Opiniones
Rusia ensaya con éxito el caza T-50 de quinta generación
19:25 | 02/ 02/ 2010
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Ilia Kramnik, RIA Novosti
El pasado 29 de enero, el nuevo caza experimental de quinta generación Т-50, construido por la oficina de diseños rusa Sukhoi, realizó con éxito su primer vuelo de prueba en la ciudad de Komsomolsk del Amur (Extremo Oriente de Rusia).
Tras el colapso de la URSS, este es el primer avión de combate diseñado y construido completamente en Rusia. Hoy día, tan sólo Estados Unidos fabrica en serie cazas de quinta generación, los F-22 (Raptor).
En 1981, la oficina de diseño Mikoyan empezó a desarrollar el caza de quinta generación, I-90, más conocido como caza multifuncional, poco después de que fueran incorporados al servicio activo en la Fuerza Aérea de Rusia los cazas de cuarta generación: MiG-29, MiG-31 y Su-27.
El I-90 debió producirse en serie desde los años noventa, para adelantarse al proyecto estadounidense ATF que sirvió de prototipo para la fabricación del el F-22 .
Sin embargo, debido a una drástica reducción del presupuesto militar a finales de los años ochenta y posteriormente, colapso de la URSS, el desarrollo del proyecto del caza multifuncional fue suependido. Las pruebas del I-90, planeadas para 1991-1992, se aplazaron y el prototipo del caza multifuncional realizó su primer vuelo de prueba sólo en 2000.
Para ese momento, la oficina de diseños Sukhoi ha había desarrollado un segundo proyecto de caza de quinta generación, el aparato experimental S-37/Su-47.
Además, en 1998, el Ejército del Aire ruso estableció nuevos criterios para el desarrollo del nuevo caza de quinta generación sin cambiar la concepción original.
Las especificaciones básicas del nuevo caza incluían una elevada manejabilidad, capacidad para realizar vuelos supersónicos sin poscombustión, baja detectabilidad a los radares y dispositivos de rayos infrarrojos, características mejoradas de despegue y aterrizaje, etc..
Esto supuso en fin de muchas innovaciones que hasta ese momento se estaban desarrollando. Los proyectistas decidieron desarrollar un avión de combate completamente nuevo, tomando en consideración las capacidades, ventajas e inconvenientes del caza estadounidense F-22 que ya se conocían.
En 2002, se convocó un concurso para adjudicar el contrato de desarrollo de proyectos futuros. La oficina Sukhoi salió ganadora con su proyecto del caza bimotor de dimensiones regulares con un peso de despegue de hasta 35 toneladas.
El nuevo aparato tuvo que haber realizado su primer vuelo en 2007, plazo que fue postergado en 2008, después en 2009, para levantar vuelo finalmente en enero de 2010. Esta demora es comprensible, tomando en consideración lo sofisticado del nuevo proyecto y muchos problemas que surgieron en el ámbito de diseño, ingeniería, organización y recursos financieros. En realidad, fue la crisis de la industria rusa en general la que causó estos problemas.
Poco después de que Sukhoi comenzara el desarrollo del nuevo aparato, denominado Т-50, la Fuerza Aérea de India se mostró interesada por el proyecto. Vale la pena mencionar que antes la Nueva Delhi daba preferencia a un caza más ligero y simple diseñado por la corporación Mikoyán.
Esta empresa presentó dos modelos: el bimotor I-2000, versión modificada de MiG-29; y un aparato de un solo motor, similar al caza estadounidense F-35, fabricado en el marco del programa Joint Strike Fighter (JSF).
India quería recibir el nuevo aparato sofisticado lo más pronto posible, por lo cual decidió cooperar con Rusia en el desarrollo del mismo. Según la información disponible, la versión india del nuevo aparato se diferenciará de la rusa por la cabina para dos pilotos, varios sistemas de aviónica y otros equipos secundarios.
Se prevé que, en 2020-2030, el Ejército del Aire indio será dotado de estos aparatos que sustituirán a los cazas Su-30. Según se espera, India fabricará estos aparatos bajo licencia.
El vuelo de prueba realizado estos días por el T-50 demostró que Rusia sigue siendo potencia aeronáutica. Hoy, sólo Rusia y EEUU disponen de sus propios aparatos de quinta generación y de la industria aeronáutica capaz de fabricar toda clase de aviones, incluidos los de combate, bombarderos estratégicos y deportivos.
Otros países -Francia, Suecia, China, el Japón, etc.- no disponen de tales capacidades de producción y tienen que implementar varios programas de cooperación para desarrollar nuevos aparatos.
Sin embargo, pese a sus esfuerzos combinados, hasta el consorcio aeronáutico de la Unión Europea fracasó en crear un caza de quinta generación que reemplazara el aparato multifuncional Eurofighter Typhoon. La mayoría de participantes en el proyecto de Eurofighter tienen intenciones de comprar aparatos F-35.
El futuro de nuevos aviones suecos y franceses todavía está en entredicho. Aparatos Saab JAS 39 Gripen y Dassault Rafale pertenecen a la generación 4++. Ni Paris ni Estocolmo podrán implementar el desarrollo del caza de quinta generación que costará miles millones de dólares.
También hay dudad sobre las perspectivas de China. Según la mayoría de expertos, Pekín podría crear un aparato de quinta generación sólo si utiliza la experiencia de otros países, ante todo, la de Rusia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI