Extraído de la Historia de la FAA:
A setenta años de la elección de este avión, conviene meditar acerca de lo acertado o no de la decisión de elegir un modelo con tren fijo en lugar de retráctil. En apariencia, se privilegió la mayor capacidad de los tanques internos y, consecuentemente, la autonomía, en detrimento de la limpieza del perfil aerodinámico necesario para el vuelo en altura. No obstante, queda claro que los Curtiss 75-O eran cien por cien acrobáticos y la fabulosa potencia de su motor superaba con creces la resistencia del tren fijo recubierto por los llamados “pantalones”, incluso a bajas cotas. Además, al modelo Hawk 75H elegido lo propulsaba la misma planta de poder Wright Cyclone R-1820-G-3 de los Glenn Martin 139W y los Northrop 8 A-2, adquiridos a comienzos de 1937 para las unidades de bombardeo y de ataque. Este factor, que facilitaría las líneas de abastecimiento y mantenimiento posterior, debió de ser definitorio en la elección.
El Curtiss 75-O representó para la aviación de caza una revolución. Por primera vez, se operaba un verdadero sistema de armas moderno. Con dos ametralladoras 7,65 milímetros en los planos y una en el capó de 12,70 milímetros que tiraba por entre las palas de la hélice, los pilotos argentinos dispusieron de un caza resistente, con mayor potencia y maniobrabilidad, aunque exigía cierto cuidado en la faz de despegue y aterrizaje. El Curtiss Hawk 75-O colocó a la República Argentina entre los países mejor equipados de Sudamérica.
A ver, no lo digo yo, lo dice quien los empleó durante muchos años.