Se hablaba de negociaciones.
Siempre han sido un tanto cosméticas, provocadas por los bloques de países que rodean el conflicto más que por la real fuerza palestina de imponer alguna condición relevante.
Israel nunca optó por la negociación. Ese no es su negocio. Si fuese así habría acabado con la cuestión años ha.
De hecho, el conflicto permanente es la gasolina para la anexión de más territorio, leyes que permiten el robo de viviendas, discriminación legal de la minoría árabe y la transformación progresiva en un Estado confesional.
Pero claro, hay un pequeño problema en todo eso. Israel es un país realmente pequeño y sin ningún valor estratégico territorial. Su gracia, su chance, su papel, es ser portador de un rol en OM, auspiciado por EEUU y tb por la UE. Digamos que es un dispositivo, un mecanismo. No tiene entidad ni territorial ni nacional. Es un producto artificial que para resistir necesita hacer explosionar constantemente el conflicto.
Eso es curioso porque, en teoría, tiene un devastadora fuerza militar...que debe utilizar contra un pueblo destruído, ocupado, desarmado y que no puede cambiar la correlación de fuerzas jamás por la fuerza. Aunque sí políticamente y demográficamente.
Creo que la provocación israelí en Al-Aqsa, los desahucios ignominiosos, que son el transfondo de esta escalada, son parte del funcionamiento pirómano del Estado israelí. Sí, es como pegarse un tiro en el pié. Pero hace ya años que su mentor, USA, hace lo mismo a nivel geopolítico. Y les importa un pimiento porque de eso se trata.
Creo que Israel está dominado por élites tan vergonzantes y siniestras como la propia USA. Y nunca, hasta su desalojo, podrán explotar el potencial vital que podría ser un lugar de convivencia entre palestinos e israelíes en un mismo Estado, que es, para mí, la única solución viable y real. Y es, también, la más lejana y dificultosa.
Exactamente igual que el final del apartheid sudáfricano. Su fin no equilibró las relaciones de poder y clase entre blancos y negros de un día para otro. Pero cimentó las bases de convivencia y calma social.
Algunos, aunque sean mayoría, no entienden que vivir así permanentemente es inviable y se concentran en las lógicas de "tener razón" como si todo esto tuviese que ver con razones y no opciones.
