Después de algunos debates en torno de esta cuestión, la práctica venía funcionando bien hasta que este primer año del gobierno de Cristina quebró la regularidad.
Pero este año ya se perdieron cinco misiones al exterior porque la ley no termina de aprobarse, como consecuencia de la sucesión de asuntos grandes y polémicos que atraparon la atención de los legisladores. Fueron los proyectos que remitió el Poder Ejecutivo para ser transformados en leyes lo cual concitó la atención del Congreso -y por ende los espacios en la prensa- como nunca en muchos años.
Así, con el ruido contra las retenciones móviles, la estatización de Aerolíneas Argentinas, los jubilados y sus haberes también móviles, el Presupuesto y ahora, la súbita crisis financiera internacional con el fin de las AFJP, el Parlamento incumple su propia agenda.
El proyecto fue remitido al Senado el 7 de julio, con tiempo suficiente para que esa Cámara lo aprobase antes del 1 de septiembre (la autorización llega hasta el 31 de agosto del año que viene), pero lo hizo el 10 del mes de la primavera. Diputados añadió su propia mora y el miércoles ni siquiera intentaron sesionar de tan ocupados que están con la ley contra las administradoras.