Este año, el tema propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Día Internacional de la Mujer es “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la COVID-19”; celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario, sin estereotipos ni violencia, y resalta las deficiencias que persisten.
Puntualmente refiriéndose al ámbito del COVID-19, las mujeres se encuentran a la par de los hombres dando batalla desde el comienzo de la pandemia. A nivel mundial, la emergencia sanitaria y las medidas de contención mostraron los rostros y el accionar conjunto de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida.
En el plano de las Fuerzas Armadas argentinas, durante el año pasado y lo que va del 2021, militares de ambos sexos se desempeñaron en la Operación “General Manuel Belgrano” realizando tareas de apoyo a la comunidad en el marco del operativo de asistencia humanitaria, tendiente a mitigar los efectos de la pandemia en todo el país.
Sin distinción de géneros, los integrantes de la Armada Argentina asistieron a la población ante el avance del COVID -19 y continúan con ese mismo espíritu de compromiso hasta nuestros días.
Han contribuido con tareas de organización y apoyo logístico, asistiendo a las comunidades que lo necesitan acercando bolsones de alimentos, raciones de comida caliente, productos de limpieza, insumos sanitarios, fumigación, confección de barbijos, elaboración de alcohol en gel y, en la actual Operación “Belgrano II”, colaborando con la vacunación.
El camino recorrido en las Fuerzas Armadas
La incorporación de las mujeres militares y civiles en distintos roles en las Fuerzas Armadas constituyen un componente esencial dentro de las misiones militares y los procesos de paz. La apertura de las instituciones castrenses y la incorporación orgánica de la mujer inició el camino hacia la igualdad de género en un terreno moldeado por y para el personal masculino.
Fueron varias las mujeres que desde tiempos previos a la constitución del Estado Argentino prestaron sus servicios en defensa de la Independencia, ya sea desde los frentes de combate o impulsando tareas de asistencia. Juana Azurduy, Manuela Pedraza, María Remedios del Valle y las denominadas “Patricias Argentinas” son algunos ejemplos.
A partir de 1980, la Armada Argentina admitió por primera vez el ingreso de la mujer como suboficial en algunos escalafones. Luego se habilitó el acceso como oficiales en el Cuerpo Profesional y recién en el 2002 ingresaron a la Escuela Naval Militar para egresar como oficiales del Cuerpo Comando.
Cada una de ellas se comprometió con la defensa de su país demostrando capacidad, destreza y coraje en las funciones asignadas, logrando con el tiempo eliminar algunas restricciones para que continúen incorporándose en las distintas armas o especialidades.
La institución naval registra en la actualidad un número importante de personal femenino, cifra que se incrementó significativamente durante la última década, producto de un cambio en las leyes de cupo y políticas de Defensa. Los agentes civiles femeninos, son parte de la Institución desde mucho antes que ingresaran las mujeres como personal militar; las cuales desempeñaban importantísimas tareas como docentes, administrativas, controladoras de vuelo, enfermeras o profesionales específicas, entre otras.
La incorporación e integración de las mujeres en la Armada Argentina es un proceso que sigue en construcción. Lejos de quedar relegadas a roles de apoyo, alcanzaron posiciones de liderazgo y mando, pasaron a integrar la dotación permanente de buques y unidades operativas y asumieron direcciones y comandos; llegando a formar parte de la conducción de la Armada.
En la actualidad, la mayoría de las especialidades y escalafones de la Fuerza cuentan con representantes femeninas que comparten sus jornadas con sus pares hombres, producto de mayores prácticas institucionales que facilitaron el desarrollo en la carrera y el crecimiento profesional y personal de las mujeres militares.
La Armada inició hace más de 40 años el camino hacia la integración plena de las mujeres, sin distinción de jerarquías, quienes se han convertido en un eslabón más de la cadena naval y aportan a la actividad profesionalismo, empatía y amor por el servicio a la Patria.
Hoy, la Armada Argentina conmemora esta fecha como un día de concientización y búsqueda de igualdad y reconoce las diversas luchas que a lo largo del tiempo se han batallado, acortando las brechas a través del respeto, la equidad y el trabajo en equipo.
Créditos: Gaceta Marinera Digital