Nadie pudo bajar el video?
En el aeródromo de Morón hicieron algunas tiradas un TRV6 y un Pampa. Un desafío diferente.
El ruido sordo cortado por estridentes explosiones se incrusta en el silbido fino y penetrante. Un V6 va contra el TFE731-2-2N. No hay semáforos ni banderas de cuadros. Ni banderilleros ni auxiliares de pista con linternas. Ni tribunas colmadas ni carpas a la vera del circuito. Sí un grupo de conscriptos sorprendidos y un racimo de mecánicos de cada uno de los participantes. ¿Cuál es la mejor posición para la toma?, consulta la fotógrafa. Sólo su belleza no la hace más menuda entre ambos bólidos.
No utilizan las curvas porque, en realidad, no se trata de una carrera sino algunas lanzadas en la pista del aeródromo de Morón, de la Fuerza Aérea, como parte del Air Show 2009, el más destacado festival aéreo de la la Argentina.
El desafío. Por un lado, Nico Iglesias, que habitualmente corre con un Passat en el Top Race. Lo trajeron con la relación de caja utilizada en la carrera de Bahía Blanca, que le dio más aceleración de cero, pero menor velocidad final. Llega al tope de la irregular recta posterior del aeródromo, tras rodar unos 2,1 kilómetros y alcanzar los 225 km/h. "Con la relación de Rafaela, un circuito más rápido, podríamos haber ganado unas decenas de kilómetros. Preferimos mayor salida de abajo".
Por el otro, el vicecomodoro Raúl Gómez. En su casco figura su apodo: "El mago". Es jefe de escuadrón, un instructor con enorme experiencia en aviones de entrenamiento avanzado y combate ligero como el Pampa, un biplaza que para levantar vuelo requiere un mínimo de 180 km/h. y una máxima de 819 km/h, y una altitud tope de servicio de 12.900 metros. "Es un avión muy versátil", explica el vicecomodoro Antonio Sangrá, el jefe del aeródromo. Parece tan pequeño comparado con un Hércules, Fokker o los Pucará estacionados a su lado...
Por aire o por tierra. Solía suceder en el campo que cuando algún vecino se compraba chata nueva: era provocado a participar de una cuadrera. Hubo dispares competencias entre un F-1 y caza, un auto sport contra un avión, alguna en la que se coló una moto... La Argentina, ahora tuvo su tet a tet entre un avión y un auto de carrera, inspirada en una gestión de José Luis Denari, diseñador de autos de competición que supo trabajar en Alfa Romeo y que actualmente tiene una escuela y un par de programas en El Garage y C5N. Las tiradas oscilaron en los 17 segundos para cubrir la recta. "Es impresionante cuando el avión te pasa. El ruido es tremendo. Por lo demás, es hasta más sencillo que una largada. Sólo tenés que meter los cambios en el momento justo... Además, no tenés a ninguno al lado que te pueda tirar al pasto... Aunque, cuando el avión te pasa por encima...", dijo sorprendido Iglesias al bajar. "Temía que el auto levantara alguna piedra que fuera chupada por las turbinas", acotó Gómez. Los dos ya estaban en tierra...
fuente:
http://www.ole.clarin.com/notas/2009/05/06/polideportivo/01912006.html