Putin acusa a la UE de chantajear a Ucrania
Kiev decidió condelar ayer la firma del tratado de Asociación con Bruselas prevista para la semana que viene
Pilar Bonet Moscú
22 NOV 2013 - 17:46 CET
Vladimir Putin hoy junto al primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan. / Alexei Nikolsky (AP)
El presidente de Rusia
Vladímir Putin suele responder a las acusaciones con otras acusaciones. Así lo hizo el viernes en una rueda de prensa en San Petersburgo, en la cual afirmó que la Unión Europea ha comenzado a chantajear a Ucrania tras la decisión de este país de congelar la firma del tratado de Asociación que debía tener lugar en la cumbre de Vilnius el 28 y 29 de noviembre.
Putin respondía así a una pregunta inspirada por las declaraciones de Ioviata Nialiupshene, la principal asesora de política exterior de la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaites.
Según la funcionaria, en una conversación telefónica el presidente de Ucrania,
Víctor Yanukóvich, había dicho a la presidenta lituana que era objeto de presiones y chantaje por parte de Rusia y que este país le amenazaba con restringir las importaciones de su país. Putin remitió a los periodistas a los “amigos norteamericanos” y dio la vuelta a los argumentos.
El líder ruso aseguró haberse enterado “solo ayer” (por el jueves) de la decisión de Ucrania ya que ese país, señaló, “quiere calcularlo todo como es debido”. “Hemos oído amenazas por parte de nuestros socios europeos en relación con Ucrania, incluida ayuda para realizar acciones de protesta masivas. Eso sí que es presión, eso sí que es chantaje”, dijo. Y agregó que “en los próximos días quedará claro si los dirigentes ucranianos sucumben a ese chantaje y si pueden oponerse y adoptar una posición pragmática en nombre de los intereses nacionales del país”.
Si Kiev se asocia con la UE, Rusia adoptará medidas “pragmáticas y económicas”, sentencia Putin
En caso de que Kiev firme el acuerdo con la UE, las medidas que adoptará Rusia “no son políticas, sino pragmáticas y económicas”, sentenció Putin y reiteró los argumentos, según los cuales el desarme arancelario de Kiev en agricultura, industria aeronáutica y automovilística perjudicaría a Rusia que se vería obligada a defender su propio régimen arancelario (más alto que el de Ucrania).
La propuesta de crear una comisión trilateral entre Rusia, Ucrania y la Unión Europea es “en gran medida una prueba sobre la seriedad de las intenciones de nuestros socios europeos”, una “especie de test sobre la disposición o la falta de disposición de nuestros amigos europeos para mantener conversaciones sobre una base de igualdad”, dijo.
Oficialmente, Ucrania mantiene su rumbo estratégico hacia la UE y ha tomado una decisión temporal para evaluar los efectos que el tratado de Asociación tendría sobre su importante relación económica y comercial con Rusia y otros países de la Comunidad de Estados Independientes.
El viernes en la Suprema Rada (el parlamento) el primer ministro, Nikolái Azárov, consideró que la congelación del tratado es fruto de las exigencias del Fondo Monetario Internacional que, para conceder un crédito con el fin devolver créditos anteriores, exigía duplicar las tarifas de los servicios municipales, congelar sueldos, disminuir las prestaciones sociales y abolir los subsidios de agricultura.
La decisión tomada, dijo Azárov, “es la única posible”. La oposición recibió al primer ministro con abucheos y una lluvia de papeles sobre la tribuna. Arseni Yazeniuk, que sustituye a Yulia Timoshenko al frente de su grupo parlamentario, manifestó que Rusia ha prometido a Yanukóvich 20.000 millones de dólares, parte de los cuales irá a parar a las elecciones presidenciales de 2015.
En la plaza del Maidan de Kiev, desde la noche del jueves al viernes, los partidos de oposición y ciudadanos espontáneos han organizado protestas por la decisión del gobierno. Los jueces han prohibido que se monten tiendas en la calle como sucedió exactamente hace nueve años cuando esa plaza del centro de la capital se convirtió en escenario de la “Revolución Naranja” contra las irregularidades de unas elecciones en las que Yanukóvich se había proclamado vencedor. Ahora, algunos han bautizado las protestas como el “euromaidan”.
Para el 28 y 29 de noviembre, Rusia ha organizado una especie de “contra cumbre” a Vilnius en la ciudad de Kazán. Con el título de “Integración económica Euroasiática, logros y problemas” se celebra un foro que reunirá en aquella ciudad del Volga a destacados políticos rusos, incluido el jefe de la Duma, Serguéi Naryshkin, y también a representantes de otros países que se integran con Rusia. El vídeo publicitario sobre el evento comienza con la aparición del nombre de la Unión Soviética sobre un mapa de aquel imperio desaparecido.
La lucha por la supervicencia en Kiev
P. B. Kiev
Yulia dan Vitali —dan putri mereka Dasha — adalah keluarga Ukraina yang berjuang untuk bertahan hidup. Kasusnya adalah ribuan rekan senegaranya yang tiba di ibu kota, melarikan diri dari pengangguran di provinsi, dalam kasusnya dari kota pertambangan di provinsi Lugansk. Mereka tinggal di kamar tidur lingkungan pinggiran kota, di flat sewaan. Mereka ingin memiliki apartemen, tetapi penghasilan mereka tidak cukup untuk membayar uang muka. Yulia adalah seorang guru dan menghasilkan 4.000 hryvnia sebulan (sekitar 400 euro) dan Vitali telah menyerahkan taksinya sendiri, yang ia gunakan untuk mengeksploitasi sebagai sumber pendapatan yang tidak stabil dan melelahkan, dan telah ditempatkan sebagai sopir untuk sebuah perusahaan, di mana dia menagih 6.500 hryvnia sebulan. . Berkat pekerjaan tetap Vitali, tahun ini keluarganya dapat pergi berlibur ke Krimea, dan bahkan mengizinkan dirinya sendiri beberapa tambahan seperti pergi ke bioskop atau ke restoran.
Tidak seperti kebanyakan kerabat mereka, pasangan ini tidak ingin pindah dan berharap bisa membayar tutor agar Dasha, yang menggambar dengan baik, bisa masuk universitas. Berbeda dengan pasangan, Lida, adik Julia, adalah contoh sukses. Pada tahun 2005, dia adalah asisten toko yang dibayar rendah di sebuah toko pakaian kyiv, tanpa hak untuk liburan atau cuti sakit. Sekarang, dia memenuhi bakat kreatifnya dan menghasilkan uang di perusahaan merangkai bunga yang dinamis. Dia telah membeli sebuah flat, dia melakukan perjalanan ke Paris atau Amsterdam untuk mencari ide dan desain untuk hotel mewah dan di antara kliennya dia memiliki Administrasi Negara, dan semua ini "tanpa suap, hanya berdasarkan pekerjaan kami", dia menunjukkan.
Tekanan dari Kremlin di Ukraina dan kemungkinan bahwa Moskow akan memerlukan paspor untuk mengunjungi Rusia (bukan DNI yang mereka gunakan sekarang) membingungkan Yulia dan Lida. Ayahnya, seorang penduduk Lugansk, telah memutuskan untuk mendapatkan paspornya untuk mengunjungi kerabatnya di kota Belgorod, Rusia. Dengan perubahan arah pemerintah Ukraina, itu tidak lagi diperlukan.
Ancaman Moskow membuat marah Ukraina. "Saya tidak menentang Rusia, tetapi tidak ada yang memberi mereka hak untuk menghina kami," kata Svetlana, pensiunan berusia 76 tahun, yang menerima pensiun setara dengan 180 euro setelah bekerja selama hampir setengah abad sebagai insinyur di pabrik militer kyiv Arsenal.
Wanita itu tersinggung karena Rusia "tidak ingin membeli logam kami, atau trem kami, atau gerobak kami, atau bahkan 'kue kyiv' kami yang terkenal". Untuk keluhan Soviet (tidak mampu membawa dokumen pabrik di Ukraina), Svetlana menambahkan ketidaksepakatan pasca-Soviet. “Setelah bubarnya Uni Soviet, tank-tank mitra kami di Rusia tidak dapat dijual karena kurangnya peralatan optik yang menumpuk di pabrik kami dan juga tidak dapat dijual tanpa tank. Ketika para pemimpin kami akhirnya setuju untuk menggabungkan keduanya dan memasarkannya, ternyata gudang kami kosong dan peralatan kami telah dicuri,” katanya.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/22/actualidad/1385136528_566589.html