Hace un año la Federación Rusa invadió Ucrania con la certeza de que emprendía una operación rápida, algo a medio camino entre la ocupación de Crimea de 2014 y la guerra de Georgia de 2008. Documentos rusos capturados revelaron que el plan ruso pasaba a la fase de estabilización el día D +10, una vez reemplazado el gobierno en Kíev por otro prorruso.
Pero el plan fracasó y la posterior conducción
ad hoc de la campaña puso al descubierto severas carencias en la cadena de mando y las fuerzas rusas. Asimismo, se manifestaron fallos incomprensibles en el planeamiento original, seguramente resultado de un exceso de confianza.
Las mismas fuentes que aseguraban que Ucrania no resistiría el embate cambiaron de postura tras los primeros reveses rusos; dando muestra de un triunfalismo prematuro. No cuestionaremos las numerosas deficiencias observadas en las Fuerzas Armadas de la FedRu, pero también deberíamos recordar lo que para Rusia parece ser una pauta histórica. La Guerra de Invierno (1939) y la Gran Guerra Patriótica (1941-45), como se conoce en Rusia a la II GM, son los ejemplos contemporáneos más ilustrativos de cómo Rusia es capaz de sufrir reveses espantosos al inicio de un conflicto, inaceptables para cualquier otro país, para rehacerse mientras prepara y conduce una guerra de desgaste
a posteriori.
El cambio del esfuerzo principal de las operaciones del área de Kíev al Donbás y la fortificación de la línea del Dniéper dieron paso a la contraofensiva ucraniana que algunos medios llegaron a comparar con la
Blitzkrieg, la Guerra Relámpago alemana de 1939-40. El avance ucraniano aparentemente imparable volvió a estimular el triunfalismo en medios y análisis occidentales. Sin embargo, a día de hoy, la evaluación aceptada por la mayoría de los observadores del conflicto es que Moscú pasará pronto a la ofensiva
Nuestra hipótesis se basa en dos premisas; que las entregas de los MBTs a Kíev tengan lugar en tiempo útil y que Moscú sea capaz de planear y ejecutar una ofensiva con éxito. En ese caso podemos esperar que las fuerzas ucranianas ejecutarán una batalla defensiva en toda la profundidad del área de operaciones. Para este entorno el material Leopard puede ser especialmente apropiado
Nuestra hipótesis se basa en dos premisas; que las entregas de los MBTs a Kíev tengan lugar en tiempo útil y que Moscú sea capaz de planear y ejecutar una ofensiva con éxito. En ese caso podemos esperar que las fuerzas ucranianas ejecutarán una batalla defensiva en toda la profundidad del área de operaciones. Para este entorno el material Leopard puede ser especialmente apropiado
. Nos inclinamos a pensar que, tras un alto el fuego, los términos del eventual acuerdo adoptarán la forma de un armisticio, más que el de un tratado de paz. En esta fase del conflicto, que no será la última, el territorio será simplemente la moneda de cambio.
Global Strategy Report, 6/2023 Resumen: La reciente decisión de los gobiernos alemán y estadounidense de transferir carros de combate (MBT por sus siglas en inglés) a Kíev aporta un salto cualitativo…
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