Para un autor/investigador no existe el rédito monetario. Puedo hablar de mi experiencia. Para escribir sobre la Batalla de Pradera del Ganso entrevisté a más de 150 VGM, para lo cual debí viajar miles (sí, miles) de kilómetros por varias provincias del país. En primer lugar (ya que no tenía automóvil) viajé en colectivo; luego, sí, en auto. A los pasajes y al combustible deben sumarse gastos de alojamiento. La comida no cuenta pero sale un poco más que comer en casa. Existe un factor, además, que no se visualiza a menudo: el tiempo... Cuando uno concerta una entrevista con un VGM no se trata de sentarse y largarse a hablar mano a mano. No, hay mucho tiempo previo de conocerse, de saber qué busca el investigador y cuáles son sus fines. Los viajes, además, conllevan riesgos. He manejado, solo, en varias ocasiones, 1500 km de ida y su vuelta.
Recuerdo que, hace unos años, hice cinco entrevistas (una detrás de otra) en cinco días en San Luis, San Rafael, Mendoza, San Juan y Catamarca, aprovechando un fin de semana largo. Soy empleado y no puedo disponer libremente del tiempo.
He ido hasta el centro de Misiones y a Formosa; Corrientes, Resistencia y Villa Ángela. También Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Mercedes (Corrientes), no solo en una sino en varias ocasiones. Y me queda mucho más....
Y después queda publicar un libro: imprenta, presentación, distribución, etc. etc. Muchos piensan que vender 300/ 500 libros es juntar mucho dinero. ¿Pero cuánto se invirtió para poder concretarlo? Muchísimo más de lo que se logra por vender esos ejemplares. ¿Y cuántas veces he viajado muchos kilómetros más a una presentación (a cargo de mi bolsillo) para lograr colocar solo cuatro o cinco ejemplares?
Y algo más... A mí me daba una especie de vergüenza cobrar esos libros, pero tenía que hacerlo porque debía el dinero de su impresión...
Sin embargo, he ganado muchas otras cosas: el aprecio de mis entrevistados, la amistad de muchos otros que no conocí pero escribí sobre ellos, el agradecimiento de todos ellos por haber plasmado una historia para que perviva en la memoria de los argentinos.
Y lo sigo haciendo, es una vocación por conocer y hacer conocer lo que se hizo en esas islas en 1982...