Lo interesantísimo de la guerra submarina / antisubmarina es que es un partido de póker.
Tu adversario miente, exagera, hace comentarios en voz alta para despistar. Y cuando querés enterarte que "realmente" pasó, las cartas están en el mazo. Y de vuelta a empezar.
La ARA (o mejor dicho, oficiales de alta graduación) consideraba que los británicos tenían poker de ases en cada mano.
Por tanto, una actitud derrotista guiaba todas las acciones antisubmarinas: el CRBE y sus escoltas haciendo zig-zag en piernas largas, operaciones de minado frente a Puerto Argentino solo con un "cortinador acústico" (es decir, no voy a detectar el lanzamiento, pero que hundan al chiquito), el 3 de mayo despegando un solo Sea King, que tiene un contacto y nadie lo explota, el 16 de abril nadie prosigue el contacto del Neptune, etc, etc.
Por suerte, oficiales de más baja graduación eran más ofensivos y ante la más mínima chance de estar detectando algo investigaban, atacaban, etc, etc.
Los británicos "leían" mejor las cartas argentinas (un poco también las espiaban desde arriba, es cierto...) y en algunos casos sabían que no había juego (y por eso el CRBE fue torpedeado a 1200 yardas, contando con total libertad de acción el enemigo), pero en otros casos no mantenían la apuesta.
Por eso, el 7 de mayo el Conqueror, considerándose detectado por un Neptune (era un Hércules) va a plano profundo y se aleja 50 millas del punto dato, o el Splendid abandona el acecho del POMA el 4.5, o el Spartan limita su búsqueda en aguas someras a horas nocturnas.
Yo creo que ni las cartas argentinas eran tan malas, ni tan buenas las británicas, pero que el enemigo resultó mejor jugador en este poker mortal, imponiéndose a nivel estratégico aunque sufrió una derrota a nivel operacional, al no haber podido hundir al portaaviones, su blanco prioritario.
hay cientos de detalles que muchos no sabemos.
