Sebastian
Colaborador
Suriyakmaps
Hoy los rumores finalmente se hicieron realidad.
El presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, destituyó de su cargo a Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Después de meses de fricciones internas dentro de la cúpula militar, el presidente ha realizado una serie de cambios sustanciales, que no están claramente dirigidos al nivel militar sino al político.
Zelensky necesitaba reforzar su autoridad tras el fracaso de las fuerzas armadas ucranianas en 2023, y para ello ha nombrado elementos que le son favorables. Entre ellos se encuentra Oleksander Syrskyi, que ha sustituido a Zaluzhnyi. El militar es conocido como el arquitecto de la exitosa contraofensiva ucraniana en Jarkov.
Sin embargo, el apoyo en el ejército es bajo, especialmente después de la batalla para defender Bakhmut y su fallido intento de retomarlo en el verano de 2023.
La situación es muy diferente a la de septiembre de 2022 y el ejército ruso no sufre escasez de personal, y mucho menos de municiones, y la producción aumenta constantemente.
Dada la experiencia de Bakhmut, es posible que el simbolismo político vuelva a prevalecer sobre el pragmatismo militar, lo que resultará en el traslado de reservas a la ciudad de Avdivka para contener el avance ruso, poniendo en marcha una dinámica de desgaste que prolongaría la batalla más allá de febrero, pero provocaría una pérdida sustancial de personal ucraniano que afectaría en gran medida las capacidades ofensivas de Ucrania en el futuro.
Las fricciones en el Estado ucraniano siguen intensificándose, mientras que las posibilidades de recuperar la iniciativa siguen disminuyendo. Lamentablemente la guerra continuará.
Hoy los rumores finalmente se hicieron realidad.
El presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, destituyó de su cargo a Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Después de meses de fricciones internas dentro de la cúpula militar, el presidente ha realizado una serie de cambios sustanciales, que no están claramente dirigidos al nivel militar sino al político.
Zelensky necesitaba reforzar su autoridad tras el fracaso de las fuerzas armadas ucranianas en 2023, y para ello ha nombrado elementos que le son favorables. Entre ellos se encuentra Oleksander Syrskyi, que ha sustituido a Zaluzhnyi. El militar es conocido como el arquitecto de la exitosa contraofensiva ucraniana en Jarkov.
Sin embargo, el apoyo en el ejército es bajo, especialmente después de la batalla para defender Bakhmut y su fallido intento de retomarlo en el verano de 2023.
La situación es muy diferente a la de septiembre de 2022 y el ejército ruso no sufre escasez de personal, y mucho menos de municiones, y la producción aumenta constantemente.
Dada la experiencia de Bakhmut, es posible que el simbolismo político vuelva a prevalecer sobre el pragmatismo militar, lo que resultará en el traslado de reservas a la ciudad de Avdivka para contener el avance ruso, poniendo en marcha una dinámica de desgaste que prolongaría la batalla más allá de febrero, pero provocaría una pérdida sustancial de personal ucraniano que afectaría en gran medida las capacidades ofensivas de Ucrania en el futuro.
Las fricciones en el Estado ucraniano siguen intensificándose, mientras que las posibilidades de recuperar la iniciativa siguen disminuyendo. Lamentablemente la guerra continuará.