de 1975, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón -Isabel-, que en aquellos días reposaba en las sierras de Córdoba, reponiéndose de sus problemas de salud; su lugar era ocupado por el senador Ítalo Luder, que intentaba sacar a flote a un gobierno que naufragaba en medio de una tormenta.
Unos setenta combatientes participaron en forma directa en esta operación, que fue realizada por Montoneros, la guerrilla peronista.
Fases de la operación
El Orden General de "Operación Primicia" constaba de 5 etapas:
1- Secuestro del vuelo 706 “Ciudad de Trelew” de Aerolíneas Argentinas, con ciento dos pasajeros y seis tripulanes a bordo, que fue desviado a la ciudad de Formosa. (A 1.190 Km de Bs. As).
2- Copamiento del Aeropuerto Internacional El Pucú, en la entrada de la ciudad donde asesinaron a un policía.
3- Ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29. En veinte minutos de combate, hubo veinticuatro muertos, doce de cada lado, entre ellos diez soldados conscriptos, todos formoseños.
4- Fuga en un Boeing 737-200 de Aerolíneas y un Cessna 182 de cuatro plazas.
5- Aterrizaje en el avión de Aerolíneas en una estancia cerca de la ciudad de Rafaela. El Cessna aterrizó en Corrientes.
La acción
En la calurosa tarde formoseña del domingo 5 de octubre de 1975, se fraguaba una traición.
Los conscriptos del Regimiento 29 volvían al retén luego de un partido de fútbol. Eran jóvenes de 20 y 21 años que se hallaban realizando el Servicio Militar Obligatorio en cumplimiento de la Ley N. º 4.301.
Algunos de ellos tenían un buen nivel de instrucción formal, como el santafesino Luis Roberto Mayol, que estudiaba Derecho; otros, como Hermindo "el Negro" Luna, en cambio, estaban aprendiendo a leer y escribir en el cuartel.
Pero todos, usaban el mismo uniforme que los convertía en camaradas y juraban la misma bandera que los hermanaba. Inmediatamente después del partido los conscriptos fueron a ducharse, todos reían menos uno…Mayol.
Aquel era el día elegido por los terroristas para llevar a cabo un espectacular golpe contra el Ejército Argentino, con la intención de intimidar al gobierno constitucional de ‘Isabel’ Perón.
Además del hecho propagandístico, Montoneros se proponían dotarse de cuantas armas pudieran tomar del cuartel del Regimiento.
Ellos habían comprometido un centenar de efectivos fuertemente pertrechados, llevando ametralladoras, fusiles FAL con 5 cargadores por hombre, escopetas recortadas, granadas, minas vietnamitas y equipos de comunicación portátiles.
Vestían uniformes azules y contaban con una muda de ropa civil y documentos falsos. Para desplazarse disponían de 11 vehículos y una avioneta.
La operación, minuciosamente planeada, establecía un asalto simultáneo al Regimiento y al aeropuerto "El Pucú" de Formosa, cuyo control era vital para la posterior evasión de los terroristas, escape que se realizaría con un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas desviado de su ruta original Buenos Aires-Posadas.
La irrupción al cuartel se efectuaría mediante un ataque a la Guardia y una penetración por el área posterior de la unidad.
En cuanto a la inteligencia previa, los Montoneros tenían "ojos" dentro del cuartel.
Mientras algunos conscriptos dormían y otros en encontraban ya duchándose, Mayol -famoso por sus bromas- le arrebató el fusil a su compañero del Puesto de Guardia Nº 2 y abrió los portones para permitir el ingreso de 5 camionetas que transportaban unos treinta terroristas fuertemente armados.
El primer vehículo se dirigió al Puesto de Guardia Nº 1, cerca de la Guardia Central, donde el Sargento Víctor Sanabria estaba intentando operar una radio, y al descubrirlo, lo mataron para cortar toda comunicación con el exterior.
Simultáneamente, otro pelotón de montoneros entró al dormitorio de la Guardia y mató a 5 Soldados que se hallaban durmiendo.
Otros conscriptos murieron en las duchas, alcanzados por las granadas arrojadas desde las ventanas del baño.
Conducidos por el conscripto entregador, los subversivos sabían muy bien dónde se hallaban los depósitos de armas y de municiones.
Cuando se acercó un Subteniente que había oído los disparos, Mayol le apuntó con su FAL, pero el arma se trabó y el oficial logró abatirlo. Les fue sencillo en el pabellón de la “Compañía A”, donde mataron al Subteniente Ricardo Massaferro, un joven de 21 años. Yaguer, el jefe del ataque, se dirigió hacia el depósito de armas (sólo se iban a llevar unos 18 fusiles FAL y un FAP de los 200 que habían), mientras un grupo fue a controlar la reserva de Soldados que descansaba en el pabellón de la “Compañía B”.
El "Negro" Luna, quién se hallaba de guardia en la Compañía Comando, decidió enfrentar a 5 guerrilleros que saltaron de una de las camionetas y lo encararon.
-“¡Rendite, negro, que con vos no es la cosa!"-, le increparon.
-"¡Acá no se rinde nadie, mierd@!" -, respondió.
Hermindo Luna, fusil en mano, mientras intentaba replegarse sobre el fondo de la Compañía, les dió tiempo a sus camaradas para reaccionar.
Tuvo lugar un intercambio de disparos hasta que fue alcanzado por una ametralladora desde una de las ventanas del baño.
La tenaz resistencia presentada por los "colimbas" sorprendió a los terroristas, que esperaban encontrarse con ‘provincianos adolescentes más interesados en levantar los brazos que en responder con balas’, tal como escribiera luego uno de ellos.
Los demás lograron tirarse al piso y trabaron la puerta con su cuerpo para evitar el ingreso de los montoneros, mientras una segunda ráfaga pasaba por encima de sus cabezas. En cuanto el fuego se detuvo, los Soldados abrieron una ventana del fondo de la habitación, por la que salieron al parque.
Los guerrilleros ocupaban el pasillo cuando vieron salir a los Soldados hacia el parque. Alcanzaron a dispararles y le dieron a dos, que salieron lanzados por la fuerza del impacto. Los demás se arrojaron al pasto con sus fusiles en la mano, y contra todos los pronósticos, giraron para devolver los disparos.
La resistencia de los Soldados tuvo, a los segundos, un apoyo decisivo de parte de dos o tres Suboficiales y Soldados que en otro flanco del cuartel, en el ala sur, habían alcanzado una ametralladora
MAG asentada junto al mástil de la Plaza de Armas del Regimiento.
Los montoneros decidieron entonces la retirada. Se tenían que ir rápido, porque los esperaba el avión secuestrado y los refuerzos del cuartel no tardarían en llegar. Sin embargo, el repliegue deberían hacerlo por un sector abierto del predio, sin cobertura, la zona del lapacho.
Empezaron a cruzar de a dos en dos, corriendo en zig zag, tirándose cuerpo a tierra, pero los esperaban los tiros de la metralla y los de los Soldados con sus fusiles. Fue letal. Uno tras otro fueron cayendo hasta contarse doce. Entre los últimos estuvo Roberto Mayol, que quedó tumbado boca arriba justo al pie del lapacho, muerto.
Para empezar, una vez que los demás guerrilleros lograron huir hasta el aeropuerto y subir al Boeing que los llevó a Santa Fe, donde aterrizaron en un campo cercano a la localidad de Angélica.
Veinte minutos de combate, el fuego cesó, y las heridas aún sin cerrar…
El saldo de víctimas:
-Doce guerrilleros
-Diez Soldados conscriptos.
-Un Sargento y un Subteniente.
-Tres civiles. (Vecinos de la zona a quiénes erroneamente se supuso terroristas)
-Un Agente de policía (Abatido por Montoneros en el Aeropuerto Internacional El Pucú)
Aproximadamente fueron 48 los "oficiales" montoneros que participaron del ataque al RIMte 29 en Formosa. En esta sección he incluido los nombres más importantes, considerando su reputación y archivo personal. Además conjunto a esta nómina, incluyo los nombres de varios conscriptos abatidos y un civil.
PERSONAL DEL EJERCITO ARGENTINO
Hermindo Luna: “El Negro”
Oriundo de la localidad de
Las Lomitas -a 300 km de la capital formoseña-, hijo de matrimonio de campesinos muy pobres. Aquél fin de semana, Luna estaba libre pero, como solía suceder con los conscriptos del interior que no tenían dinero para viajar a sus casas, había aceptado cambiar su franco por los pesos que le pagó uno de sus compañeros. Su famoso grito -“¡Acá no se rinde nadie carajo!”- sirvió para alentar a sus compañeros, que se despertaron del ruido.
La madre y el padre del fallecido conscripto fueron a retirar el cuerpo de su hijo vestidos de luto y descalzos. En su honor, hoy en día el Salón de Eventos del Regimiento lleva el nombre de "Soldado Luna".
Subteniente Ricardo Massaferro:
Nació en Capital Federal. Hijo del Mayor retirado Ricardo Massafero, un peronista de la Resistencia que había estado a punto de ser fusilado en la rebelión de 1956 contra el general Pedro Aramburu y su Revolución Libertadora. Aquél domingo era jefe del retén, en la Compañía A Massaferro fue sorprendido con dos tiros de Itaka en la cabeza. Después del ataque, su rostro totalmente desfigurado tuvo que ser reconstituido mediante la ayuda de uno de los conscriptos, el soldado Silverio Molina, para que sus padres lo retirasen. Una de las principales calles que rodean al RIMte 29, lleva su nombre.
Heriberto Dávalos:
Oriundo de Misión Tacaaglé, a unos 200 km de Formosa capital, hijo de un matrimonio de agricultores. Tenía 21 años, según el testimonio de otro soldado, Juan Carlos “Topo” Morinigo, Dávalos se estaba bañando cuando escuchó el estruendo e inmediatamente salió corriendo recién cambiado por lo que decidió no hacer cuerpo a tierra. Duda fatal para él, su cuerpo había sido alcanzado por una ráfaga de ametralladora que lo tiró al piso.
Edmundo Sosa:
Formoseño, quién trabajaba como obrero metalúrgico, vivía con su hermana. Sosa no debería haber estado aquel domingo ya que fue uno de los seleccionados en su Compañía, pero rechazó el premio. Su cara fue desfigurada de dos “itacazos” al igual que Massaferro.
Fermín Cabrera: (Sobreviviente)
Por entonces Soldado Furriel de la Guardia. Fue quién asistió al maltrecho soldado Luna cuando este cayó herido. Había ingresado a la Conscripción en Enero del 75, se retiró al año. Hoy en día es Secretario Legal de ATE Formosa y todavía recuerda el alias de uno de los Montoneros a quiénes llamaban “Parpo”.
terroristas montoneros
Raúl Clemente Yaguer: “Roque”
El hombre que diseñó el plan era ingeniero químico, santafesino, número cuatro de la cúpula nacional de Montoneros y Secretario General de la Regional Litoral con el grado de Oficial Superior. Yaguer estaba a cargo de las “operaciones especiales” y conocía bien el terreno porque había sido el organizador y el primer jefe de Montoneros en el nordeste, que abarcaba el norte de Santa Fe, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones. Luego en 1973, fue ascendido y trasladado a la Conducción Nacional; su lugar en el nordeste fue ocupado por Fernando Vaca Narvaja. Había participado en la voladura de un avión Hércules C-130 en el aeropuerto de Tucumán y el cobro en Ginebra de más de la mitad de los 60 millones de dólares pagados por la liberación de los hermanos Born, para lo cual había contado con el asesoramiento financiero de David Graiver. A Yaguer lo mataron en Córdoba el 30 de Abril de 1983.
Mario Lorenzo Konkurat: “El Jote”
Fue Jefe Sección de Combate ‘Fred M. Ernst’ -y responsable de la operación -. Konkurat era pampeano, casado con Claudia Urondo –la hija del periodista Francisco "paco" Urondo-, se distinguía por su puntería y su capacidad militar. Antes de pasar a Montoneros estuvo en las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). Detenido junto a su esposa, el 3 de septiembre de 1976.
Andrés Castillo: “Quique”
Oficial 2º montonero. Mencionado en el libro Nunca Más, como Secretario de Organización y responsable de la UBC Goya. Logró salvar su vida y abandonó la organización por pedido de su familia en 1976, pero sus propios compañeros lo delataron y un grupo de la ESMA lo capturó, luego de colaborar, fue dejado en libertad.
Luis Roberto Mayol: “Lorenzo”
“Mayol era pícaro, bicho, astuto. Me acuerdo cuando iba a cortarle el pasto a la casa de uno de los superiores”. (Ricardo Valdéz, ex soldado conscripto).
Luis Mayol era el soldado “topo”. Como conscripto fue destinado inicialmente al Batallón de Arsenales 121 San Lorenzo y debido al intento de copamiento de esta unidad militar el 21/04/75 por el ERP, fue reasignado en el servicio de conscripción al RIMte 29, por la sospecha de posible participación en esta acción. Se formó muy joven con los jesuitas, su lectura de cabecera fue la revista Cristianismo y Revolución, había fundado en Santa Fe el Movimiento de Acción Secundaria (MAS), que confluiría luego en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Era estudiante de Derecho, luego interrumpió sus estudios para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio. Antes de Formosa, había operado en Santa Fe, dirigió el ataque contra las oficinas de Télam. Roberto Mayol murió en combate, su cuerpo fue entregado a los familiares.
Horacio Miguel Pietragalla: “Cacho”
Oficial 1º Montonero a cargo de controlar una Compañía. En la Causa Néstor Carlos Salas y otros S/Infracción a la Ley 20.840 del Juzgado Federal de Resistencia. Salas lo menciona viajando con él, con Cardozo y Velásquez –integrantes Montoneros- en una camioneta para participar del copamiento, en dicho vehículo transportaban armamento, munición y granadas. Fue muerto el 08/11/75 en Córdoba, por el Comando Libertadores de América.
Osvaldo Isidoro Colombo: “Beto”
Oficial 1º Montonero a cargo del control de una Compañía. Muere en un enfrentamiento armado con efectivos del Ejército y Policiales el 06/11/76 en Corrientes, (Diario "Epoca" del 07/11/76), publicado su nombre como Eduardo Isidro Colombo. Es mencionado en la causa de Néstor Carlos Salas y otros S/Infracción a la Ley 20.840 del Juzgado Federal de Resistencia. Oriundo de Rafaela-Santa Fe, participa en la preparación de la logística previa en la zona para recibir a los atacantes del RIMte 29, entre otras tareas preparan varios “embutes” o depósitos de gran magnitud destinados a esconder el armamento proveniente de ese ataque durante un tiempo.
Néstor Carlos Sala y Mirta Susana Clara de Sala: (La investigación de la justicia federal sobre Operación Primicia está caratulada “Sala, Néstor Carlos y otros s/Infracción a la Ley 20.840”).El jueves 9 de octubre de 1975, la Policía del Chaco detuvo en Resistencia al matrimonio Sala. Durante el allanamiento de la vivienda fueron encontradas armas “de todo calibre”. Granadas, planos de Resistencia y Formosa, documentos en blanco, cédula de identificación de automotores y una copia del juicio realizado por Montoneros al militante Fernando Haymal, condenado a muerte por haber facilitado la detención y el asesinado de Marcos Osatinsky, uno de los miembros de la Conducción Nacional. En la manifestación extrajudicial, Sala dijo que era oficial primero de Montoneros y que había llegado a Resistencia en julio del 75’ para colaborar en la reorganización de la Columna 26. Néstor Sala murio el 13 de Septiembre de 1976. Susana Clara fue liberada en 1981.
Carlos Kunkel: (Actual diputado nacional por la provincia de Bs.As.)
El 11 de Marzo de 1973, en las elecciones que ganó el peronismo, Kunkel fue elegido diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, y menos de un año después, el 24 de Enero de 1974, renunció junto a otros siete legisladores oficialistas, debido a un proyecto de ley enviado por el entonces Presidente Juan D. Perón, que reformaba el Código Penal para endurecer la represión contra la guerrilla: incluía mayores penas contra la tenencia de armas de guerra. El consejo superior del peronismo lo expulsó y Montoneros (porque él era oficial primero de Montoneros) lo envía a Resistencia, Chaco.
Civiles
Juan Carlos Taparelli: (Ex Interventor Federal de la provincia de Formosa)
El por entonces diputado santafesino Juan Carlos Taparelli, había sido designado Interventor Federal de la provincia de Formosa. La tarde del 5 de Octubre de 1975, regresaba de su primer viaje al interior de la provincia en el avión Piper Navajo LV-JXM, de la gobernación. Al aterrizar, se encontró con el Aeropuerto tomado, él y su piloto debieron echarse cuerpo a tierra al escuchar los tiroteos. Luego, a punta de fusil, pasaron al hall central obligados a ponerse boca abajo. Taparelli renunció el 29 de Octubre de 1975 y fue reemplazado por Horacio “Papucho” Gorleri.
Logística y plan estratégico
Los guerrilleros provenían de seis lugares diferentes: Buenos Aires, Rosario, Santa fe, Corrientes, Misiones y Resistencia, y habían desembocado en Formosa en diversos medios de transporte y a distintos horarios, sabiendo qué era lo que tenían que hacer, pero sin conocer todos los detalles del operativo. Recién se enteraron de que iban a atacar el cuartel, la mañana del 5 de Octure.
Los dos problemas principales que encontró Yaguer para planificar esta operación fue que el cuartel estaba muy lejos, a 1.190 km de Buenos Aires, y que Montoneros no tenía mucho desarrollo en Formosa.
Extracto de la revista "Evita Montonera": “
Carecíamos en trabajo absoluto de la zona, lo que determinaba la absoluta carencia de la retaguardia. En consecuencia, debíamos aproximarnos desde otra zona; las dimensiones del equipo (vehículos y armas) y el número de compañeros a participar determinaron que uno de los problemas de más difícil resolución sería la aproximación y la retirada. Por la enorme distancia a recorrer, ya que no había posibilidad de una corta retirada, se opta desde un primer momento hacer la retirada por vía aérea”.
Tanto los guerrilleros como los vehículos y las armas debieron ser llevados a Formosa desde otros lugares. El grupo más numeroso de combatientes, veinticinco, viajó desde Rosario y Resistencia en nueve rodados, con las armas y el material de combate escondidos en cajas soldadas a las camionetas y los autos, que daban lugar a falsos chasis, y en una doble pared del furgón; trece oficiales fueron en ómnibus desde Buenos Aires, Rosario y Resistencia y ocho llegaron por vía aérea: uno en una avioneta Cessna 182 desde Resistencia y siete en el Boeing secuestrado, de Aerolíneas Argentinas. Por otro lado, unos veinte guerrilleros basados en la ciudad de Santa Fe se ocuparon de preparar una pista de aterrizaje para el Boeing, en un campo cerca de Rafaela, donde además utilizaron diez vehículos para la fuga.
Horarios
15.15 Aeroparque Jorge Newbery, Buenos Aires. Sale el vuelo AR 706 a Formosa con escala en Corrientes. Lleva doscientos pasajeros, entre ellos cuatro bebés, y seis tripulantes: Comandante, 1º comisario a bordo, 2º comisario a bordo y dos azafatas.
15.45 Secuestro a la altura de Monte Caseros (Ctes). En total son siete montoneros del Pelotón 9. Dos van a la cabina y se sientan al lado del copiloto. El avión es desviado a Formosa.
16.40 Aterriza en el Aeropuerto Internacional El Pucú, de Formosa, por la cabecera sur. Cinco minutos antes había aterrizado el avión de la gobernación. En el aeropuerto había otro avión un Cessna 182, del Aero Club Chaco.
17.30 Despega el Boeing, por la cabecera sur, con treinta guerrilleros, los seis de la tripulación. El Cessna ya había despegado hacia Corrientes.
18.40 El Boeing 737 aterriza en la estancia Boll Hermanos, cercana a la ciudad de Rafaela. La pista estaba formada por rectángulos de hierro con cuatro patas para clavarlos en el piso; la superficie de esos rectángulos era de lona pintada con pintura blanca. El avión recorre 700 mts, aterriza y queda con el tren hundido. Una vez que los montoneros bajan por el tobogán inflable y la escalera mecánica, huyen en 10 vehículos (Ford Falcon, Chevy, camionetas Ranchera, F-100 Peugeot y otros).
El día después, la conmoción social, las consecuencias
El hecho generó un impacto dramático en la sociedad formoseña. Durante ese día sólo se escucharon ruidos de sirenas y alerta social. Se consideró el hecho como una catástrofe y se montó un operativo sanitario en el Hospital Central, en donde tuvieron que reorganizar todo el sistema de emergencias y de personal; y hasta crear un Banco de Sangre. Según lo que el mismo personal de salud cuenta, tuvieron que operar a los heridos hasta en el suelo, porque los quirófanos se veían desbordados, pero la atención fue un éxito al punto de no falleció ninguno de los heridos que llegaron al lugar.
A pesar de esto, cabe destacar la activa participación de médicos y enfermeros que realizaron su trabajo con los pocos materiales con los que contaban; y la acción solidaria de la gente que ese día desbordó las afueras del Hospital queriendo donar sangre y "ayudar en todo lo que se pueda".Al dia siguiente hubo “Toque de Queda”, durante la visita a la ciudad del Grl Jorge Rafael Videla.
Los decretos de Lúder y el exterminio de la guerrilla
El martes 7 de octubre, Ítalo Argentino Luder y Ángel Federico Robledo pudieron trasladarse, a Ascochinga para dialogar con la Presidenta, Martínez de Perón. El 8 de octubre de 1975, el presidente (interino) Luder promovió la formación del Consejo de Defensa Nacional, como una forma de frenar la violencia terrorista. A pesar de la tibia oposición de algunos de sus ministros (como Corvalán Nanclares), se creó el consejo durante una reunión de Gabinete en la que se trató la dimensión de la cuestión subversiva.
Al finalizar, Luder le deslizó a un amigo: “Hay tres formas de llevar adelante la guerra antisubversiva. Una, con poca eficiencia y poco costo político; otra, mediana eficiencia y mediano costo político; y la tercera, mucha eficiencia y mucho costo político. ¿Qué decidimos? Muy simple, la tercera: alta eficiencia y alto costo político”.
Se dictaron los decretos 2770, 2771 y 2772 de 1975. El primer constituyó el Consejo de Seguridad Interior, encabezado por la Presidenta de la Nación, todos los ministros del Gabinete nacional y los comandantes de las Fuerzas Armadas.
En su directiva ‘secreta’ Nº 1 puede leerse entre otras órdenes: “
Crear una situación de inestabilidad permanente en las organizaciones subversivas que permitan restringir significativamente su libertad de acción”.
También:
“Aniquilar los elementos constitutivos de las organizaciones subversivas a través de una presión constante sobre ellas”.
Injusticias, leyendas y homenajes a los mártires.
La tragedia del 5 de Octubre derivó en un tratamiento desigual de las víctimas por parte del Estado, los partidos políticos y las organizaciones de los DDHH. Por un lado la mayoría de los guerrilleros muertos durante el combate en el regimiento figura en los renovados anexos del ‘Nunca Más’; es decir que en los listados de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), del actual gobierno nacional, y en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, en la costanera porteña, y sus herederos han cobrado una indemnización del Estado que en Marzo del 2010 era de
620.919 pesos.
Por otro lado, los Soldados que perdieron la vida defendiendo el Cuartel en pleno gobierno constitucional y peronista, son recordados sólo por sus conciudadanos formoseños (sus homenajes no cruza los límites del río Bermejo), y sus padres deben arreglarse con una pensión que en Marzo de 2010 era de
842 pesos mensuales.
Ricardo Valdéz, actualmente padece de un cáncer linfático que lo tiene a mal traer, puesto que debe realizarse periódicamente sesiones de quimioterapia en la Ciudad de Buenos Aires. Aún así y con todo el gasto que conlleva, pelea por su vida y por la de sus camaradas que lucharon en el Cuartel. Durante el momento del ataque, aquél día estaba de guardia, aunque la explosión lo pescó durmiendo una siesta que se transformó en una pesadilla. Sucedió que Valdéz y sus compañeros se resistieron y escaparon del dormitorio por una ventana. Claro que antes de que pudieran instalar el primer foco de resistencia, perdieron cuatro camaradas: Marcelino Torales, el albañil y cantor aficionado que admiraba a Sandro; Dante Salvatierra; Alberto Villalba, y José Mercedes Coronel, el bicicletero de Clorinda. Otros quedaron heridos.
Valdéz tuvo un comportamiento heroico.Recordando sus años de futbolista rudo en San Jacinto, una colonia de agricultores ubicada a 195 kilómetros de la ciudad de Formosa, se tiró con los pies en plancha y cerró la puerta del dormitorio. Y tirado en el piso la mantuvo clausurada con su cuerpo durante una decena de minutos cruciales; a los guerrilleros no les quedó otra que disparar sus ráfagas a través de la madera de la puerta. A los 56 años, jubilado de la Policía provincial, Valdéz es el Presidente del centro de ex Soldados que defendieron el Cuartel, que es una organización prestigiosa en Formosa, donde todos los 5 de Octubre se realiza un acto y un desfile cívico-militar. Ese honor no cruza los límites de la provincia; puesto que en el resto del país nadie los recuerda.
Roberto Mayol, será recordado por toda la Eternidad como el “conscripto traidor”. Sin embargo en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (UNL), es homenajeado con una placa recordatoria en el Aula Alberdi como el “estudiante que dio su vida por la Patria al ser asesinado por el terrorismo de Estado”.
Peronistas vs peronistas: -“
¿Se dan cuenta? Lo que yo hice por el peronismo, la Resistencia y la Juventud Peronista y ahora me pagan así.“- Mayor (RE) Ricardo Massaferro, frente al féretro de su hijo, el 6 de Octubre del 75’.
-"¡Acá no se rinde nadie, mierd@!"
Que tristeza, que hombria !!! Vendió sus medallas, lo entiendo !!! Había que darle de comer a su familia, seguro que le dieron un monto vil, por el oro, estos solo compran oro, no coraje, sangre