Sep, pero no durante los últimos gobiernos. Además una correción, las Mekos y los Subs, formaron parte de la LEY NAVAL. Y por otro lado se olvida que gobiernos compraban via decreto.:yonofui:
Acá estamos hablando de tanta guita que excede lo que se puede comprar con fondos negros.
Salute
El Derru
¿Qué gobiernos?
Posiblemente, la compra de armas que realiza Perón para las tres Fuerzas entre 1946 y 1948 es la
mayor de la historia no en monto sino en cuanto a su significación, después de la que tiene lugar entre fines del siglo XIX y comienzos del XX con motivo del peligro de guerra con Chile.
EEUU fue el principal proveedor de ella, no en forma directa, pero sí indirecta y bajo su control, dados los acuerdos existentes con el Reino Unido.
El grueso del material de origen norteamericano -salvo en la Aeronáutica, donde son importantes los aviones británicos- y a veces es vendido directamente, otras mediante compañías europeas que han comprado o recibido en consignación material de rezago o directamente en el Reino Unido.
Es claro que EEUU -los informes del embajador en Buenos Aires da pormenorizada cuenta de estas adquisiciones- permiten el reequipamiento militar de la Argentina de Perón, sin considerarlo un peligro,
sino más bien un aliado potencial.
Y algunos hablaron en este foro de la simpatias de Perón con los nazis...:biggrinjester: .
Las Fuerzas Armadas quedan así reequipadas al completo para 1949 con material militar que tiene en términos tecnológicos solo cinco años de atraso respecto a los equipos más avanzados del mundo.
Es como si en 2008 hubieran quedado equipadas con material sobrante de la Segunda Guerra del Golfo.
No solo durante el resto del gobierno de Perón entre 1946 y 1955 este será el material militar mas importante del las Fuerzas Armadas argentinas -la producción local, con el avión Pulqui o el tanque Nahuel, fueron símbolos políticos para exaltar el nacionalismo pero nunca tuvieron relevancia por su cantidad ni como equipamiento relevante-, sino hasta entrados los años sesenta, cuando durante el gobierno de Onganía se pone en marcha el llamado Plan Europa, destinado a independizarse de la provisión miliar de los EEUU.
Pero este plan se cumple a medias. Cuando Perón vuelve al poder en setiembre de 1973, pone en marcha un nuevo plan, y lo hace por decreto que luego se convertiria en Ley ,que es el de la producción local asociada con Alemania, que tiene en ese momento capacidad tecnológica para producir armamentos convencionales modernos, pero restricciones políticas para hacerlo.
Se pone en marcha con este proyecto la fábrica de Tanques TAM y la de submarinos, entre otros emprendimientos. Ambas fábricas serán al comenzar los noventa, fabricándose centenares de tanques pero sin poder exportar ninguno y sin llegar a producirse ningún submarino.
Perón suscribió el decreto 956 del 28 de marzo de 1974 por el cual se aprobó el Plan Nacional de Construcciones Navales Militares que, si bien no colmaba nuestras aspiraciones, era mucho más de lo que habíamos tenido hasta entonces. En su aspecto esencial, el programa establecía la necesidad de interesar y obtener de la industria nacional el apoyo,para participar en la construcción con la mayor cantidad posible de materiales, equipos y partes construidas en el país. Este plan tiende -decía el decreto- al aprovechamiento integral de los esfuerzos ya realizados, con lo cual se disminuirán los costos y se amortizará lo ya invertido. La premisa básica es que los buques se construirían desde el primero de la serie en astilleros del país y contendrán el máximo de mano de obra, materiales y tecnología argentinos.
Se agregaba, además, que para posibilitar un proyecto con materiales nacionales, resulta indispensable el lanzamiento de una serie, para hacer económica la producción de equipos y componentes que se requieren por parte de la industria nacional. Entre los considerandos de ese decreto suscrito por el presidente Perón -que hoy debería considerarse histórico y ser releído por quienes ocuparon y ocupan el Gobierno- se sostuvo que la Armada Argentina constituye uno de los pilares fundamentales de la defensa de la Nación y, en consecuencia, es deber irrenunciable del Estado asegurar su aptitud para cumplir eficientemente esa misión.
Este decreto Nº 956 de Perón fue complementado el 5 de septiembre del mismo año por el Nº 768, firmado por su viuda y sucesora. En éste se establecían mecanismos, de rutina para el financiamiento y puesta en marcha de los trabajos de construcción de unidades y, entre otras cosas, se facultaba al Ministerio de Defensa a través del Comando General de la Armada a contratar y/o asociar los Talleres Navales de Dársena Norte (Tandanor) con una firma del exterior con experiencia en la construcción de submarinos. Así fue como se dio origen al Astillero Domecq García, que no era ningún proyecto fantasioso ni faraónico de los jefes de la Armada, sino que respondía a una concepción militar moderna y nacional compartida por el general Juan Domingo Perón.
No son fondos negros son fondos secretos autorizados por decreto presidencial en algún momento fueron cercanos a los 400 millones de dólares mucho más de lo que se quería asignar para reemplazar a los Mirages. No hay límites establecidos pueden superar tranquilamente esas cifras.Y si el decreto es por necesidad y urgencia por superar situaciones que pone en peligro la seguridad de la República el Congreso se la tiene que comer.De hecho no ha podido siquiera averiguar de cuanto eran las partidas asignadas por este procedimiento.