@pati_marins64
¿Qué cambia si los senadores estadounidenses aprueban la ayuda militar de 23.000 millones de dólares para Ucrania?
Se trata de una suma considerable para cualquier ejército, pero dadas las complejidades del conflicto ucraniano, es poco probable que altere el equilibrio de la guerra. En cambio, algunas industrias armamentísticas consumirán rápidamente este presupuesto.
¿Por qué este dinero podría no ayudar significativamente a Ucrania? La razón principal es que los obstáculos occidentales implican algo más que dinero.
Estados Unidos ya hizo ofertas y compró todos los SHORAD móviles, tanques y proyectiles de artillería disponibles en el mercado.
El dinero no puede comprar lo que no existe. Sin embargo, puede asegurar entregas futuras y, en este momento, la inversión podría proporcionar armamento significativo para Ucrania, que se entregaría en un año y medio o dos.
Otro tema son las defensas aéreas de largo alcance. La mayoría de estos sistemas, especialmente los Patriots, están experimentando escasez de misiles. Recordemos que sólo se producen 600 misiles MIM al año, y otro pequeño lote se fabrica en Japón.
En cuanto al IRIS-T, NASAMS y otros sistemas de defensa aérea, también existe preocupación por la escasez de misiles, excepto el AIM-120 AMRAAM, que es compatible con pocos AD occidentales.
Estabilizar esta situación llevaría entre 2 y 3 años y mucho más que 23.000 millones de dólares.
Una situación aún más grave es la producción de proyectiles de artillería de 155 mm, donde la producción de la UE no ha superado los 400.000 durante el último año, y considerando las entregas actuales, todo Occidente no llegará a 1 millón, a pesar de cobrar cinco veces más por proyectil.
La industria armamentística mundial se enfrenta a una grave escasez de materias primas, incluidos artículos de plástico. La cuestión se extiende más allá de las finanzas y abarca la infraestructura y los insumos.
La entrega de sistemas de artillería es otro problema. Las nuevas piezas para Ucrania tardan varios meses en llegar y el mantenimiento sigue siendo un desafío. La mayoría de estas piezas de artillería occidental viajan 1.500 km para ser reparadas y pocas quedan en el campo de batalla. De manera similar, Ucrania tiene sólo unas pocas unidades de tanques occidentales.
La ayuda estadounidense podría comprar cientos de ATACMS, Abrams y Bradleys, lo que sería la mejor inversión de este dinero. Sin embargo, desplegar estos vehículos y misiles sin la cobertura de artillería y sistemas de defensa aérea es problemático.
Independientemente del aporte financiero, las fuerzas occidentales enfrentan serios desafíos en Ucrania, que van desde vendedores confiables hasta logística.
Otra pregunta es: ¿quién operará las nuevas armas? ¿Se destinará parte de este dinero a la contratación en el extranjero? Considerando la actual escasez de tropas, Ucrania podría necesitar soluciones externas.
Para los ucranianos, 23.000 millones de dólares en armas no cambiarán el curso de la guerra y, como dije antes, este dinero será rápidamente absorbido por las empresas armamentísticas.
Este conflicto no se trata principalmente de aviones, sino de IFV, artillería y misiles.
La situación en Ucrania se vuelve más compleja cada día y, siendo realistas, para que Occidente tenga una mínima posibilidad, es una confrontación que requiere entre 200 y 300 mil millones de dólares y una guerra más larga de 2 a 6 años, no sólo 23 mil millones de dólares.
¿Y los rusos? Han invertido mucho más de 200.000 millones de dólares desde 2022.
Pero, una vez más, no se trata sólo de dinero: se trata de costos, infraestructura y cadenas de suministro.