En Nuestra Institución la mayoría de sus asociados participaron de la batalla de Monte Longdon y Wireless Ridge ya que esa es la posición que ocupo el RI 7.
Quisiéramos sostener un intercambio responsable y respetuoso con las opiniones que vertimos ya que todo lo que hacemos publico esta documentado y verificado con varias fuentes.
No quisiéramos que esto se plantee como se desarrollo el tema del soldado Delgado y su compañero Gramisci con opiniones sin ningún conocimiento de la situación, opiniones vulgares como en cualquier programa de chismes faltando el respeto a los protagonistas.
Cuando uno comenta las acciones en Monte Longdon tiene que tener en cuenta que en ese dispositivo, sector plata había unos 250 efectivos del RI 7, reforzados con elementos de infantería de marina con 12,7 y un grupo de la compañía de Ingenieros 10.
Para comenzar hay que conocer cual es la geografía del Longdon y específicamente el lugar que ocupa la primera sección de la compañía B.
Hay que conocer cuales fueron las condiciones climáticas.
Hay que conocer cuantos días permanecieron allí las tropas y en que condiciones.
En primer lugar la geografía de la primera sección del longdon es sintéticamente un laberinto de piedras una superficie imposible de cubrir eficazmente con 50 soldados, las condiciones climáticas en general no permitían ver más allá de 3 metros por la noche cerrada por la bruma, sumando a la imposibilidad de escuchar cualquier ruido por el terrible viento que en forma casi permanente esta siempre presente.
Durante los días allí vividos por todos nosotros hubo algunas situaciones en las que se disparó sobre propia tropa por las condiciones climáticas.
La situación de aislamiento (incompresible) que se vivió en la primera sección no tiene justificación alguna, esta situación se dio en varios lugares cercanos a puerto argentino, la improvisación e impericia de la logística fue la que contribuyo a la devastación de la tropa.
En la primera sección del Longdon no había ni siquiera 10 cm cúbicos de lubrilina, ni nada que se le parezca, un gran número de soldados no contaban con armamento en condiciones, en esa dotación había unas 10 PAM, que no recuperaban, el cañón 105 que quedo allí y uno ve en las fotos no funcionaba, no tenía aguja percutora.
Otro cañón de 90 del grupo apoyo de la sección a cargo del cabo primero Díaz no funcionaba, en la sección había dos MAG, una no tenía bandas continuas en condiciones de realizar mas de 20 disparos, además se encontraban totalmente oxidadas por falta de lubrilina.
Los soldados estaban famélicos por falta de alimentación, se produjeron barias bajas por pie de trinchera y heridas por esquirlas de bombardeo naval y terrestre y disparos de armas por accidente, salvo el caso del encargado de la Sección el Sargento Lozano que se disparó el FAL justo estando sin borceguíes, entre medio del dedo gordo del píe y el dedo siguiente lo que le produjo quemaduras por los gases que salieron del restallama. Este Sargento fue condecorado por herido en combate.
Uno de los soldados de la infantería de marina, el soldado Rolla murió congelado unos días antes del 11 de Junio, en su cerificado de defunción figura “Muerto en combate” con fecha 14 de Junio del 82.
Varios soldados fueron estaqueados por el Sub Teniente Juan Domingo Baldini, por escapar al depósito que se encontraba a 8 kilómetros en el Moody Brook, entre otros el soldado Gramisci que luego muere en combate.
La tarea de estar permanentemente durante el día realizando trabajos para construir las fortificaciones hacía que los soldados tuvieran un mayor desgaste físico y no lo recuperaban con alimentación ni el necesario descanso.
A partir del 1º de Mayo se sufrió un permanente acoso de artillería y ataques aéreos.
En general los soldados no tenían ninguna apoyatura moral ya que prácticamente no se recibió correspondencia ni encomiendas, sumado a ello el constante hostigamiento por parte del oficial a cargo y los sub oficiales que mantenían un estado de servilismo con los soldados.
Esta es la descripción de la situación que se vivía después de permanecer más de 60 días en esa posición en Monte Longdon.
El ataque.
Desde la compañía comando del RI 7 se envía un radar rasit con un sub oficial a cargo y el grupo de soldados que pertenecían a esa dotación.
El radar se instala justo en la cima del Monte Longdon donde hoy esta la cruz puesta por los británicos.
El radar cuando operaba era captado y automáticamente después de unos 10 minutos y se batía la zona con artillería de campaña británica ya que a esa altura estaban al alcance de tiro.
La tarde del 11 de Junio, se pide desde el puesto comando de la compañía a cargo del Mayor Carrizo, una barrida para tener un informe de situación ya que se observaba actividad de helicópteros británicos cercanos a la altura de monte Kent.
El observador adelantado de artillería del GA 3 el Tte Ramos se encontraba en la dotación de la primera sección hace varios días y con sus prismáticos visualizaba las operaciones enemigas.
Es así que siendo aproximadamente las 16 a 17 hs se realiza una barrida con el radar a cargo del Sargento Primero Nista, el soldado que estaba operando en ese momento observa notoriamente que se presenciaba a una distancia no superior a los 5 km una imagen que podrían ser tropas enemigas y se lo comunica al Sargento Primero Nista.
El Sargento Primero Roque Antonio Nista sostiene que “son ramas que se mueven”, el soldado le insiste que esa imagen no la había visto en la barrida realizada por la mañana.
El Sargento Primero Roque Antonio Nista, dictamina que son ramas que se mueven y seguidamente informa al jefe de la sección Sub Tte Baldini, que a su vez trasmite al Mayor Carrizo que no había novedades en el radar.
Siendo aproximadamente las 21 Hs del 11 de Junio de 1982, el Parac III ataca la posición de la Primera sección de la compañía B en Monte Longdon.
Los ingleses habían realizado inteligencia sobre las posiciones y sabían exactamente donde se encontraba el oficial jefe de la sección Sub Tte Baldini.
Este joven oficial, encontró una posición muy favorable para resguardarse mejor, es la que se denomina en la actualidad la Olla de Baldini, esa posición estaba en una hondonada, la cual los británicos aprovecharon para batir su posición desde una altura natural del terreno por donde subieron.
La historia relatada en el libro oficial del Ejercito Argentino de la muerte del Sub Tte Baldini, no tiene ningún asidero con el hecho ocurrido en esa situación. Baldini muere en su posición sin realizar ninguna acción de ordenar el combate.
Muchos de nuestros compañeros que combatieron en esas posiciones se vieron sobrepasados por las tropas británicas por el número de efectivos que triplicaba a las tropas argentinas.
Este relato trata brindar detalles para que se tome real conciencia de la situación en las que se encontraban los soldados de esta 1º sección y como la falta de profesionalismo, e improvisación pusieron a nuestros soldados en una situación totalmente desfavorable y así todo combatieron con honor, murieron con honor y por eso en este caso denunciamos al entonces Sargento Roque Antonio Nista como responsable de tantas muertes de compañeros.
Nista se suma a la lista de militares que no estaban preparados para la defensa de la Soberanía Nacional.