M
MIGUEL
EL ULTIMO KAMIKAZE
Enero 1945, la guerra estaba perdida para el Japón, era sólo cuestión de tiempo tratar de resistir hasta el último hombre, y realmente estaban dispuestos a hacerlo. Pero era necesario tomar medidas de extrema urgencia, había que anticiparse a la invasión de la islas japonesas.
Nakajima Ki-115 Tsurugi
El Japón contaba para ese momento con una variopinta colección de aviones obsoletos o ya superados ampliamente por los aliados para tratar de lograr el mayor daño posible antes de la derrota. Por ello el 20 de enero de ese año el ejército japonés conminó a la empresa Nakajima a diseñar a toda prisa un avión de ataque suicida. Este debía ser fácil de construir para compensar la pérdida de mano de obra calificada, y sobretodo fácil de volar para que cualquier piloto con algunas horas de vuelo pudiese dirigirlo hacia su objetivo.
Al frente de esta labor estaba el ingeniero aeronaútico Aori Kunihiro, que contaba con el apoyo del Instituto de Investigación Mitaka para el diseño y la empresa Ota para la fabricación. El nuevo avión bautizado como Tsurugi (Sable) era una obra de arte de la simplicidad, contaba con alas metálicas y fuselaje de tubos de acero con paneles de latón así como una cola de madera recubierta de tela. Podían ser utilizados no uno sino una gran cantidad de motores, los cuales eran cambiados apenas sacando cuatro pernos. El piloto se sentaba en una cabina abierta ubicada bastante atrás a la altura de los bordes de fuga para compensar el peso de una única bomba de 800 kg situada semihundida en el centro del fuselaje, evidentemente la idea no era lanzarla sino estrellar el avión contra el buque haciéndola estallar. Para terminar, el tren de aterrizaje simplemente se dejaba caer al despegar el avión haciendo imposible el regreso a sus pilotos.
El prototipo fue terminado en Marzo de 1945 y fue rápidamente probado en vuelo. El avión resultó tener muy pobres prestaciones, especialmente en tierra, debido al poco tiempo que se trabajó en el diseño del tren de aterrizaje y la falta en ellos de amortiguadores. Además la situación de su cabina impedía la clara visión del piloto, éstas junto a otras menores cambios fueron hechos antes de arriesgarse a que lo volaran pilotos inexpertos y ni siquiera pudieran hacerlo llegar hasta el blanco.
Para ese momento, los bombardeos norteamericanos habían obligado a la baqueteada industria aérea japonesa a dispersarse a sitios inaccesibles como cuevas o aldeas pocos pobladas, dificultando la labor de los trabajadores que vivían más bien cerca de las ciudades. Al terminar el rediseño del avión que ahora incorporaba amortiguadores y flaps auxiliares era ya Junio, la orden de producción por 104 aviones fue enviada de inmediato con la particularidad de adaptarle 2 motores cohete de combustible sólido bajo cada ala para acelerar la velocidad en el ataque final.
Aunque el final de la guerra llegó antes que el avión entrara en producción, 2 ejemplares fueron enviado a la empresa Showa Hikoki, seleccionada como una de las empresas para producir los primeros ejemplares.
Especificaciones Técnicas
Nakajima Ki-115 Tsurugi
Tipo: Ataque suicida
Constructora: Nakajima
Primer vuelo: Marzo de 1945
Motor: (original) 1 Nakajima Ha-35 radial de 1.150 hp de 14 cilindros que movía una hélice tripala de paso variable.
Dimensiones:
Longitud: 8.55 m
Altura: 3.3 m
Envergadura: 8.6 m
Superficie Alar: 12.4 m2
Pesos:
Vacío: 1640 kg
Cargado: 2.580 kg
Máximo: 2.880 kg
Carga alar: 208 kg/m2
Prestaciones:
Velocidad máxima: 550 km/h a 2.800 m
Velocidad de crucero: 300 km/h
Techo: Desconocido
Alcance: 1.200 km
Atte.
Miguelito
Enero 1945, la guerra estaba perdida para el Japón, era sólo cuestión de tiempo tratar de resistir hasta el último hombre, y realmente estaban dispuestos a hacerlo. Pero era necesario tomar medidas de extrema urgencia, había que anticiparse a la invasión de la islas japonesas.
Nakajima Ki-115 Tsurugi
El Japón contaba para ese momento con una variopinta colección de aviones obsoletos o ya superados ampliamente por los aliados para tratar de lograr el mayor daño posible antes de la derrota. Por ello el 20 de enero de ese año el ejército japonés conminó a la empresa Nakajima a diseñar a toda prisa un avión de ataque suicida. Este debía ser fácil de construir para compensar la pérdida de mano de obra calificada, y sobretodo fácil de volar para que cualquier piloto con algunas horas de vuelo pudiese dirigirlo hacia su objetivo.
Al frente de esta labor estaba el ingeniero aeronaútico Aori Kunihiro, que contaba con el apoyo del Instituto de Investigación Mitaka para el diseño y la empresa Ota para la fabricación. El nuevo avión bautizado como Tsurugi (Sable) era una obra de arte de la simplicidad, contaba con alas metálicas y fuselaje de tubos de acero con paneles de latón así como una cola de madera recubierta de tela. Podían ser utilizados no uno sino una gran cantidad de motores, los cuales eran cambiados apenas sacando cuatro pernos. El piloto se sentaba en una cabina abierta ubicada bastante atrás a la altura de los bordes de fuga para compensar el peso de una única bomba de 800 kg situada semihundida en el centro del fuselaje, evidentemente la idea no era lanzarla sino estrellar el avión contra el buque haciéndola estallar. Para terminar, el tren de aterrizaje simplemente se dejaba caer al despegar el avión haciendo imposible el regreso a sus pilotos.
El prototipo fue terminado en Marzo de 1945 y fue rápidamente probado en vuelo. El avión resultó tener muy pobres prestaciones, especialmente en tierra, debido al poco tiempo que se trabajó en el diseño del tren de aterrizaje y la falta en ellos de amortiguadores. Además la situación de su cabina impedía la clara visión del piloto, éstas junto a otras menores cambios fueron hechos antes de arriesgarse a que lo volaran pilotos inexpertos y ni siquiera pudieran hacerlo llegar hasta el blanco.
Para ese momento, los bombardeos norteamericanos habían obligado a la baqueteada industria aérea japonesa a dispersarse a sitios inaccesibles como cuevas o aldeas pocos pobladas, dificultando la labor de los trabajadores que vivían más bien cerca de las ciudades. Al terminar el rediseño del avión que ahora incorporaba amortiguadores y flaps auxiliares era ya Junio, la orden de producción por 104 aviones fue enviada de inmediato con la particularidad de adaptarle 2 motores cohete de combustible sólido bajo cada ala para acelerar la velocidad en el ataque final.
Aunque el final de la guerra llegó antes que el avión entrara en producción, 2 ejemplares fueron enviado a la empresa Showa Hikoki, seleccionada como una de las empresas para producir los primeros ejemplares.
Especificaciones Técnicas
Nakajima Ki-115 Tsurugi
Tipo: Ataque suicida
Constructora: Nakajima
Primer vuelo: Marzo de 1945
Motor: (original) 1 Nakajima Ha-35 radial de 1.150 hp de 14 cilindros que movía una hélice tripala de paso variable.
Dimensiones:
Longitud: 8.55 m
Altura: 3.3 m
Envergadura: 8.6 m
Superficie Alar: 12.4 m2
Pesos:
Vacío: 1640 kg
Cargado: 2.580 kg
Máximo: 2.880 kg
Carga alar: 208 kg/m2
Prestaciones:
Velocidad máxima: 550 km/h a 2.800 m
Velocidad de crucero: 300 km/h
Techo: Desconocido
Alcance: 1.200 km
Atte.
Miguelito