Las nueve fallas que obligaron al Ejército ruso a replantear su estrategia en Ucrania
Desde subestimar a las fuerzas ucranianas hasta atacar desde demasiados frentes, la invasión ordenada por Putin estuvo llena de errores logísticos
La ineptitud que mostró el ejército ruso en su intento inicial de invadir Ucrania asombra a los militares de carrera. Desde las primeras horas de la invasión, el segundo ejército más poderoso del mundo falló en casi todos sus movimientos.
Ahora, después de siete semanas de una guerra que tanto Rusia como Occidente esperaban que durase apenas unos días, los ucranianos llevan las de ganar. Obligaron a los rusos a una retirada humillante desde el norte del país y detuvieron o revirtieron sus avances en la mayoría de los demás frentes.
Mientras Rusia redirige sus recursos para capturar la región oriental de Ucrania, la pregunta crucial es si su ejército podrá corregir las fallas del asalto inicial. Estos son los nueve errores más determinantes que identificaron los expertos militares.
1. Prejuzgar a los ucranianos
El peor error de todos fue subestimar tanto la voluntad como la capacidad de resistencia de los ucranianos. Rusia había planeado una victoria rápida y fácil, y esperaba que sus soldados fueran recibidos como libertadores. En vez de eso, los ucranianos se defendieron ferozmente, con la ayuda del armamento de Occidente.
Muchos de los contratiempos con los que se encontró Rusia surgieron de este error inicial de cálculo, aunque no todos.
2. No preparar a sus tropas
De los testimonios de los soldados rusos capturados se desprende que a muchos no les habían dicho que iban a invadir Ucrania. Algunos cuentan que les dijeron que estaban participando de un ejercicio de maniobras, otros que nada más iban a enviarlos a la región oriental de Donbass.
Eso implica que no estaban psicológicamente preparados para que les dispararan y los hicieran volar por el aire, como ocurrió casi desde el momento en que pusieron pie en Ucrania, lo que enseguida afectó la moral de las tropas, según señala Jack Watling, del Royal United Services Institute, con sede en Londres.
La enormidad de bajas que Rusia sufrió a partir de entonces terminé de hundirles la moral, dice Watling. Hace más de dos semanas, la OTAN estimó en 15.000 el número de muertos rusos, más que en la guerra de una década de la Unión Soviética en Afganistán. A pesar de que Rusia asegura que solamente perdió 1.351 soldados, las autoridades ucranianas afirman haber recogido 7.000 cadáveres rusos del campo de batalla.
3. Invadir sin contar con suministros suficientes o adecuados
Las unidades rusas no parecían estar preparadas en absoluto para las condiciones y circunstancias con las que se encontraron. Las unidades que esperaban entrar sin oposición alguna en Kiev y otras ciudades apenas llevaban suministros para dos semanas, y se les agotaron con rapidez.
Enseguida surgieron videos que mostraban soldados rusos varados en las rutas al lado de sus vehículos sin combustible, o desesperados de hambre, saqueando comercios y robando gallinas.
Increíblemente, esas tropas también carecían de algunos elementos claves en una guerra moderna, como equipos de visión nocturna. Gracias a ese equipamiento, los ucranianos tomaron el control de la guerra nocturna, lanzando ataques y emboscadas al amparo de la oscuridad contra un enemigo que estaba a ciegas.
De hecho, hasta es posible que Rusia ni siquiera tenga suficientes armas convencionales para equipar a todas las fuerzas que está enviando al campo de batalla. Según testigos, algunos soldados recién reclutados en el frente oriental recibieron rifles fabricados en el siglo XIX, y que dejaron de producirse hace décadas.
4. No reconocer su mala logística
Los expertos militares describen una masiva falla logística: después de que el plan inicial salió mal, cuando las tropas se quedaron sin alimentos y demás pertrechos, los superiores no tenían planes para reabastecerse.
Los tanques quedaron varados y los camiones mal mantenidos que les habían mandado se averiaron o perdieron las llantas, lo que terminó con el famoso convoy de 65 kilómetros convertido en embotellamiento.
“Los aficionados hablan de estrategia, los profesionales de logística” es un cliché que se repite en los círculos militares y al que los rusos no parecen haberle prestado atención.
5. No eliminar las defensas antiaéreas de Ucrania
Los expertos militares esperaban que los rusos lanzaran una campaña de bombardeos para destruir los sistemas de defensa antiaérea, las bases y los aviones ucranianos antes de que las tropas cruzaran la frontera. En vez de eso, las tropas irrumpieron sin apoyo aéreo.
Quizás esto también pueda explicarse por el error de cálculo inicial de los comandantes al pensar que iban a encontrar poca resistencia. Pero que la fuerza aérea ucraniana siga volando siete semanas después confunde a los observadores militares.
6. Atacar desde demasiados frentes
La fuerza rusa - la más grande reunida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial - resultó demasiado chica para luchar por el vasto arco de territorio del que Rusia intentó apoderarse, y mucho más para mantenerlo. La invasión inicial se lanzó desde cuatro frentes: el norte hacia Kiev, el noreste hacia Kharkiv, el este y el sur desde la península anexada de Crimea.
Una vez que la primera ofensiva encontró resistencia, las tropas se dispersaron a lo largo de las fronteras del país, tendiendo líneas de aprovisionamiento que ya no eran adecuadas.
De acuerdo con la regla de “relación de fuerzas” que emplean los tácticos militares, una fuerza invasora necesita 20 soldados cada 1.000 habitantes de un país. Para un país del tamaño de Ucrania, ese cálculo significa 880.000 soldados, dijo Michael Clarke, profesor de Estudios Bélicos del King’s College de Londres.
7. Uso de comunicaciones inseguras
Sorprendentemente, los rusos se embarcaron en una gran guerra utilizando teléfonos celulares y radios anticuadas para comunicarse. Los ucranianos tuvieron la posibilidad de interceptar mensajes sobre los movimientos rusos en el campo de batalla y acecharlos con emboscadas.
Según un funcionario occidental, al menos algunos de los siete generales rusos caídos en el campo de batalla murieron porque los ucranianos interceptaron mensajes acerca de su ubicación.
Las comunicaciones militares rusas son tan accesibles que radioaficionados pueden escucharlas y retransmitirlas.
8. Proceder sin líneas de mando claras
Según los expertos, el ejército de Rusia - altamente centralizado - no faculta a las tropas que están en el terreno para tomar decisiones ni emitir órdenes.
Los batallones que tuvieron dificultades de inmediato no pudieron cambiar de rumbo para adaptarse a sus nuevas circunstancias porque tenían que esperar las órdenes de sus superiores en Moscú (como se acaba de señalar, a través de líneas de comunicación inseguras).
A diferencia de los ejércitos de Estados Unidos y de otros países de Occidente, el ejército ruso casi no tiene suboficiales. Cuando las órdenes originales no dan resultado las tropas se tambalean, dijo a la CNN el teniente general retirado Mark Hertling, excomandante del ejército de Estados Unidos en Europa.
9. No tener un plan B
Es evidente que los rusos no estaban preparados para un escenario en el que encontraron resistencia. Cuando lo hicieron, al parecer no tenían ningún plan de respaldo.
Por el contrario, las tropas siguieron adelante tal como se les había ordenado, cayendo en emboscadas constantemente y siendo abatidas por los ucranianos.
Se enviaron convoyes blindados sin apoyo de la infantería, lo que los convirtió en objetivos fáciles para los ucranianos armados con antitanques portátiles, como los Javalin que les suministró Estados Unidos.
Según los expertos militares, todo el plan en general estuvo mal concebido desde un principio, desde el tamaño de la fuerza hasta su preparación y su capacidad para adaptarse a circunstancias cambiantes.
The Washington Post
April 8, 2022 at 2:51 p.m. EDT
Por Liz Sly