Julio Poch, el piloto detenido en Valencia por haber tomado parte en los "vuelos de la muerte" no sólo se vanagloriaba de ello, sino que incluso tiene un perfil público en la red social Facebook, donde cuenta parte de su vida privada.
Según informan hoy el periódico "De Telegraaf" y la radio NOS de Holanda, Poch "nunca ocultó entre sus colegas" que participó en esos vuelos, en los que numerosos prisioneros políticos fueron arrojados al Río de la Plata, narcotizados y maniatados.
Prueba tangible de que no hizo ningún esfuerzo por mantenerse al margen de la publicidad es que cuenta con su propio perfil (incluida una fotografía actual) en el portal Facebook.
En su página en Internet, Poch asegura haber nacido un día 20 de febrero (no aclara de qué año), dice vivir en la ciudad holandesa de Alkmaar, admite estar casado, que tiene una hija, Mariana, y que es ex alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Poch quedó involucrado en la causa judicial de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro de torturas de Buenos Aires, después de una investigación realizada en 2008 en Holanda por el magistrado argentino Sergio Torres, quien ordenó su detención.
Mientras tanto, el portavoz del Ministerio holandés de Asuntos Exteriores, Herbert Brinkman, confirmó hoy la detención del piloto. "Les puedo confirmar que Julio Alberto Poch, piloto de la aerolínea Transavia, fue detenido en Valencia, a pedido de la Justicia argentina. Tiene la doble nacionalidad holandesa y argentina", aseguró en declaraciones a la agencia de prensa holandesa ANP.
Un detalle importante es que la empresa aérea Transavia "siempre supo del pasado de Poch", según contaron varios de sus ex colegas al diario "De Telegraaf".
"Hace ya tiempo que sabíamos que Julio participó en esos vuelos, incluso él se vanagloriaba de ello. La dirección de Transavia lo supo desde el primer momento y no hizo nada", asegura uno de los ex colegas del piloto, que pidió permanecer en el anonimato.
"Lo que no entendemos es cómo se les ocurre justo ahora detenerlo. Esto se sabía desde hacía mucho tiempo", cuenta otro de sus ex colegas.
Según "De Telegraaf", la dirección de Transavia está "estudiando en estos momentos cómo es posible que la empresa lo haya contratado sabiendo su pasado".
La policía española arrestó al piloto en base a una requisitoria de la Justicia argentina en la pista del aeropuerto valenciano de Manises poco antes de que el avión despegara rumbo a Amsterdam.
Por orden de la Audiencia Nacional española, los agentes solicitaron que la aeronave se quedara en tierra, abrieron las puertas y detuvieron al piloto.
Una portavoz de la compañía de bajo coste dijo que de momento no tienen constancia de la existencia una acusación formal contra el piloto, del que no se ofrecieron más datos.
La portavoz no quiso comentar si Transavia había investigado el pasado del capitán antes de contratarlo, pero señaló que la empresa está actualmente revisando su política de seguridad de cara a futuras incorporaciones de personal.
Por otro lado, la detención de Poch dejó hoy un "hueco" evidente en la conformación de los vuelos de Transavia, informa la radio pública holandesa NOS.
El vuelo que hoy tenía previsto ocupar Poch no pudo despegar, dado que la detención del piloto tomó "completamente por sorpresa" a la aerolínea.
Los pasajeros del vuelo que pensaba pilotar Poch sufrieron casi nueve horas de retraso hasta que Transavia se percató de que el piloto que faltaba (cada vuelo tiene que partir con un piloto y un copiloto) no estaba en Amsterdam porque había sido "detenido".
"Para nosotros ha sido una sorpresa. Normalmente volamos con piloto y copiloto. Si falta alguien, simplemente el vuelo no sale. Hasta que no se encuentra un piloso sustituto, el vuelo queda en tierra", explicó un portavoz de la empresa.
El mismo portavoz no quiso decir la edad del piloto ni cuánto tiempo llevaba trabajando para Transavia.
Según informan hoy el periódico "De Telegraaf" y la radio NOS de Holanda, Poch "nunca ocultó entre sus colegas" que participó en esos vuelos, en los que numerosos prisioneros políticos fueron arrojados al Río de la Plata, narcotizados y maniatados.
Prueba tangible de que no hizo ningún esfuerzo por mantenerse al margen de la publicidad es que cuenta con su propio perfil (incluida una fotografía actual) en el portal Facebook.
En su página en Internet, Poch asegura haber nacido un día 20 de febrero (no aclara de qué año), dice vivir en la ciudad holandesa de Alkmaar, admite estar casado, que tiene una hija, Mariana, y que es ex alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Poch quedó involucrado en la causa judicial de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro de torturas de Buenos Aires, después de una investigación realizada en 2008 en Holanda por el magistrado argentino Sergio Torres, quien ordenó su detención.
Mientras tanto, el portavoz del Ministerio holandés de Asuntos Exteriores, Herbert Brinkman, confirmó hoy la detención del piloto. "Les puedo confirmar que Julio Alberto Poch, piloto de la aerolínea Transavia, fue detenido en Valencia, a pedido de la Justicia argentina. Tiene la doble nacionalidad holandesa y argentina", aseguró en declaraciones a la agencia de prensa holandesa ANP.
Un detalle importante es que la empresa aérea Transavia "siempre supo del pasado de Poch", según contaron varios de sus ex colegas al diario "De Telegraaf".
"Hace ya tiempo que sabíamos que Julio participó en esos vuelos, incluso él se vanagloriaba de ello. La dirección de Transavia lo supo desde el primer momento y no hizo nada", asegura uno de los ex colegas del piloto, que pidió permanecer en el anonimato.
"Lo que no entendemos es cómo se les ocurre justo ahora detenerlo. Esto se sabía desde hacía mucho tiempo", cuenta otro de sus ex colegas.
Según "De Telegraaf", la dirección de Transavia está "estudiando en estos momentos cómo es posible que la empresa lo haya contratado sabiendo su pasado".
La policía española arrestó al piloto en base a una requisitoria de la Justicia argentina en la pista del aeropuerto valenciano de Manises poco antes de que el avión despegara rumbo a Amsterdam.
Por orden de la Audiencia Nacional española, los agentes solicitaron que la aeronave se quedara en tierra, abrieron las puertas y detuvieron al piloto.
Una portavoz de la compañía de bajo coste dijo que de momento no tienen constancia de la existencia una acusación formal contra el piloto, del que no se ofrecieron más datos.
La portavoz no quiso comentar si Transavia había investigado el pasado del capitán antes de contratarlo, pero señaló que la empresa está actualmente revisando su política de seguridad de cara a futuras incorporaciones de personal.
Por otro lado, la detención de Poch dejó hoy un "hueco" evidente en la conformación de los vuelos de Transavia, informa la radio pública holandesa NOS.
El vuelo que hoy tenía previsto ocupar Poch no pudo despegar, dado que la detención del piloto tomó "completamente por sorpresa" a la aerolínea.
Los pasajeros del vuelo que pensaba pilotar Poch sufrieron casi nueve horas de retraso hasta que Transavia se percató de que el piloto que faltaba (cada vuelo tiene que partir con un piloto y un copiloto) no estaba en Amsterdam porque había sido "detenido".
"Para nosotros ha sido una sorpresa. Normalmente volamos con piloto y copiloto. Si falta alguien, simplemente el vuelo no sale. Hasta que no se encuentra un piloso sustituto, el vuelo queda en tierra", explicó un portavoz de la empresa.
El mismo portavoz no quiso decir la edad del piloto ni cuánto tiempo llevaba trabajando para Transavia.