Perfectirijillo
Colaborador
Impacta hallazgo de reservas petrolíferas en el Ártico
Viernes, 25 de Julio de 2008
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Franco Vera y Nicolás Luco
La disputa por soberanía aumentaría tras la confirmación de un 13% de las reservas mundiales de crudo en la zona.
Parece ser que el calentamiento global y el agotamiento de las reservas de petróleo -dos de los temas más candentes de la economía global futura- se conjugaron para crear una nueva zona de potencial conflicto mundial.
El miércoles, el Instituto de Investigaciones Geológicas de EE.UU. (USGS, sus siglas en inglés) dio a conocer el fruto de cuatro años de investigación respecto de las reservas de petróleo que estarían bajo los hielos árticos, las que podrían ser explotadas en algunas décadas, tras el derretimiento de los hielos o la implementación de nueva tecnología.
Estas reservas corresponderían a unos 90.000 millones de barriles de crudo, además de otros 48 billones (millones de millones) de metros cúbicos de gas natural. Cantidad nada despreciable pues, en el caso del petróleo, correspondería a un 13% de las reservas mundiales totales estimadas, o un 6,32% de las reservas comprobadas, según el último informe (2008) de British Petroleum.
La zona ha estado en discusión territorial por los 5 países "árticos" que rodean a la zona del polo. El año pasado, Canadá acusó a Rusia de montar un "espectáculo" luego de la expedición científico-política que colocó una bandera de este país a 4.261 metros al fondo del Polo Norte. Rusia reclamaba estos territorios desde 2001 como propios esgrimiendo una extensión cordillerana del ártico, mientras que Dinamarca y Canadá aseguran que ésta era una extensión de su plataforma continental.
Sin embargo, a fines de mayo pasado, Rusia, Canadá, Dinamarca, Noruega y EE.UU. llegaron a un acuerdo: la Organización de Naciones Unidas (ONU) sería la responsable de resolver probables disputas territoriales en la zona. Pero el problema no quedó ahí, ya que el Senado de EE.UU. no ha ratificado aún la Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas.
Tal acuerdo es un documento de 1999 de la Comisión de Naciones Unidas que reglamenta los límites de la plataforma continental, y dice que los países tienen hasta 10 años tras ratificar el acuerdo (el UNCLOS, según siglas en inglés) para extender sus derechos de explotación más allá de las 200 millas marinas, en casos muy particulares. Por ello el conflicto sigue abierto y ahora con millones de barriles de crudo como incentivo.
Blogs del NY Times y el W. S. Journal reaccionaron
Andrew C. Revkin, en el NY Times tituló su comentario "Gas en el Ártico y bonanza petrolera, pero no hay solución energética". Los barcos perforadores se arriendan a US$ 100 millones cada uno. Si todo el petróleo anunciado fuera extraíble, serviría sólo para tres años de consumo de hoy. Hay que insistir en el transporte eléctrico, dice. Sesenta comentarios, aportes, opiniones:
John Burton declara que cualquier nueva reserva de petróleo que se descubra es un desastre para los que están angustiados por el calentamiento global. Varios ambientalistas hacen coro. Susan recuerda a Rusia y Canadá "estirando la mano para conquistar territorio en la nueva apertura del Ártico. Capaz que, además, de las consecuencias ambientales, tengamos guerras por territorio". Keith Johnson en el blog del Wall St. Journal pregunta "¿Habrá un chorro petrolero ártico?" Cita a Donald Lee Gautier, geólogo del estudio; recuerda que el descubrimiento no impulsará la producción global como lo hace Arabia. Y será caro: extraer un barril de petróleo ártico costaría US$ 37, sin incluir costos de exploración.
Viernes, 25 de Julio de 2008
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Franco Vera y Nicolás Luco
La disputa por soberanía aumentaría tras la confirmación de un 13% de las reservas mundiales de crudo en la zona.
Parece ser que el calentamiento global y el agotamiento de las reservas de petróleo -dos de los temas más candentes de la economía global futura- se conjugaron para crear una nueva zona de potencial conflicto mundial.
El miércoles, el Instituto de Investigaciones Geológicas de EE.UU. (USGS, sus siglas en inglés) dio a conocer el fruto de cuatro años de investigación respecto de las reservas de petróleo que estarían bajo los hielos árticos, las que podrían ser explotadas en algunas décadas, tras el derretimiento de los hielos o la implementación de nueva tecnología.
Estas reservas corresponderían a unos 90.000 millones de barriles de crudo, además de otros 48 billones (millones de millones) de metros cúbicos de gas natural. Cantidad nada despreciable pues, en el caso del petróleo, correspondería a un 13% de las reservas mundiales totales estimadas, o un 6,32% de las reservas comprobadas, según el último informe (2008) de British Petroleum.
La zona ha estado en discusión territorial por los 5 países "árticos" que rodean a la zona del polo. El año pasado, Canadá acusó a Rusia de montar un "espectáculo" luego de la expedición científico-política que colocó una bandera de este país a 4.261 metros al fondo del Polo Norte. Rusia reclamaba estos territorios desde 2001 como propios esgrimiendo una extensión cordillerana del ártico, mientras que Dinamarca y Canadá aseguran que ésta era una extensión de su plataforma continental.
Sin embargo, a fines de mayo pasado, Rusia, Canadá, Dinamarca, Noruega y EE.UU. llegaron a un acuerdo: la Organización de Naciones Unidas (ONU) sería la responsable de resolver probables disputas territoriales en la zona. Pero el problema no quedó ahí, ya que el Senado de EE.UU. no ha ratificado aún la Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas.
Tal acuerdo es un documento de 1999 de la Comisión de Naciones Unidas que reglamenta los límites de la plataforma continental, y dice que los países tienen hasta 10 años tras ratificar el acuerdo (el UNCLOS, según siglas en inglés) para extender sus derechos de explotación más allá de las 200 millas marinas, en casos muy particulares. Por ello el conflicto sigue abierto y ahora con millones de barriles de crudo como incentivo.
Blogs del NY Times y el W. S. Journal reaccionaron
Andrew C. Revkin, en el NY Times tituló su comentario "Gas en el Ártico y bonanza petrolera, pero no hay solución energética". Los barcos perforadores se arriendan a US$ 100 millones cada uno. Si todo el petróleo anunciado fuera extraíble, serviría sólo para tres años de consumo de hoy. Hay que insistir en el transporte eléctrico, dice. Sesenta comentarios, aportes, opiniones:
John Burton declara que cualquier nueva reserva de petróleo que se descubra es un desastre para los que están angustiados por el calentamiento global. Varios ambientalistas hacen coro. Susan recuerda a Rusia y Canadá "estirando la mano para conquistar territorio en la nueva apertura del Ártico. Capaz que, además, de las consecuencias ambientales, tengamos guerras por territorio". Keith Johnson en el blog del Wall St. Journal pregunta "¿Habrá un chorro petrolero ártico?" Cita a Donald Lee Gautier, geólogo del estudio; recuerda que el descubrimiento no impulsará la producción global como lo hace Arabia. Y será caro: extraer un barril de petróleo ártico costaría US$ 37, sin incluir costos de exploración.