Una perra, la única víctima del operativo que mató al "Mono Jojoy", líder de las FARC
La labradora Sasha era especialista en explosivos.
25.09.2010
El animal fue alcanzado por una granada durante la "Operación Sodoma" y fue sepultada en Bogotá.
El operativo del ejército colombiano, conocido como "Sodoma", que terminó en la captura y muerte de Víctor Julio Suárez Rojas - alías "Mono Jojoy" - se cobró del lado del Ejército, además, la vida de una experimentada perra labradora llamada "Sasha".
El animal, que tenía cinco años de edad y se especializaba en la detección de explosivos, murió durante el ataque al campamento donde se apostaba "Jojoy". En su carrera, había tenido 14 semanas de capacitación en la Escuela Canina del Ejército y había prestado servicios en 6 batallones contraguerrilla. Durante ese tiempo, había logrado dar con cien campos minados evitando la muerte de muchos soldados en los departamentos de Meta y Caquetá.
En la actualidad y por sus años de actividad, la perra ya no recorría zonas de combate y vivía en Villavicencio, cumpliendo requisas en vehículos y paquetes. Cuando se planeó la "Operación Sodoma" se pensó en ella para que garantice a los soldados que no había explosivos enterrados. Sin embargo, "Sasha" fue alcanzada por una granada.
Zamora, el soldado que desde 2004 entrenó al canino, comparó su pérdida con la de un hijo, al señalar que es "igual de dolorosa": "La recuerdo como una niña juguetona, noble y muy buena trabajadora". Zamora - no se reveló, por razones de de seguridad, su nombre completo - anticipó una promesa que le había hecho a Sasha: no volverá a tener otro perro guía.
Perfil.com
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Espionaje y un GPS en la bota para ubicar al “Mono Jojoy”
25/09/10 Revelan cómo fue la operación que mató al segundo jefe de las guerrillas de las FARC.
PorAUGUSTO ROJAS
BOGOTA. ESPECIAL PARA CLARIN
La cúpula de las FARC rechaza rendirse
Tres anillos de seguridad conformados por medio millar de rebeldes -la mayoría vestidos de civil-, una experiencia de casi medio siglo ocultándose del Ejército en una inhóspita región selvática que conocía como la palma de su mano, y un bunker subterráneo de acero y cemento no fueron suficientes para evitar que el Ejército colombiano se hiciera de su más preciado botín: la cabeza del jefe militar de las FARC, Jorge Briceño ‘Mono Jojoy’.
Lo “cazaron” gracias a una paciente labor de filigrana en el campo de la inteligencia militar que incluyó el uso de agentes infiltrados, testimonios de desertores y la instalación en una de las botas militares de fabricación estadounidense del aguerrido jefe rebelde de un localizador satelital (GPS), según comentaron fuentes castrenses.
“La operación ‘Sodoma’ –como fue bautizada- se ejecutó en no más de cinco horas, pero su planeación nos llevó meses. En ella, logramos infiltrar agentes al primer anillo de seguridad de Briceño. Logramos conocer hasta sus más íntimos secretos. En un primer momento intentamos llegar a él a través de una de nuestras agentes, pero resultó que el temible jefe guerrillero era impotente”, narró a Clarín un funcionario del Ministerio de Defensa.
“También descubrimos que desde los tiempos del Caguán –frustradas negociaciones de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002)- no ingería alcohol debido a la diabetes que padecía y que por sufrir de hipoglicemia e hipertensión se le inflamaban los pies. Por eso, sólo usaba botas militares y no las de caucho que tradicionalmente usan los guerrilleros. Así, logramos instalar un sistema de GPS en una de las botas norteamericanas que finalmente decidió calzar. El día que se amarró ese zapato, Jojoy selló, sin saberlo, su sentencia de muerte ”, añadió la fuente.
Al entrar en detalles sobre la operación militar que se desarrolló entre miércoles y jueves, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera dijo que “fue una operación quirúrgica porque no iba dirigida a desmantelar el campamento sino contra el objetivo. Sabíamos que tenía la costumbre de entre la 1:00 y las 4:00 de la mañana de levantarse y consultar documentos (...) por eso se decidió que (el operativo) fuera a las 2:00 de la mañana”, detalló el funcionario.
Según Rivera, a Briceño lo protegían tres anillos de seguridad. El primero, conformado por familiares y rebeldes que conoció desde niños y los otros dos con poco menos de 500 rebeldes. “El tercer anillo de seguridad lo conformaban guerrilleros vestidos de civil, que ante el menor asomo de presencia militar daban aviso a los otros dos”, enfatizó.
Los militares estaban tan seguros del golpe que identificaron de inmediato a Briceño, pese a que por las condiciones del ataque su cadáver quedó irreconocible . En cambio, forenses del Instituto de Medicina Legal tardaron varias horas para hacer la confirmación oficial. “Se logró establecer plenamente la identificación de cuatro de siete cuerpos que están siendo analizados. Uno de ellos corresponde al del señor Víctor Hugo Suárez Rojas, de 59 años”, el verdadero nombre de Jojoy, dijo Juan Llanos, jefe del instituto forense.
Según Llanos, en el cadáver del jefe rebelde “hay signos de arena y síntomas de aplastamiento, como si le hubiera caído un muro encima”, señaló. En consecuencia, los analistas creen que Jojoy murió cuando una bomba disparada desde un avión militar logró derribar uno de los muros del bunker donde se escondía.
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La cúpula de las FARC rechaza rendirse
25/09/10
La cúpula de la guerrilla colombiana de las FARC afirmó anoche que sigue “reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición”, en su primer pronunciamiento tras la muerte en un bombardeo de su jefe militar y figura clave de la organización, Víctor Julio Suárez, alias “Mono Jojoy”.
“El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante”, subraya un comunicado del órgano de difusión de las FARC, la revista Resistencia, fechado ayer viernes y divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a los rebeldes. “Las demás estrategias sólo contribuyen a prolongar la espiral de la guerra”, sostienen las FARC, al insistir en la invitación que hizo su jefe máximo, Alfonso Cano al presidente Juan Manuel Santos para “sentarse a conversar”.
Clarin
