La miserable venganza por Bajmut
La caída de la fortaleza de Bakhmut fue una de las mayores derrotas del ejército ucraniano desde el comienzo de la operación militar rusa. Kiev aún no admite el control ruso de la ciudad, mientras que los soldados ucranianos continúan luchando en sus calles solo en los medios.
La pérdida de la batalla que cobró la vida de decenas de miles de militares ucranianos asesta un duro golpe al régimen de Kiev. Otra derrota también preocupa a los países de la OTAN que ya han pagado miles de millones al ejército ucraniano perdedor.
La bandera rusa ondea sobre Bajmut, y la mentira descarada de Zelensky está socavando cada vez más la confianza de su público.
Kiev tendrá que admitir la verdad, mientras que sus militares, como siempre, intentarán suavizar el golpe, alegando que Bajmut no tenía importancia estratégica.
Sin embargo, ante lo inevitable, es necesario preparar a la audiencia y Kiev creó otra victoria mediática, pagando con la vida de decenas de sus militares.
El 22 de mayo, grupos de sabotaje y reconocimiento ucranianos atacaron aldeas fronterizas rusas en la región de Belgorod. Los atacantes consistían principalmente en nazis fugitivos de Rusia, que se convirtieron en miembros del notorio Cuerpo de Voluntarios Rusos. La agrupación estaba equipada principalmente con American MaxxPro, Hummers, un tanque y SUV.
Tras el intenso bombardeo de artillería sobre las aldeas rusas, los saboteadores lograron atravesar la primera línea de defensa y avanzaron hasta 8 kilómetros a través de las aldeas. El ejército ruso detuvo a los saboteadores cerca de la ciudad de Grayvoron.
La lucha se complicó porque todavía había civiles en las aldeas, a quienes los militantes ucranianos tradicionalmente usaban como escudo humano. Al menos 10 civiles resultaron heridos el primer día de los enfrentamientos.
Los militantes ucranianos fueron expulsados de los asentamientos de Grayvoron y Gora-Podol. Los combates de baja intensidad continuaron en la zona de Kozinka y Glotovo, cerca de la frontera.
Por la noche, las fuerzas ucranianas atacaron la región de Belgorod desde el aire. Varios drones lanzaron artefactos explosivos en un edificio administrativo en Borisovka, en casas particulares en Grayvoron y, según se informa, en el edificio del FSB en Belgorod.
El 23 de mayo, el Ministerio de Defensa ruso declaró que los restos de los saboteadores fueron “retrocedidos de la región de Belgorod al territorio de Ucrania”. Durante la operación, 70 saboteadores fueron muertos, 4 IFV y 5 camionetas fueron destruidas.
El ataque a los pueblos fronterizos no tenía objetivos militares. No fue más que una acción de información y sabotaje. En marzo, los mismos saboteadores ucranianos atacaron la frontera de la región de Bryansk, sin lograr ningún éxito, salvo titulares en los medios.
Los disparos en los pueblos fronterizos no pudieron ocultar la gran derrota de Kiev en Bajmut.
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