Ah! Lo tenían con cargo entonces... ¡¡Qué afortunados...!!
Nosotros, por ejemplo, nos pasábamos toda un día practicando una formación, acomodando el equipo (¡¡Que no queden correas colgando, por Zeus!!), etc.
Cuando dejabas el equipo en la Sala de armas, se terminaba mezclando todo, y al otro...