Historia como Prisionero de Guerra
Hola Amigos, bueno como estoy en deuda con algunos de ustedes me pongo a contarles lo que le relate a la BDH hace ya un tiempo.
Tenemos que hacer un poco de historia para que se entienda el por que de esta movida, durante el mes de abril y particularmente en mayo ,teníamos la posibilidad de hablar por radio con los familiares, se hacia un contacto radial con Radio Pacheco y estos nos comunicaban por teléfono con la familia, esto gracias a la buena disposición de la gente de comunicaciones de la fuerza recuerdo con mucho afecto las gestiones y preocupación del entonces Mayor González Iturbe FAA, que hacia lo imposible para lograr que nos comunicáramos.
A medida que los días de mayo pasaban las posibilidades de ir hasta la ciudad se hacían más complicadas y por lo tanto las comunicaciones con el continente eran más espaciadas, ya casi sobre el final de mayo nuestro Grupo de Operaciones Especiales sufre la perdida de uno de sus integrantes y varios resultan con heridas de distinta consideración.
En la noche del 29 de mayo siendo las 23:30 horas y estando una parte del grupo, (el resto estaba recién llegado de la misión en las cercanías de San Carlos por lo tanto se encontraban descansando en la ciudad) , nos encontrábamos bajo un intenso fuego naval que por primera vez estaba tocando de lleno a nuestras posiciones, las que daban hacia el faro fueron las que empezaron a recibir fuego directo, en estos momentos varios hombres con el 1er Ten Luís Castagñari a la cabeza y en un cambio de posición con la finalidad de alejarse del fuego enemigo son alcanzados por un misil, disparado por la fragata al sistema de comunicaciones que tenia el puesto de comando del aeródromo, en el momento del impacto pierde la vida el 1er Ten Castagñiari y varios suboficiales del GOE y del sistema de Armas Pucara son heridos de distinta consideración.
Nuestras familias estaban enteradas del fallecimiento de nuestro hombre pero a partir de ese momento las comunicaciones fueron prácticamente imposibles, por lo tanto los familiares comenzaron a temer por la suerte de cada uno de nosotros.
Ya finalizados los combates y luego de estar unos días prisioneros en el aeropuerto en el momento que ya estábamos a punto de embarcar para que nos trajeran al continente, un ingles aparentemente de inteligencia ve que se acerca un grupo de combatientes de uniforme camuflado lo que le llamo la atención, fueron muy pocas las tropas Argentinas que disponíamos de este tipo de uniforme (los Comandos del Ejercito, Comandos Anfibios y nosotros, no recuerdo si alguna otra unidad lo tenia.
Al preguntarle a un Oficial Radarista de la FAA este le responde en un fluido ingles que éramos del Grupo de Operaciones Especiales, al instante nos separaron hacia un costado y empezó una revisacion de lo que teníamos a simple vista, rápidamente me deshice del cuchillo que todavía portaba luego de partirlo contra el muelle lo arroje al mar, no tenia ninguna intención que algún pirata se lo llevara de recuerdo.
Pasamos el resto del día y la noche en un galpón que era una herrería que se encontraba en el puerto, en la mañana siguiente nos llevaron a la cancha de fútbol y previa revisacion muy a fondo donde me sacan un cortaplumas y dos rollos de fotos que tenia en mi poder, lo cual todavía siento con mucho dolor haber perdido las fotos.
Nos embarcaron en un Chinok y nos llevaron a San Carlos donde empezaron nuestros días como prisioneros de guerra, como ya les relate que sobre el final del conflicto se perdió contacto con la familia empezamos a pensar en alguna forma de salir para que las familias se enteraran de quienes estábamos vivos.
Luego de un par de días el C.P Guillermo Korman quien era nuestro enfermero les dice a los médicos que tiene fiebre (la provoco mojándose los pies) y dolores en la zona abdominal lo que parecía una apendicitis, rápidamente lo evacuaron al Irizar para no tener un hombre con un cuadro que se les podía complicar, en el buque lo estaban esperando para operarlo, la situación fue un poco complicada ya que le costo hacerle entender a los médicos que todo era una farsa para salir de San Carlos.
Bien Korman se fue y nadie supo mas nada de el y si realmente pudo llegar al continente e informar a las familias del estado de los integrantes de la unidad.
Luego de unos días surgió de nuevo la idea que alguien tenia que tratar de salir con el mismo fin, como tiempo para pensar boludeces nos sobraba surgió una nueva idea, con nosotros estaba un soldado medico que pertenecía a la Infantería de Marina y fue quien nos dio la receta para hacerse el enfermo, Este muchacho nos dice alguien puede acusar que tiene Mal de Chagas, nos decía que lo pueden conocer por libros pero es algo que no lo manejan por que no se manifiesta en su zona.
La idea pego solo faltaba tener un enfermo, en una ronda el la cual estábamos todos los suboficiales del grupo y con un mazo de cartas se jugo a la suerte, el primer rey seria el enfermo como ya imaginaran el enfermo fui yo.
A partir de ese momento me puse a las ordenes de este soldado (un maestro el pibe) comenzó a enseñarme todo lo referente a la enfermedad desde los síntomas hasta la medicación, que supuestamente yo tendría que tomar.
Luego de dos días de intenso aprendizaje y con el verso ya aprendido en la siguiente noche el soldado medico que cubría los turnos nocturnos dentro del campo, anota en el libro de las novedades medicas de los prisioneros que me atiende en un par de oportunidades en la misma noche con palpitaciones en el corazón y que yo le había manifestado que tenia Mal de Chagas, hasta ahí todo marchaba de diez ahora había que esperar que resultara.
En la mañana siguiente luego del desayuno se hace presente un ingles alto con el grado de capitán preguntando en un perfecto español quien era Juan Vázquez de la FAA mi asombro era tal que no lo podía creer, este hombre me dice acompáñeme y comenzamos a recorrer los pasillos internos del frigorífico hasta que llegamos a un lugar donde se encontraban varios enfermos y un grupo de médicos Ingleses y Argentinos que revisaban caso por caso y tomaban las decisiones correspondiente según el problema medico de la persona.
Cuando estaba esperando que me atendieran se acerca un medico de la Armada Argentina y me dice, pibe que problema tenes yo le comento la supuesta enfermedad con cara de preocupado y este hombre para calmarme me dice no te hagas problemas ves aquel Mayor del Ejercito (era un morocho de unos bigotes considerables) es el especialista del Mal de Chagas del Hospital Militar Central del Ejercito, supongo que mi cara se debe haber transformado (pero hacia mi interior), por que seguía manteniendo mi postura ,cuando me toca el turno el mayor les explica a los médicos ingleses que era lo que yo supuestamente tenia, luego de unos minutos de charla, me dejan retornar con el resto del grupo, nadie me dice nada así que nos quedamos convencidos de que no habíamos tenido éxito.
Ya era casi el medio día y se acercaba la hora del almuerzo cuando apareció de nuevo el capitán medico ingles y me dijo ( prepare sus cosas que se va) la sorpresa fue muy grande así que rápidamente tome un bolso donde tenia la bolsa de dormir cigarrillos y elementos para comer , la despedida de mis compañeros fue de escasos segundos algún que otro abrazo y los deseos de suerte, mientras caminábamos por las instalaciones del frigorífico me iba diciendo que me evacuaban al hospital de puerto Argentino, el traslado se hizo en un helicóptero que tenia unas camillas laterales que se usaban para el traslado de heridos, este hombre me explico que tenían que pasar a buscar a un Teniente Coronel de los Paracaidistas por algún lugar de las islas.
Volamos de un lugar a otro y este hombre no aparecía, en un determinado momento el medico me dice que tenían que hacer una parada para cargar combustible, iniciaron el descenso y aterrizaron cerca del estrecho de San Carlos a unos diez metros del agua , para mi sorpresa veo un grupo electrógeno que alimentaba una bomba con un pico similar a las de las estaciones de servicio en breves instantes empezaron a cargar la aeronave , mi curiosidad de donde estaba el tanque de combustible termino cuando me acerque y veo los tanques de goma rectangulares flotando en el agua y amarrado con estacas a la costa, la verdad había que estar muy cerca sino era imposible verlos.
Terminada la carga seguimos el vuelo ya llegando a puerto veo un gran cantidad de buques de todo tipo, fragatas de transporte y algunos como planchones que eran empujados por remolcadores, muchos de estos tenían las cubiertas con sus hierros retorcidos y signos de incendios para ser justo eran muchos los que estaban en estas condiciones, estos daños fueron producidos por la aviación (cosa que después de un tiempo uno se enteraba de la grandiosa actuación de nuestros pilotos).
Aterrizaron en la cancha de fútbol y nos dirigimos al hospital, cuando entramos el medico me deja sentado en un pasillo y me dice que espere en ese lugar, este fue el momento donde empecé a dudar de mi suerte, la situación era bastante dantesca vi. Hombres que les faltaban miembros, heridos y gente con unas quemaduras muy grandes las miradas hacia mi persona eran muy evidentes y ya me empezaron a inquietar y me dije para adentro mió (negrito de acá no salís vivo), luego de un rato regresa el medico y me da una nota y me dice que espere que ya me van atender y que en ese momento le muestre la nota al medico, se despide y se fue quede solito con mi alma rodeado por muchos ingleses con caras de pocos amigos.
Paso un tiempo que me pareció interminable hasta que apareció un C1º ingles y me hace señas de que lo acompañe, llegamos a una oficina que resulto ser la del jefe del Hospital un Mayor de apellido Rane, le entrego la nota que tenia y este se pone a leer mientras lo hacia movía la cabeza como que algo no le gustaba o no entendía comenzó hacerme preguntas las cuales yo no respondía por no entender nada de ingles, en un determinado momento le dice algo al C1º que me había llevado hasta la oficina y este sale en busca de algo, pasan unos minutos y entra una mujer de unos treinta y cinco años aproximadamente que al entrar me saluda con un (hola como estas) la miro con sorpresa y me cuenta que es Uruguaya enfermera y que hace unos años que trabaja en el hospital, comenzó a preguntar yo respondía y ella le traducía al Mayor pero este seguía moviendo su cabeza sin entender o no queriendo entender, luego de un rato esta mujer me saluda y se va, pasaron unos minutos y entra al lugar el Mayor Argente Técnico de la FAA que estaba en la zona del aeropuerto durante la guerra, al verme me saluda y me pregunta que me pasa le cuento lo de mi supuesta enfermedad y este le traduce al Medico el problema era que no entendía como siendo Paracaidista podía tener esta enfermedad (no sabían que era comando) como para ellos los paracaidistas son tropas especiales le parecía imposible que un integrante padeciera este mal.
El medico ingles saca un libro de medicina y comienza a buscar mientras le preguntaba a mi interlocutor cual fue el primer síntoma que yo recuerdo, le conteste que tuve una gran hinchazón en los dos ojos, cuando termina su búsqueda en libro en la primera pagina aparecía un chico con los dos ojos hinchados como un chino yo miraba del otro lado del escritorio y no lo podía creer, el soldado medico del campo era un grande la tenia muy clara,la próxima pregunta fue en que lugar del país vivía o había vivido le respondo en la provincia del chaco (hasta ese momento no la conocía) da vuelta la pagina y hay un mapa con los lugares de riesgo en el país y por supuesto el chaco es uno de ellos, el interrogatorio iba de diez, luego me pregunto la medicación que tomaba a lo cual respondí y si todavía tenia, tomo nota pero la historia no le cerraba.
Luego de esto me hicieron unas placas del tórax un electrocardiograma y análisis de sangre
De cualquier forma el medico ingles hace una nota manuscrita la cual conservo en mi poder hasta el día de hoy y me dice que cuando llegue al continente se la entregue a mi medico de cabecera en ella deja asentado todos los estudios que me realizaron y la medicación que me suministro.
Me alojaron en la misma habitación donde estaba el Mayor Argente y un Odontólogo del Ejercito que había conocido durante el conflicto, lo primero que hice fue darme un buen baño cosa que hacia rato no podía concretar por la forma en que vivíamos en el campo de prisioneros, luego de dos horas nos sacan a los tres y nos llevan a una casa que se encontraba vacía ,la verdad no se cual fue el motivo.Al cabo de una hora nos vienen a buscar y nos trasladan a una casa de dos plantas frente a la famosa (Casa de Piedra) que era un deposito logístico de la FAA en ese lugar pase el resto de los días como prisionero con otros 20 camaradas de las tres fuerzas, casi todos los días venia alguien de la cruz roja para ver como estábamos y uno de ellos me traía los medicamentos una vez por semana, la verdad que fue mejor que estar en San Carlos, nunca pude llegar al continente y llevar a los familiares las noticias de cada uno de los integrantes del Grupo, me reencontré con mis compañeros cuando nos subieron al buque St Edmundo que fue la nave que nos trajo a puerto Madryn el Dia 14 de Julio.
Así termina esta parte de la guerra y comienza la realidad nos toco vivir en el país cuando llegamos, un golpe muy duro fue ver como la gente ya había olvidado todo tan rápido para nosotros el conflicto termino el 14 de julio, fue difícil comprender esa situación, mirar a la gente con su vida normal y uno todavía sentía en la piel los rastros del conflicto (me sentí como descolocado del mundo).
Perdón me puse a divagar con mis sentimientos, un gran abrazo Malvinero….Drupi