@pati_marins64
Ucrania gastó más que cualquier otro país en la guerra
Contrariamente a la creencia popular y a las promesas occidentales, son los ucranianos quienes soportan la mayor parte de los costos financieros de la guerra.
Cada mes, el gobierno ucraniano gasta aproximadamente 4.500 millones de dólares en el ejército, mientras que los ingresos mensuales del país son menos de 2.000 millones de dólares. Los ucranianos ya han gastado más de 130 mil millones de dólares en la guerra, más que cualquier otro país.
Para cubrir el déficit, el país depende de préstamos y bonos, acumulando una deuda de 150 mil millones de dólares, que es incluso mayor que el PIB del país.
Este año Ucrania seguirá liquidando propiedades estatales a precios bajos, intentando recaudar 5 mil millones de dólares para la guerra.
Vender propiedades estatales durante una guerra es un asunto serio, y seguramente estas propiedades seguirán vendiéndose a precios simbólicos y sin ninguna transparencia.
Las promesas vacías de Occidente no lograron entregar ayuda militar y no lograron mantener a flote al Estado ucraniano. Esta situación está obligando a los ucranianos a venderlo todo para que el país siga funcionando. Cada mes, el Estado ucraniano necesita alrededor de 7.000 millones de dólares para seguir funcionando.
De toda la ayuda enviada a Ucrania por otros gobiernos, una gran parte fue en equipamiento. Quizás esto se deba a que algunos países temían la corrupción en Ucrania y decidieron cometer corrupción en sus países, sobrevalorando los productos de sus industrias armamentísticas.
Es probable que este dinero regrese a algunos políticos durante las campañas electorales o incluso ahora a través de empresas de consultoría.
En las guerras, la corrupción permanece constante, sólo cambia de manos y se vuelve más sofisticada según el país.
Esta guerra se ha vuelto extremadamente costosa para todos los países involucrados, especialmente para los europeos, que pagan seis veces más por las municiones.
Esta situación sirve como advertencia para otros países que permiten que toda su industria de defensa sea de propiedad privada.