Ascensos prohibidos de militares, el reino de la arbitrariedad
Horacio Jaunarena
13 de diciembre de 2020 • 23:04
Siguiendo el procedimiento habitual, a fines de 2019, el
Ejército Argentino, a través de los mecanismos legales correspondientes evaluó los antecedentes y elevó las
propuestas de ascensos de oficiales superiores al Ministerio de Defensa.
La nómina (referida a tenientes coroneles a coroneles y generales y equivalentes de cada fuerza) se analizó por el Ministerio de Defensa y también por organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, no recibiendo objeciones.
Se elevó a la Presidencia y luego de una nueva revisión, el
Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas las remite al Senado en el mes de julio para su tratamiento.
En el mes de octubre el tema es tratado por la Comisión de Acuerdos que preside la senadora
Anabel Fernández Sagasti. La sesión fue breve.
El vicepresidente de la comisión, senador Ernesto Martínez -perteneciente a Cambiemos- propuso el acuerdo para la nómina completa enviada por el Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
La propuesta se aprobó por unanimidad. La versión taquigráfica tiene menos de una carilla porque no hubo debate y se podía consultar en la web hasta hace pocos días.
Misteriosamente
en la nómina presentada al recinto para su aprobación desaparecieron los nombres de los tenientes coroneles Jean P. Claisse y Walter Rovira que sí, habían sido aprobados en la Comisión.
¿Cuál fue el hecho que motivó semejante maniobra?
Uno de ellos había sido
citado para declarar en una causa por corrupción, uno de cuyos imputados es el tristemente célebre
exvicepresidente de la Nación Amado Boudou. Cumpliendo con la obligación legal, declaró como testigo. Nadie objetó la veracidad de su testimonio.
El otro oficial, en otra causa similar, esta vez la procesada era,
Milagro Sala declaró como testigo cumpliendo también con la obligación que impone a todo argentino nuestra legislación. Tampoco
nadie objeto la veracidad de su testimonio. En una palabra, cumplieron con su deber de argentinos y de soldados de nuestro Ejército.
Los tenientes coroneles Claisse y Rovira no han sido ascendidos pese a que sus méritos fueron reconocidos por el Ejército, las autoridades del Ministerio de Defensa, los organismos de derechos humanos consultados, el Presidente de la República y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y todos los senadores del oficialismo y la oposición que lo votaron. No obstante,
alguien por encima de todos ellos, ordena y se los sanciona por haber cumplido con su deber. ¿Así se enseña a respetar a la Constitución y a los procedimientos que de ella emanan?
Convivimos con algunos que entienden que la circunstancia de ser electos les da derecho, a semejanza de la dictadura, a cometer arbitrariedades contra todo aquel que contraríe su voluntad que muestran omnímoda. Es exactamente el comportamiento opuesto a todo por lo que luchamos para construir la democracia de la mano de
Raúl Alfonsín.
Exministro de Defensa
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