FAP inicia proceso de baja a decenas de aviones por obsoletos
En marco de modernización y adquisiciones para el parque aéreo
GONZALO AGUILAR
Dentro de su idea de consolidar la modernización de las aeronaves de combate, y eventualmente acceder a la compra de unidades nuevas, la Fuerza Aérea del Perú (FAP) viene implementando la progresiva baja de cazas, bombarderos y otros aviones considerados de poca utilidad para realmente constituir una fuerza disuasiva ante cualquier amenaza externa a la seguridad del país.
Así por ejemplo, se esperaría comprar un lote de hasta 10 cazas Su-30, como forma de crear un poder de disuasión, ahora que en la Primera Brigada Aérea de Iquique, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) ha destacado a sus modernos F-16 "Block 50". Y a esto hay que añadir que el gobierno chileno tiene en mente comprar, a partir del año 2015, aviones F-35 de última generación para la FACH.
A esta fuerza de Su-30, la FAP podría complementarla con otro lote de aviones, presumiblemente los Su-27, que aparentemente estarían siendo ofrecidos a un precio muy por debajo del esperado, ya que la oferta viene de tiempo atrás, desde el régimen anterior. En esa época, se comentaba extraoficialmente que serían 18 aviones Su-27 los que surtirían los hangares de la FAP, también a semejanza del modelo chileno, que cuenta con otros 18 F-16 de una generación anterior.
De prosperar todo esto, la fuerza de ataque aéreo del Perú la constituirían los 12 cazas Mirage 2000, que se encuentran plenamente operativos y que, como se conoce en círculos castrenses, tuvieron un desempeño correcto en ejercicios con aviones estadounidenses el año pasado -Operación Halcón-Cóndor-.
Del mismo modo, también se espera completar la repotenciación de un lote de aviones MiG-29 hacia el más avanzado modelo "SMT", la actualización estándar para la primera generación de esos cazas. No se espera contar con presupuesto para modernizar todos los aviones pero, incluso con ello, la FAP podría contar así con entre 50 o 60 aeronaves de moderna tecnología.
En segundo orden quedarían los aviones Sukhoi Su-25, diseñados para realizar ataques a objetivos en tierra en apoyo a la infantería, que suplirían así las funciones de naves que deben ser dadas de baja como los ligeros A-37. En total, la FAP cuenta con 18 de estos Su-25, una gran parte de los cuales ya estaba en proceso de mejora tecnológica. Los aviones fueron adquiridos en 1998, y corresponden a los últimos diseños elaborados en la Unión Soviética.
Dados de baja
En compensación, la FAP espera poder seguir avanzando con la baja de otras unidades más obsoletas. Por lo pronto, el 14 de junio se confirmó la baja de 12 cazas Mirage 5P, tecnología propia de los años 60 que fuera adquirida en el gobierno militar. Fue el final de una generación entera de cazas, 40 en total, donde 10 aeronaves pasaron a la Fuerza Aérea Argentina durante la Guerra de las Malvinas. Del mismo modo, los cinco aviones bombarderos Canberra que le quedaban a la FAP fueron enviados al desguase por antigüedad, ya que estas aeronaves de fabricación británica llegaron al país también en los '60.
La flotilla de Mirage 5P, olvidábamos decirlo, es la que se espera poner en venta a otro país para que aproveche sus repuestos, dado que se encuentra en buenas condiciones pero es ya un modelo anticuado para constituir un poder disuasivo eficaz.
También pasarían muy pronto al retiro los A-37, aviones de ataque a objetivos terrestres ideales para contrainsurgencia pero de los cuales solamente existen 10 operativos en la FAP. Inicialmente, estos A-37 eran 53, que llegaron incluso a tomar parte en la Guerra del Cenepa. Creados en 1962, los A-37 se mostraron muy útiles para la guerra en la selva, siendo su primer campo de pruebas la conflagración en Vietnam.
Las nuevas aeronaves rusas que llegarían terminarían reemplazando así a los cazabombarderos Su-22, que se encuentran ya fuera de circulación desde el año pasado. El gobierno peruano, en los años 70', recibió 35 de estos aviones y los derivó a la FAP, aunque actualmente solo una decena estarían funcionando.
Alcanzando una velocidad máxima de Mach 1.7, tampoco resulta adecuado para estos tiempos, y una prueba de ello es cómo dos unidades no pudieron ser rivales para un Mirage F1 de la aviación ecuatoriana, que durante la Guerra del Cenepa los pudo derribar gracias a sus mejores capacidades.
Diario la Razon.
http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LRPolitica03&td=07&tm=07&ta=2008