Una traducción
Las Islas Malvinas quedan sin buque de guerra británico
(FNM) El gobierno británico ha decidido no enviar a las Islas Malvinas un buque de guerra, por primera vez desde 1982. La lucha contra la piratería en África es un requerimiento más urgente.
La fragata HMS Northumberland, armada con misiles, torpedos y un helicóptero Lynx, estaba prevista para ser enviada en patrulla a las islas este mes. Sin embargo, ahora se la sustituirá por un buque auxiliar de la RFA. Estos buques no están equipados para operaciones de combate ofensivo.
La controvertida decisión a la que se vieron obligados los altos mandos navales se debe al creciente problema de las excesivas tareas que afronta la Royal Navy.
Los recortes en el tamaño de la flota durante los últimos 10 años ha dejado al servicio con muy pocos barcos para hacer frente a sus responsabilidades: la Royal Navy tiene sólo 22 fragatas y destructores, frente a 65 en 1982.
Es probable que la Royal Navy se enfrente a más recortes en el futuro cercano, mientras que los grandes proyectos como el nuevo portaaviones de 3.900 millones de libras esterlinas pueda ser retrasado. El envejecimiento de los buques, como las fragatas Tipo 23, que se encargaron a fines del decenio de 1980, verán ampliar su vida útil por hasta 20 años más.
La última vez que el gobierno británico redujo su presencia naval en el Atlántico Sur fue en 1982 cuando el buque patrullero antártico HMS Endurance fue retirado las patrullas de la zona en torno a las Islas Malvinas. La medida impulsó una invasión militar de la Argentina y condujo a la Guerra de las Malvinas.
El HMS Northumberland que debió comenzar un periodo de seis meses de travesía en el Atlántico Sur, se ha desviado para tomar parte en la flota que la Unión Europea (UE) envía una misión contra la piratería frente a las costas de África oriental.
En su lugar el RFA Largs Bay, un buque de desembarco que es tripulado por marineros civiles, llegará en el Atlántico Sur esta semana para comenzar su misión de proteger las islas de la potencial amenaza planteada por Argentina, que todavía reclama la soberanía de las islas.
El buque será equipado con un helicóptero Lynx Mk 8 y misiles anti-buques Sea Skua para su propia defensa. El buque de desmbarco tiene un pequeño número de marineros de la Royal Navy que son los responsables de la cubierta de vuelo y la tripulación del helicóptero, así como de una dotación de visita, registro y captura integrada por Royal Marines armados, pero fuentes de la Marina Británica han dicho que el buque sería capaz de hacer algo más protegerse a sí mismo en el caso de una emergencia.
El tamaño de la fuerza militar británica en las Malvinas se ha reducido drásticamente desde el final de la guerra en 1982. En las islas están acuartelados sólo unos 50 soldados de infantería, ingenieros y señales. Los recursos son también escasos, debido a la baja del precio de los productos de la pesca, principal fuente de obtención de los isleños.
La Marina Británica tiene unas 22 fragatas y destructores de la flota, sin embargo sólo un tercio están disponibles para las operaciones en cualquier momento y los siete disponibles para servicio operativo en la actualidad ya están tomando parte en despliegues operacionales en todo el mundo.
Una alta fuente naval dijo que los sucesivos recortes aplicados por el gobierno han dejado a la Royal Navy vulnerable e incapaz de defender adecuadamente sus intereses de ultramar.
Dijo: "La Royal Navy ha sido pelada hasta el hueso. La flota es ahora tan pequeña que la Royal Navy no puede incluso enviar un buque de guerra para proteger las Islas Malvinas. En el momento en que la Royal Navy ha cumplido todas sus obligaciones operativas no queda nada y es por eso que ha sido enviado a las Islas Malvinas un buque civil con tripulación mixta de la Flota Real Auxiliar.
"En cualquier guerra de disparos, con un enemigo serio, la Royal Navy dejaría de existir dentro de unas semanas. Que “llegamos al fondo rocoso” es una descripción adecuada del lugar en que está ahora la Royal Navy".
Un documento del Ministerio de Defensa que se filtró a la prensa el año pasado, reveló que la Royal Navy lucha para librar una guerra contra un "enemigo tecnológicamente capaz". El informe también mencionó que esa fuerza tiene una "escasez de recursos" crónica y una flota de buques viejos y defectuosos para las operaciones.
El Almirante Sir Alan West (Comandante de la hundida fragata HMS Ardent durante la guerra de Malvinas en 1982,), ex Jefe de la Armada, y que es Ministro de Seguridad de la Cámara de los Lores, ya ha advertido que la reducción en la capacidad de lucha de la Royal Navy podría costar muchas vidas y dio aviso de que Gran Bretaña podría terminar teniendo una marina de pacotilla -que se ve a sí misma como muy capaz-, si no se gasta más dinero en defensa.
Liam Fox, el portavoz “Tory” y ministro de defensa en las sombras, dijo que: "El Gobierno debe explicar cómo es que esta decisión no tiene impacto en la seguridad de las Malvinas. ¿Qué diablos estamos haciendo al poner a ondear la bandera Unión Europea (UE) por delante de nuestras propias prioridades en materia de seguridad?
"Es indignante, dijo, que el Gobierno británico pueda suquiera disminuir la protección de nuestros intereses estratégicos, a fin de rendir homenaje a la política de la UE".
Un portavoz del Ministerio de Defensa británico, dijo que: "El Gobierno está plenamente comprometido con la defensa de las Islas Malvinas. Hay un conjunto de medios - aire, mar y tierra- asignados a la región, no sólo un buque. La Royal Navy mantiene la flexibilidad para redesplegar a sus buques a donde tengan el máximo efecto, cuando sea necesario.
Fuente: The Telegraph. Traducción y adaptación de NUESTROMAR.
08/12/08
NUESTROMAR
http://www.nuestromar.org/noticias/...malvinas_quedan_sin_buque_de_guerra_britanico