@pati_marins64 20hs
Los occidentales deben aprender el valor de las innovaciones baratas.
Las nuevas bombas deslizantes rusas se han convertido en equivalentes a grandes lancetas de largo alcance, que transportan 150 kg de TNT.
La designación del objetivo la ajustan los operadores del UAV Orlan y, a diferencia de las bombas planeadoras aladas, la munición equipada con el módulo UMPB se puede lanzar desde una distancia de 150 a 200 km.
En Ucrania se encontraron fotografías de los restos de nuevos módulos de planificación de bombas aéreas. En ellos se ve la inscripción UMPB, aunque la marca debía ser UMPC (Módulo Unificado de Planificación y Corrección). A modo de información, la letra "B" significa holgazanería.
Recientemente, los rusos han aumentado la producción en masa de FAB y UMPC, y se producen varios ataques a diario.
Con un alcance de 200 kilómetros, estas bombas son lanzadas por aviones fuera del alcance de cualquier sistema de defensa aérea occidental.
También se pueden utilizar modelos más antiguos como el Su-25 e incluso el Yak-130 para el lanzamiento.
Mientras Rusia aumenta la producción, la realidad del lado ucraniano sigue siendo la opuesta.
De los 31 tanques Abrams, se confirma visualmente que 4 están fuera de combate, y considerando que quizás el 30% del equipo se pierde sin confirmación visual, este número podría ser incluso mayor. No es exagerado decir que alrededor del 15%-20% de los tanques Abrams estarán fuera de combate en pocas semanas;
Una situación aún peor se registró para el Challenger 2, de los cuales, de 14, sólo 7 permanecen operativos: 2 fueron destruidos por los rusos y 5 están inoperables por problemas técnicos, sin piezas de repuesto disponibles para su reparación.
En cuanto a los Leopard 2A4/6, de los 75 entregados, 30 están confirmados visualmente como fuera de combate, y este número podría superar los 40 si consideramos posibles pérdidas no confirmadas visualmente.
Suecia entregó 10 Stridsvagn 122 y se confirmó visualmente que 6 estaban fuera de combate.
Una situación aún peor ha ocurrido con la artillería occidental, ya que quedan pocos sistemas listos para el combate.
Respecto a los IFv, de los 186 Bradley entregados, alrededor de 70 están visualmente fuera de combate. Calculo que unos 100 están fuera de combate, ya que siempre considero un 30% adicional.
En resumen, es probable que Ucrania se quede con menos de 700 tanques y vehículos de combate de infantería operativos en total en esta etapa de la guerra.
Si mis cifras son correctas, esto equivaldría a menos del 15-18% de los tanques y vehículos de combate de infantería rusos realmente desplegados en Ucrania.
Con este nivel de desventaja, ¿cómo lucha Ucrania?
Básicamente, con infantería y drones merodeadores, apoyados por una dosis de heroísmo, sería la respuesta probable.
Otro hecho interesante fue que los lanzadores Patriot fueron destruidos cerca del frente. Esto demuestra que Ucrania no tiene ninguna defensa aérea móvil y tuvo que desplazar a los Patriots cientos de kilómetros. Esto es una locura y es una buena imagen del caos real.
Como vengo informando desde hace varios meses, la situación de las fuerzas ucranianas es catastrófica, ya casi un año sin recibir armas.
Los kits de guía convierten las viejas bombas planeadoras en una amenaza real en el campo de batalla, y son realmente rentables, ya que cuestan unos pocos miles de dólares.
Por lo general, estos kits son más precisos con FAB 250 y FAB 500, pero escuché algunos rumores acerca de que incluso se está probando el FAB 1500.
Si bien los kits de guía en sí no son una innovación, la verdadera innovación radica en la fabricación de kits grandes para viejas bombas soviéticas a bajo costo y a gran escala. Esto contrasta marcadamente con la industria occidental, donde un simple proyectil de 155 mm puede costar más de 4.000 dólares.
Algunas bombas GBU occidentales pueden tener un precio de 200.000 dólares, mientras que estas viejas bombas soviéticas reutilizadas cuestan menos de 20.000 dólares. La esencia de esta innovación es reutilizar bombas viejas para convertirlas en armas precisas a bajo costo, lo que impactará significativamente el equilibrio de poder en las guerras.
La innovación implica crear soluciones sostenibles utilizando los recursos existentes, adaptándolos a las necesidades actuales y transformándolos en armas poderosas en el campo de batalla moderno.