Noticias sobre el conflicto militar ruso-ucraniano

¿por qué hablen ruso ya quieren ser rusos? ¿O es lo que tendrían que hace Rusia para someter a ese pueblo?

Es la segunda vez que pongo este mapa... No mires el verde,Zelenski me da igual, voy al azul, hay que fijarse en el voto azul, que sería el votante que "quiere" ser ruso... ¿O este mapa no cuenta?

crees que a estas alturas rusia se va a fijar detenidamente un % mas o menos de conformidad con el esfuerzo que estan haciendo???
 

Sebastian

Colaborador
¿por qué hablen ruso ya quieren ser rusos? ¿O es lo que tendrían que hace Rusia para someter a ese pueblo?

Es la segunda vez que pongo este mapa... No mires el verde,Zelenski me da igual, voy al azul, hay que fijarse en el voto azul, que sería el votante que "quiere" ser ruso... ¿O este mapa no cuenta?

Ese mapa para mi no cuenta..no estamos hablando de elecciones ni nada parecido..para mi es tema de seguridad a futuro.

Ya lo dije antes y lo repito:
Para mi, si Rusia quiere sellar su problema a futuro con Ucrania, tiene que:
1. hacerla retroceder militarmente...
2. causarles la mayor sangria en cuanto a infraestructuras, soldados etc etc.
3. Capturar, tomar, independizar territorios (si o si toda la costa ucraniana)
 

panZZer

Peso Pesado
Ese mapa para mi no cuenta..no estamos hablando de elecciones ni nada parecido..para mi es tema de seguridad a futuro.

Ya lo dije antes y lo repito:
Para mi, si Rusia quiere sellar su problema a futuro con Ucrania, tiene que:
1. hacerla retroceder militarmente...
2. causarles la mayor sangria en cuanto a infraestructuras, soldados etc etc.
3. Capturar, tomar, independizar territorios (si o si toda la costa ucraniana)
Los rusos ya lo dicen Clarito desde el principio, los territorios rusos van a ser independientes de Kiev, los nazis van a desaparecer y ucrania va a ser desmilitarizada en forma permanente, más claro no van a tener FFAA ni propias ni de la otan.
Vienen repitiendo lo mismo desde fin de enero.
 
Supuestamente el avance en esa zona era muy bueno para los ucranianos, ahora supuestamente no atacarían lo más importante:
1. el avance era puro cuento de tw..
2. es verdad y los rusos estan bien atrincherados y lo saben
3. es una mentira para ablandar a los rusos y el ataque se realizara en unos dias.....

Mentira total no creo, el tema es este, los Rusos se retiraron de las aldeas en el borde del oblast de Kherson creo que hace ya varios días atras xq basicamente estaban expuestos a disparos de artilleria desde Nikolaev, y desde entonces esa area se volvio una zona gris. Lo que para mi ocurrió es que los Ucranianos se movieron y tomaron esas areas, xq tienen la necesidad de presionar Kherson para aliviar presion en otras areas. Esto tiene un costo.

En Internet lo vendieron como la super ofensiva que retomaria Kherson y la realidad es que nunca debe haber sido eso.

Sabemos que los Rusos venian reforzando Kherson asi que algo se esperaban, ya eso te da la pauta de que tenes menos chances de tener exito.
 
El Coronel General Mikhail Teplinskiy, nativo de Donbass, Héroe de Rusia, ha sido nombrado nuevo comandante de las Tropas Aerotransportadas Rusas. Mikhail Yuryevich se graduó de la Escuela Superior de Mando Aerotransportado de Ryazan, la Academia de Armas Combinadas de las Fuerzas Armadas de la federacion rusa




Este no es un detalle menor.
 

Kiev cierra puertas a la cultura rusa

Libros y música prohibidos, excepto para los que condenan

Libros rusos y bielorrusos vedados en Ucrania (foto: ANSA)

13:30, 19 jun•ROMA•Redacción ANSA

(ANSA) - ROMA, 19 GIU - Si no puede cerrar sus puertas a las bombas, Ucrania quiere dejar al menos la cultura rusa fuera de sus fronteras inciertas.

Lo hizo prohibiendo con dos proyectos de ley aprobados rápidamente por el Parlamento de Kiev, la Verkhovna Rada, la importación y distribución de libros y productos editoriales de Rusia, Bielorrusia y "territorios ocupados temporalmente", así como volúmenes en ruso también de otros países.

Al mismo tiempo, se impuso indefinidamente la exclusión de todos los músicos que tengan ciudadanía rusa de actuaciones públicas, conciertos y eventos.

Para los artistas, sin embargo, existe una lista blanca: la prohibición excluye a todos aquellos que condenaron la invasión de Moscú y que entran en una lista que será atendida directamente por una institución como el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional.

Para ser admitido y obtener un permiso, se debe presentar una solicitud oficial al Servicio de Seguridad de Ucrania. La lista se hará pública y será continuamente actualizada.

El breve debate parlamentario que condujo a las nuevas normas -el texto fue presentado por el primer ministro Denis Shmygal el pasado 11 de mayo- demuestra la determinación de Kiev de pasar página y defender la identidad nacional en varios niveles, no solo el militar.

Más aún ante la rusificación forzada que los invasores están llevando a cabo en los territorios ocupados, comenzando por los programas escolares.

Como prueba de que los tiempos definitivamente han cambiado, también llega la decisión de Kiev de aumentar el uso del idioma ucraniano en la radio y la televisión. Las transmisiones de radio deberán tener en cuenta que la proporción de canciones en el idioma nacional deberá alcanzar el 40% por encima del actual 35 %. Y en ucraniano también debe ser el 75% del volumen diario de programas, incluidas noticias e información.

El presidente Volodimir Zelensky también habló sobre otra medida. Hace dos días anunció que Ucrania introducirá visas para ciudadanos rusos a partir del 1 de julio, "para contrarrestar las amenazas sin precedentes a la seguridad nacional, la soberanía y la integridad territorial de nuestro estado".
(ANSA).
Me viene a la mente la quema de libros en la decada del 30.
¿O era la pelicula de Indiana Jones?
Ahh que opa,son los mismosGigliotti
 
Mentira total no creo, el tema es este, los Rusos se retiraron de las aldeas en el borde del oblast de Kherson creo que hace ya varios días atras xq basicamente estaban expuestos a disparos de artilleria desde Nikolaev, y desde entonces esa area se volvio una zona gris. Lo que para mi ocurrió es que los Ucranianos se movieron y tomaron esas areas, xq tienen la necesidad de presionar Kherson para aliviar presion en otras areas. Esto tiene un costo.

En Internet lo vendieron como la super ofensiva que retomaria Kherson y la realidad es que nunca debe haber sido eso.

Sabemos que los Rusos venian reforzando Kherson asi que algo se esperaban, ya eso te da la pauta de que tenes menos chances de tener exito.

Para mí Rusia no está peleando batallas que no puede ganar, ni defiende terrenos expuestos y en desventaja. Lo ví en Jarkov. Retrocedieron casi sin presentar batalla, y cuando se reagruparon y recibieron refuerzos, presentaron batalla.
Me huele que pasa lo mismo en Jerson.

Saludos
 
Me viene a la mente la quema de libros en la decada del 30.
¿O era la pelicula de Indiana Jones?
Ahh que opa,son los mismosGigliotti
y que esperabas que iba a pasar. En febrero del otro lado de la frontera ANTES de invadir, desde rusia negaban la existencia de ucrania como lo más tranquilo, después de la invasión digamos que se potenció.

Para mí es una medida más de propaganda, pero el resentimiento contra rusia en gran parte de ucrania será por décadas y no sé si siglos
 

Relacionado con la guerra Ucrania-Rusia


La crisis de la adhesión a la OTAN pone en riesgo el declive definitivo de la relación entre la Alianza y Turquía.​

18 junio, 2022 Redacción 2140 Views 12 comentarios Alianza Atlántica, Erdogán, Estados Unidos, Finlandia, OTAN, Rusia, Siria, Suecia, Turquia



El rechazo de Turquía a la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, además de socavar la respuesta de la OTAN a la agresión de Rusia, refleja una ruptura más profunda entre Occidente y Turquía. Esto se manifiesta también en la reciente amenaza de Ankara de expandirse hacia el norte de Siria y en sus sobrevuelos de territorio griego. Por el bien de la Alianza, las respuestas inmediatas son vitales, pero la brecha se agravará a menos que Washington y las capitales europeas trabajen con Ankara para cambiar fundamentalmente su relación. Aunque este cambio es aconsejable desde hace tiempo dada la importancia de Turquía, la amenaza existencial de la agresión rusa tanto para Turquía como para la Alianza lo hace urgente.

Hace un mes, Washington recibió al ministro de Asuntos Exteriores turco, Melvut Cavusoglu, y señaló un nuevo diálogo estratégico bilateral. Esto incluía la posible venta de F-16 a Ankara, poniendo fin simbólicamente a la amarga disputa sobre la compra de misiles rusos por parte de Turquía, y la subsiguiente exclusión de Turquía del programa F-35 por parte de Washington. Turquía también estaba siguiendo un acercamiento análogo con los estados árabes, Israel, Grecia y Armenia, y ahora desempeña un papel central en el conflicto ucraniano proporcionando armas, cerrando el Estrecho a los refuerzos navales rusos y presionando en varios intercambios diplomáticos. Luego, casi de la noche a la mañana, Ankara arremetió contra Finlandia y Suecia, amenazando con bloquear su adhesión a la OTAN si no cortaban sus vínculos reales y supuestos con el PKK, y siguió con las mencionadas amenazas en Siria y la escalada en el Egeo. Como era de esperar, los comentaristas estadounidenses reaccionaron enérgicamente, sugiriendo incluso una vez más la expulsión de Turquía de la OTAN.

Cambio de actitud hacia Turquía​

Estos dramáticos giros en la política turca, que han impedido cualquier diplomacia predecible, se han convertido en un sello distintivo tanto del presidente turco Erdogan como del enrevesado sistema político interno de su partido, dependiente de un socio nacionalista extremista. Estos giros también hacen que los esfuerzos por resolver cuestiones como las mencionadas (por no hablar de la desavenencia subyacente entre Ankara y los aliados de la OTAN), sean un esfuerzo de alto riesgo que la mayoría de los líderes occidentales evitan, dando por perdida a Turquía. Pero como ha demostrado Ucrania, Turquía es vital para contener a Rusia, como lo ha sido para la disuasión nuclear de la OTAN, la defensa antimisiles contra Irán, las operaciones en los Balcanes y Afganistán. Es demasiado grande, demasiado importante y, en ocasiones, demasiado problemática como para ignorarla.

Aunque el conflicto de Ucrania está generando ahora enfrentamientos entre Turquía y la OTAN por la adhesión de los países escandinavos, también ofrece una oportunidad para mejorar las relaciones entre ellos. Este conflicto no se parece a nada visto desde finales de los años 30 y la inmediata posguerra, con la propia supervivencia del orden mundial en juego. Ganar este conflicto, manteniendo la supervivencia de Ucrania como estado independiente y disuadiendo de nuevas agresiones rusas, al tiempo que se evita una escalada hacia lo desconocido, es un imperativo categórico que no se había experimentado desde la Guerra Fría. Aunque esto es cierto para el conjunto de la Alianza, es especialmente relevante para Turquía, un Estado en primera línea con una larga historia bajo la presión rusa.

Además, la experiencia demuestra que Turquía puede ser cooperativa. La administración Bush trabajó bien con Turquía en las operaciones contra el PKK, y la administración Obama negoció un despliegue de radares de misiles balísticos antiiraníes de la OTAN. El alto el fuego de 2019 entre Pence y Erdogan en el noreste de Siria aún se mantiene a pesar de las amenazas turcas, y las dos capitales manejaron bien el reconocimiento del genocidio armenio por parte del presidente Biden. E, irónicamente, a pesar de la profunda hostilidad geoestratégica y de los recientes enfrentamientos militares, Rusia y Turquía mantienen unas productivas relaciones a nivel presidencial, en las que Putin, y especialmente Erdogan, suelen seguir el principio de “no sorprender”.

Los turcos entienden que la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN es de vital importancia para un resultado positivo en Ucrania. Saben que reforzaría a Occidente a largo plazo contra la agresión rusa y subrayaría la solidaridad del frente internacional contra Moscú, sin, como admitió Putin, amenazar directamente a Rusia. Pero lo que Ankara quizá no entienda es que su afición a regatear peligrosamente, no sólo sobre la adhesión sino con sus amenazas en el Egeo y en el norte de Siria, socava esa solidaridad y todo el imperativo categórico de contención de Rusia. Turquía sería entonces culpada y probablemente condenada al ostracismo permanente dentro de la OTAN. Así que la pregunta es, ¿por qué sigue corriendo esos riesgos?



Los riesgos de Turquía​

Más allá de las dificultades específicas con el presidente Erdogan y sus problemas políticos y económicos internos, hay cuestiones subyacentes que obstaculizan la cooperación, aunque podrían gestionarse si se entendieran mejor. Lo más inmediato son las preocupaciones de Turquía sobre sus problemas de seguridad en el “extranjero cercano” en el Cáucaso, Irak, Siria, el Egeo y el Mediterráneo Oriental que colindan con el acceso de Turquía al mundo. Sobre todo, Turquía ve la insurgencia kurda del PKK como una amenaza existencial. Aunque su terrorismo en Turquía ha sido reprimido en gran medida, tiene grandes bases en Irak y Siria, incluida la rama del PKK YPG que comanda las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en el noreste de Siria que luchan con el apoyo de Estados Unidos y otros países occidentales contra el ISIS.

Turquía entiende pero no puede aceptar políticamente este apoyo a las FDS, ya que Ankara teme que un día los estadounidenses se vayan y las FDS se vuelvan contra Turquía. Asimismo, considera que la afirmación por parte de Grecia de posiciones jurídicamente injustificadas en el Egeo y el Mediterráneo oriental impide el acceso de Turquía a las riquezas submarinas y, eventualmente, incluso a las comunicaciones aéreas y marítimas internacionales. Por último, ve a Armenia como un obstáculo para su alianza con Azerbaiyán, con importantes beneficios energéticos y de seguridad, y lazos lingüísticos y étnicos.

Para empeorar las cosas, los turcos, basándose en sus experiencias de gran potencia del siglo XIX, temen que poderosos enemigos reales o potenciales exploten estos peligros cercanos al exterior. Señalan aquí no sólo el apoyo ruso a Armenia, sino la colaboración iraní con elementos del PKK en Irak y Siria. También consideran que los acuerdos militares de EE.UU. y otros países occidentales, especialmente Francia, con Atenas van dirigidos a ellos, citando las críticas de Washington y París a las acciones de Turquía mientras ignoran los pecados griegos (sus tropas en las islas del Egeo desmilitarizadas en varios tratados, las reivindicaciones ilegítimas del espacio aéreo y las disposiciones del Derecho del Mar impuestas a la Turquía no signataria).

Estas cuestiones de seguridad cercanas al exterior son anteriores a Erdogan y están muy arraigadas en la política exterior turca y en el sentimiento popular, pero debido a la forma a menudo irritante en que Ankara presenta incluso argumentos razonables, Washington y las capitales europeas las desestiman o menosprecian.

Este problema se ve agravado por las dificultades de Washington, que entiende que si quiere que los Estados apoyen su agenda de seguridad global contra Rusia o China, tiene que tomarse en serio las preocupaciones de seguridad inmediatas de esos Estados. Esto incluye no sólo a Turquía, sino también, por ejemplo, a Arabia Saudí y los EAU con los Houthis respaldados por Irán en Yemen. Además, los oponentes cercanos de Turquía, el movimiento PKK, Grecia y Armenia, tienen fuertes grupos de presión de la diáspora en Estados Unidos y Europa Occidental que efectivamente presentan a Turquía como un enemigo eterno independientemente de las políticas de Ankara, incluso las que a veces acomodan los intereses kurdos, griegos y armenios.

Por último, la consecución de acuerdos productivos y transaccionales entre Ankara y el resto de Occidente, como los citados anteriormente, se ve socavada por el pensamiento de “banda de hermanos” en todas las capitales relevantes. El compromiso, el regateo y el simple hecho de decir que no, elementos básicos de la mayoría de la diplomacia, suelen considerarse por todas las partes como una traición a la solidaridad de la OTAN, a los valores occidentales y a las contribuciones y sacrificios del pasado. La mayoría de las reuniones bilaterales con Ankara comienzan con una larga recitación de lo que el otro está haciendo mal, con la ingenua expectativa de que el otro, si se le arenga lo suficiente, dejará de hacer cosas realmente importantes para él, como que Ankara mantenga una relación compleja con Rusia o que Washington luche contra el ISIS con cualquier socio que funcione.

Un nuevo rumbo​

El primer paso para salir de este dilema es que todas las partes reconozcan que, con la agresión rusa, se enfrentan a una situación internacional única que requiere la subordinación de todas las demás prioridades al objetivo principal. Ese tipo de sabiduría, conocida por Churchill, Roosevelt, Truman, los planificadores militares y, de forma perversa, Putin, se ha desvanecido en gran medida en Occidente desde 1989, sustituida por lo que se ha convertido en el pensamiento convencional de la política exterior: nada es crítico y compiten por consideración innumerables factores, por ejemplo, morales, ideológicos, humanitarios, domésticos, de seguridad, de alianza, económicos, personales o, normalmente, alguna triangulación de ellos.

En el impasse entre Turquía y la OTAN, este pensamiento convencional anima a los Estados, zarandeados por diversos intereses y voces negativas hacia Turquía, a tratarla como un miembro de segunda clase y sospechoso de la alianza, mientras se beneficia de sus extraordinarias contribuciones a la OTAN. Pero el pensamiento convencional también empuja a Ankara, con sus presiones internas, a ver la crisis ucraniana simplemente como otra oportunidad para extorsionar a Europa sobre el estatus de segunda clase de Turquía, la adhesión a la UE, la venta de armas y cuestiones específicas como el PKK y el Egeo. Por tanto, ambas partes deben dar prioridad a contener enérgicamente a Rusia, buscar acuerdos transaccionales en aquellos asuntos entre ellos que puedan resolverse, e ignorar los demás. En resumen, aceptar a los socios como son, no como deberían ser.

El reto inmediato es la adhesión a la OTAN. Aquí Turquía tiene que pestañear primero y reconocer que lo que está en juego, no sólo detener a Rusia sino preservar sus propias relaciones con la OTAN, requiere aceptar la mitad del pan (no siempre un rasgo del gobierno de Erdogan). No puede esperar que Suecia y Finlandia extraditen a personas a un Estado cuyo sistema jurídico está sometido a continuas críticas internacionales, ni que esos países silencien la libertad de expresión, incluso cuando ésta simpatiza con la causa terrorista del PKK. También debería aceptarse que, aunque la lucha contra el PKK es realmente importante para la seguridad turca, sigue siendo secundaria frente al avance de Rusia en sus fronteras.

A cambio, Suecia debería levantar su prohibición de venta de armas a Turquía (y el Congreso de EEUU lo mismo con su prohibición informal, que ahora afecta a la venta de F-16). Finlandia y especialmente Suecia, dada su larga afinidad con los movimientos de “liberación nacional”, deberían cortar los contactos oficiales con el PKK y sus frentes, volver a comprometerse con el Acta Final de Helsinki sobre la no injerencia en los asuntos internos de otros y dar garantías de que cooperarán en la OTAN en cuestiones importantes para Turquía.

Los socios de Turquía deberían seguir aconsejándola contra una nueva incursión en el norte de Siria. Pero si Turquía se compromete a atacar sólo a los elementos del PKK al oeste del Éufrates, lejos de las fuerzas estadounidenses y del esfuerzo principal contra el ISIS, las objeciones de Washington deberían ser silenciadas. Del mismo modo, los socios deberían instar a Turquía a dejar de sobrevolar el territorio griego, pero al mismo tiempo hablar de las políticas griegas provocadoras.

Si bien estas medidas pueden gestionar las crisis inmediatas que Turquía ha lanzado, la solución a más largo plazo, pasar a una relación transaccional, necesita un liderazgo estadounidense del más alto nivel. En primer lugar, una relación de este tipo requiere tratar con Erdogan; si Putin puede hacerlo con un oponente geoestratégico, por qué no pueden hacerlo los líderes estadounidenses y europeos con un aliado, aunque sea difícil, dado lo que está en juego. En segundo lugar, EE.UU. necesita a alguien de muy alto nivel que complemente al embajador estadounidense como líder del expediente turco de la administración, no para comunicarse con los turcos, sino para acorralar al indisciplinado mundo político oficial y no oficial de Washington. Ese mundo puede torpedear cualquier esfuerzo de política exterior, pero hacerlo con respecto a Turquía es un juego de niños en ausencia del compromiso presidencial y de un defensor de Washington.

Sin embargo, nada de eso cambiará a menos que los líderes de Turquía reconozcan que deben cambiar algunas políticas y, más aún, las actitudes hacia sus aliados de la OTAN, que en este momento son todo con lo que Turquía puede contar ante una amenaza existencial de Rusia.

James F. Jeffrey

 
Legion Internacional

Excelentes soldados.Lo han demostrado en los combates que intervinieron.
Solamente un comentario


Esto pasa porque el Armamento es incompleto.
Deberian tener a disposicion 2 Minimi o equivalente y 2 lanzagranadas bajo fusil o uno de tambor, un fusil de tirador especial y algunos LAW cada 10 hombres
Asi tienen volumen de Fuego,tiro de precision y artilleria de bolsillo la Legion internacional,que ha demostrado tener excelentes combatientes.
Podria tener tambien francotiradores con Barret 12.7 como apoyo.







Todas estas armas se encuentran en Ucrania o a disposicion con municion desde Usa y Aliados.
Con esto,los sodados de la Legion Interancional,Georgianos o SOF Ucranianas podrian tener un gran aumento en sus capacidades.
Porsupuesto con Visores nocturnos para combatir H-24 (tambien en stock en Ucrania).
 

Las Armas No secretas de Putin​

Eva de LEZO, 19 de junio de 2022



Las tradicionalmente tensas relaciones entre Rusia y occidente saltaron por los aires el pasado 24 de febrero cuando Putin dio la orden de lanzar una operación especial militar en Ucrania. Para intentar comprender lo que está ocurriendo, no queda más remedio que echar la vista atrás e indagar en la turbulenta historia de estas tierras.

Para ello, nos apoyaremos en un artículo publicado en esta misma revista hace ahora siete años, documento que se anunciaba con este fatídico titular: El conflicto de Ucrania: guerra mundial o guerra fría (1). En este premonitorio trabajo se hacían algunas interesantes consideraciones y aciagos pero acertados vaticinios. Al analizar el factor histórico, se decía lo siguiente: Ucrania […] ha sido siempre territorio de frontera. Históricamente han existido dos comunidades (pro-europeos y pro-rusos) no muy afines –sino todo lo contrario– que se han enfrentado en no pocas ocasiones.

Más adelante se realizaba el siguiente pronóstico: En el ámbito de la política internacional, si la enemistad con occidente va a más, Rusia se aproximará a oriente, donde podría formar una formidable alianza con China. El documento finalizaba con esta apostilla: El oso ruso económicamente acosado y políticamente aislado puede ser altamente peligroso.

Pues bien, parece que todo aquello, que algunos ya intuían en 2015, se ha hecho realidad en 2022 (para ampliar información remitimos la lectura del ya citado artículo). En este punto resulta necesario mencionar algunos hechos no muy lejanos que han determinado el devenir de los últimos acontecimientos y, muy en concreto, la mal gestionada herencia de la Guerra Fría, periodo que podemos acotar entre 1945 (final de la II Guerra Mundial) y 1991 (disolución de la URSS).

Esta etapa se caracterizó por una descarnada y persistente confrontación entre los bloques occidental (Alianza Atlántica) y oriental (Pacto de Varsovia). Durante la Guerra Fría los países europeos al Este del telón de acero habían sufrido un sinfín de injerencias e imposiciones dictadas desde el Kremlim, incluyendo la cuasi forzada constitución del Pacto de Varsovia.

La mayor parte de estos países(2) e incluso algunas antiguas repúblicas soviéticas(3) aprovecharon la implosión de la URSS para aproximarse a Occidente, pasando del difunto Pacto de Varsovia a la briosa Alianza Atlántica. Así, en la década de los noventa del siglo pasado, la OTAN comenzó una expansión hacia el Este que rápidamente le llevaría hasta los mismísimos límites de la Federación Rusa (ver Mapa 1).


El misil balístico intercontinental ruso RS-28 “Sarmat”

En 1999, con la incorporación de Hungría, República Checa y Polonia, la OTAN tocaba por primera vez la frontera rusa en el enclave de Kaliningrado. Cinco años después, en 2004 se incorporaron Eslovenia, Bulgaria, Rumania, Eslovaquia, Lituania, Letonia y Estonia. La adhesión de las tres repúblicas bálticas fue especialmente significativa por ser desavenidos vecinos y tradicionales adversarios de Rusia: Lituania tiene 227 km. de frontera común con el ya citado enclave de Kaliningrado, mientras que Letonia y Estonia, cuentan, respectivamente, 217 y 294 km que lindan con la frontera occidental de Rusia.

Para el Kremlin, con la incorporación de los estados bálticos, la Alianza Atlántica ponía cerco a Kaliningrado (el enclave quedaba rodeado por Polonia y Lituania) y, quizás lo más relevante, las fuerzas de la OTAN se personaban a las puertas de San Petersburgo (la segunda ciudad más poblada de Rusia se encuentra a tan solo 150 km. de la frontera estonia). La expansión de la Alianza Atlántica hacia el Este viene siendo el principal argumento de Moscú tanto para plantear sus reivindicaciones, como para justificar sus acciones más agresivas. Con la desaparición de la URSS, la Guerra Fría se dio por concluida, pero la tensión, desconfianza y recelos, lejos de desaparecer, han ido en imparable aumento.

El que avisa…

Entre los días 2 y 4 de abril de 2008, se celebró en Bucarest la XX cumbre de la OTAN. En esta reunión se dio luz verde a una nueva ampliación, aprobándose las que hasta hoy han sido últimas adhesiones: Albania y Croacia (incorporaciones esperadas y no excesivamente polémicas). Sin embargo, además el Consejo Atlántico emitió un comunicado según el cual se abrían las puertas para que Ucrania y Georgia pudieran iniciar el proceso para integrarse en la Alianza Atlántica.

El presidente Putin –que curiosamente había sido invitado a la cumbre– reaccionó de inmediato con una muy explícita advertencia afirmando que cualquier nuevo intento de ampliación que incluyese a estos últimos países sería considerado casus belli (recordemos que Ucrania y Georgia tienen frontera con Rusia y –lo que es más importante– constantes fricciones e históricas disputas).

En esa ocasión, las advertencias o amenazas de Putin serían acompañadas de expeditivas acciones –encubiertas o muy abiertas– sobre sus vecinos: en Georgia (2008) la intervención a favor de los secesionistas de Osetia del Sur y en Ucrania (2014) la anexión de Crimea y el apoyo político-militar a las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk en la antaño desconocida y ahora muy famosa, región de Dombass. Pero, además, de las advertencias y acciones, el aviso más importante –que sin embargo parece haber sido relativamente ignorado– fue el impulso a un ambicioso programa armamentístico


RS-24 “Yars”.

Hace cuatro años, el 1 de marzo de 2018, el presidente ruso, en el debate del estado de la Federación, anunciaba triunfalmente los resultados de unos programas que venían desarrollándose desde hacía años. Con una ampulosa puesta en escena, un exultante Putin presentó seis novedosos sistemas de armas: el misil balístico intercontinental Sarmat (sármata); el misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik (petrel gigante); el vehículo de planeo hipersónico Avangard (vanguardia); el misil hipersónico Kinzhal (daga); el sistema oceánico multipropósito Poseidon y el de laser Peresvet (ultraluz).

A continuación, haremos algunas consideraciones sobre las características y posibilidades de empleo de esta novedosa panoplia de armas. Hemos de decir que los datos disponibles son pocos y sesgados y las armas no consta que hayan sido empleadas en situaciones reales de combate y el rendimiento en las pruebas a veces difiere notablemente del que se obtiene frente a un adversario, que en algunos campos puede ser tecnológicamente superior. Antes de entrar en materia, debemos dejar constancia de que las fuentes rusas (sirva de muestra la presentación de Putin) se muestran muy optimistas y extremadamente triunfalistas. Sin embargo, un buen número de analistas occidentales ponen en duda que los nuevos desarrollos sean tan extraordinarios y funcionen tan eficientemente como vienen afirmando.

  • RS28 Sarmat (denominación OTAN SS-30 Satan-2): Misil de clase ICBM (Intercontinental Ballistic Missile) con motor cohete PDU99 de 4 propulsores de combustible líquido. Tiene un alcance de 17.000 km. siguiendo trayectorias balísticas suborbitales y orbitales y una velocidad máxima de 20 mach. Cuenta con una cabeza de guerra MIRV (Multiple Independently Targetable Reentry Vehicle) con capacidad para entre 10 y 15 ojivas termonucleares y equipos de contramedidas que, según fuentes rusas, pueden interferir con éxito en los sistemas antimisiles actuales. Es un desarrollo a partir de los RS-24 Yars y RS-26 Razeh. El sistema MIRV de su cabeza de guerra permite dispersar hasta 15 ojivas en una zona de una extensión equivalente a Ucrania. Aunque su trayectoria balística sigue siendo predecible y por tanto interceptable, fue reforzado con paquetes de contramedidas para disminuir la eficacia de los escudos antimisiles. Puede servir como plataforma de transporte y lanzamiento de los nuevos planeadores hipersónicos Yu-71/Yu-74 Avangard.
  • 9M730 Burevestnik (SSC-X-9 Skyfall): Misil de crucero, o CM (Cruise Missile) de propulsión nuclear, equipado con los tradicionales sistemas de guiado INS/GPS(4)/TERCOM para este tipo de armas, que permiten un control redundante de la trayectoria. Vuela a velocidades subsónicas y transporta cabezas de guerra termonucleares. Según la propaganda rusa, su principal característica es su particular capacidad para penetrar en las defensas antimisiles. Vuela a baja cota dificultando su detección, pero, además, y esto es lo verdaderamente relevante, resulta que, gracias a su propulsión nuclear, tiene una autonomía de vuelo descomunal y, por ende, un alcance casi ilimitado, ampliando enormemente el tiempo de vuelo, lo que le permitiría seguir cambiantes y erráticas trayectorias durante largos periodos, así como efectuar aproximaciones indirectas empleando aquellas rutas que, por ser las más largas, son las menos esperadas. Todo ello podría conferirle notables posibilidades para penetrar los escudos antimisiles, cuyos medios de detección suelen estar orientados hacía las vías de aproximación más cortas y directas.
  • Yu-71-Yu-74 Avangard: Vehículo de planeo hipersónico que puede transportar cabezas de guerra nucleares o convencionales y ser lanzado desde distintas plataformas ICBM (RT-2PM2 Topol, R-30 Bulava, R-36 Voivoda, RS-24 Yars, RS-28 Sarmat…). El diseño se ha desarrollado como una atrevida combinación hipersónica de ICMB y CM, que busca aunar en una sola arma las ventajas de ambas clases de misiles. Se trata de un sistema mixto de dos fases, la primera en todo coincide con un ICBM, pero en la de reentrada (durante la trayectoria descendente, precisamente cuando el ICBM es más vulnerable a la interceptación) el vehículo de planeo se desprende de su plataforma balística y comienza a velocidad hipersónica (teóricamente hasta 27 Mach) una trayectoria de aproximación con navegación de crucero –sistema de guiado astro inercial– que le permite efectuar maniobras evasivas. En teoría, su alta velocidad y su elevada capacidad de maniobra le habilitarían para alcanzar su objetivo, haciendo inútiles las defensas antimisiles.
    • Kh-47M2 Kinzhal: Misil hipersónico con motor cohete de combustible sólido, equipado con un sistema mixto de guiado INS/GPS/óptico. Armado con ojivas nucleares o convencionales, puede ser lanzado desde varios tipos de aeronaves de combate: MiG-31K, Tupolev Tu-22M o Sukhoi Su-58 y, dependiendo de la plataforma, su alcance oscilaría entre los 2.000 km. con el primero y 3.000 con los otros. El lanzamiento desde plataformas aéreas facilita la aproximación hacia los objetivos terrestres o marítimos. Según el Kremlin tiene capacidad para realizar maniobras rápidas y abruptas, lo que, junto a su vuelo hipersónico teóricamente hasta 12 Mach), le permitiría sortear las defensas antimisiles.
    • Status-6 Poseidon (Kanyon): Vehículo submarino no tripulado de propulsión nuclear diseñado para transportar cabezas de guerra termonucleares, que podrían ser empleadas para la destrucción de bases navales y ciudades costeras o para atacar escuadras navales o buques de gran porte (como los portaaviones).Su secreto reside en la combinación de velocidades: muy baja en la fase de aproximación y muy alta en la de ataque. Está concebido para recorrer grandes distancias a velocidad reducida (podría tardar varias semanas en aproximarse a su objetivo). El sigilo durante la lenta aproximación le haría prácticamente indetectable a los tradicionales sistemas acústicos. Sin embargo, en la fase de ataque –que se iniciaría a 2 o 3 km. del objetivo– la velocidad sería muy alta, alrededor de 100 km/h. Se especula si podría alcanzar una velocidad aún mayor por supercavitación (técnica empleada en los torpedos VA-111 Shkval. que alcanzan los 380 Km /hora).
    • Peresvet: Sistema láser para defensa antiaérea, en principio diseñado para el derribo o inutilización de ingenios aeronáuticos de todo tipo: aeronaves no tripuladas de diverso tamaño, aviones de combate, helicópteros, misiles... Se especula sobre los efectos del láser con dos posibilidades: la destrucción física o grave deterioro de componentes esenciales o el cegamiento de los sistemas de navegación y control (en ambos casos provocaría que la aeronave quedase neutralizada). Este sistema es del que menos se sabe y sobre el cual simplemente se dijo que había significativos avances. Por tal motivo se considera que, o bien no está del todo operativo, o la investigación no ha dado los resultados esperados.
    • Sistema láser de combate móvil “Peresvet” (foto Ministerio de Defensa de Rusia).

Conclusiones

Volvemos a insistir en que todas las anteriores consideraciones han de ser tomadas con las debidas reservas pues, como ya quedó dicho, los datos son pocos y, en muchos casos, tendenciosos. Sin embargo, independientemente de que los nuevos ingenios puedan ser revolucionarios o simple fanfarria, lo que es innegable es que el esfuerzo armamentístico ruso de los últimos años ha sido descomunal. En este contexto, si analizamos el conjunto de estos nuevos desarrollos podemos enunciar algunas interesantes conclusiones.

El escudo antimisiles: La carrera armamentística rusa comenzó en 2003 como respuesta al despliegue del escudo antimisiles en algunos países del Este de Europa. Casi todos los esfuerzos han ido dirigidos a crear armas que, de una u otra forma, puedan penetrar las defensas antimisiles desarrolladas por Occidente.

Para eludir los sistemas antiaéreos terrestres (NASAMS, Arrow o Patriot) el esfuerzo se ha dirigido a aumentar el alcance, velocidad, maniobrabilidad y potencia de una amplia gama de misiles (nucleares y convencionales), mejorando tanto los modelos balísticos como los cruceros, e incluso tratando de materializar un nuevo tipo que aspira a, en cierto modo, combinar ambas técnicas. Los nuevos diseños han sido desarrollados bajo dos premisas: aumentar el alcance para batir cualquier tipo de objetivo en cualquier lugar del orbe y proporcionar capacidades para eludir los sistemas antimisiles occidentales.

Para romper las defensas antimisiles en la mar (Aegis) las ya mencionadas innovaciones en misiles han sido complementadas con el desarrollo del vehículo submarino no tripulado Poseidon, de forma que los navíos de guerra del adversario deban hacer frente a dos insidiosas amenazas simultáneamente: aérea y submarina.

El poder naval y el dominio de la mar: Parece que otra de las finalidades de estos nuevos desarrollos es hacer frente a la superior entidad y capacidad de combate de las armadas occidentales. La superioridad naval de la Alianza Atlántica -al menos en lo que a buques de superficie de refiere– es palmaria y abrumante.

Para hacernos una idea, basta comparar el poderío de la US Navy con el de la Federación Rusa. En tal parangón solo haremos referencia a los buques de medio y gran porte (ver Cuadro 1). En principio, podemos constatar la inmensa superioridad en portaviones, 20 de Estados Unidos y 1 ruso (el Almirante Kuznetsov, que no se encuentra operativo y parece que prácticamente se mantiene como simbólico buque insignia de su Armada).

También resulta abrumadora la superioridad en cruceros y destructores: 94 frente a 18, respectivamente. Pero al disminuir el tonelaje la situación da un drástico y sorprendente vuelco y en fragatas y corbetas nos encontramos con el balance de 22 contra 94. El apartado dedicado a submarinos está bastante más equilibrado: Estados Unidos 69 y Rusia 59. Las cifras son elocuentes: la US Navy, mucho más potente, está pensada para constituir grandes formaciones navales para ejercer el dominio de mares y océanos y proyectar el poder militar con capacidades y apoyos para intervenciones terrestres.

La Federación Rusacon un potencial económico muy limitado en comparación con los Estados Unidos– no está en condiciones de acometer la construcción y mantenimiento de una gran Armada de superficie que pudiera disputar el dominio del mar a las mucho más potentes flotas de sus tradicionales adversarios.

Por ello, en lugar de invertir en grandes buques convencionales, Moscú parece haber apostado por plataformas navales (tanto barcos ligeros y rápidos como sigilosos y furtivos submarinos) desde las que poder lanzar las armas de nueva generación que han sido específicamente diseñadas para amenazar y neutralizar formaciones navales de gran entidad. Según el Kremlin, algunos de los ya citados misiles y el misterioso Poseidon tendrían capacidad para eludir los sistemas defensivos (antimisiles o antisubmarinos) y hundir cualquier navío de guerra en cualquier mar u océano.

La amenaza disuasoria: En su discurso del 8 de marzo de 2018, el presidente ruso aseguraba que, con las últimas innovaciones, los nuevos desarrollos rusos –convencionales y nucleares– estaban en condiciones de alcanzar cualquier objetivo terrestre y marítimo en cualquier punto del orbe.

Aunque muchos expertos ponen en duda que estos sistemas sean realmente operativos y tan eficientes como Moscú pretende hacer creer, el mensaje sembró la duda y la preocupación (sobre todo teniendo en cuenta las apocalípticas capacidades del arsenal nuclear ruso). Putin, que a esas alturas ya debía estar barajando la intervención en Ucrania, finalizó su triunfal presentación con un explícito, arrogante y amenazante aviso a navegantes: Con las nuevas armas rusas las defensas tradicionales han quedado obsoletas y si alguien encontrase una solución alternativa, nuestros chicos pensarán en algo nuevo




portada: Vladimir Putin centró su discurso en el debate del estado de la Federación de 2018 en las nuevas y potentes armas rusas.

  1. Eva de Lezo (2015): El conflicto de Ucrania: Guerra Mundial o Guerra Fría; disponible en https://www.defensa.com/en-abierto/conflicto-ucrania-tercera-guerra-mundial-guerra-fria.
  2. Países del extinto Pacto de Varsovia actualmente en la OTAN: Albania, Bulgaria, Checoslovaquia (hoy dividido en República Checa y Eslovaquia), Hungría, Polonia, República Democrática de Alemania (hoy unificada en una sola Alemania) y Rumania.
  3. Países que en su día fueron Repúblicas Soviéticas actualmente en la OTAN: Estonia, Letonia y Lituania.
  4. El equivalente ruso al GPS se denomina GLONASS.
 
y que esperabas que iba a pasar. En febrero del otro lado de la frontera ANTES de invadir, desde rusia negaban la existencia de ucrania como lo más tranquilo, después de la invasión digamos que se potenció.

Para mí es una medida más de propaganda, pero el resentimiento contra rusia en gran parte de ucrania será por décadas y no sé si siglos
Sera igual que Chechenia? Una vez pase todo esto todo volvera a la normalidad el pueblo se adaptara a la nueva realidad, el problema para mi no es Ucrania sino que el juego no va a terminar ahi. Eso de siglos no lo creo, Japon es un buen ejemplo aparte de chechenia o Vietnam.
 
Cuando lei el articulo,me parecio algo increible de ser cierto.
EEUU el mayor productor de maíz del mundo,es imposible que le falten los pop corn en su cultura,salvo que no cultiven pisingallo y me parece increible que asi fuera.
Falta de lechugas en Australia,no se,también es chocante que con terrible territorio no pueda subsanar el mercado interno.
Lo mismo la cerveza en Alemania.
Lo del vidrio es mas creible.
Salvo que se hayan vuelto tan inutiles como aca que si no te cultivan los huertos los bolivianos o algunos mas nos cahamos de hambre por que no sabemos plantar una papa.
Por lo que he visto en documentales Australia tiene grandes zonas desérticas.
 
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