UN GRANDE
Humilde como debe ser, constante como debe ser, felicitaciones por el trabajo que hace, es un gran honor que nos acompañe y nos ilumine con sus experiencias y don de gente, seguro que hay muchos con el mismo espíritu, pero siempre hay alguien que es más reconocido, sobre quien recae el peso de la representatividad.
Seguramente ese peso lo ha agobiado a veces, pero no dobló las rodillas supongo que lo peor para usted ya pasó, así que ahora tiene que ser más fácil, por eso le pido que no afloje y siga dando manija a la conciencia dormida de los argentinos, que necesitamos como nunca los ejemplos que usted nos transmite con las experiencias tan bien recabadas y documentadas de su cosecha.
Malvinas es mucho más que Malvinas, con esta causa creo que nos estamos jugando uno de los últimos cartuchos para generar una conciencia nacional moderna; los únicos héroes que damos por indiscutidos son los que están en bronces centenarios, y uno ve el bronce, y lee sobre las personas representadas en el bronce, y parecen historias de leyenda, casi míticas, imposibles.
Y sin embargo existen hoy día seres comparables, presentes como personas reales, o como memoria de seres reales, son o fueron parientes, amigos, vecinos, conocidos, o parientes o amigos de conocidos, pero que en algún lado caminan o caminaron entre nosotros, cuyo legado de entrega y amor a esta Patria aún intenta abrigarnos de la intemperie moral en que vivimos, creo que de a poco ha ido fortaleciéndose ese espíritu, que casi habían logrado enterrar allá lejos, al lado de los cuerpos que lo encendieron, allí donde su influencia no afectara la más cercana "normalidad" en la que se desarrollan oscuros quehaceres.
Quizás la mayor contra de esta historia es la de estar contenida en otra, absolutamente lamentable, y es por eso que resulta difícil a una nación, dolorida por sus propios errores, el separar la paja del trigo y rescatar algo noble en las páginas más innobles de la historia contemporánea, sumado esto al espíritu de revancha irracional de quienes no pueden saltar las paredes de su propio resentimiento y ser -y hacernos con ellos- libres al fin, que los mantiene en un permanente enfrentamiento, insensato y anacrónico, contaminando con su semilla de odio todo lo que a ellos le representa la imagen de su enemigo, seguimos siendo rehenes de los '70s lamentablemente, pero no hay mal que dure 100 años, ni resentido que viva tanto para seguir haciéndolo...
La posta la deben tomar quienes estemos o queramos ser libres de enemistades enfermizas y enfrentamientos estériles; podremos tener las más variadas y hasta encontradas ideologías, pero si coincidimos en un sincero y sano amor a nuestra Patria podremos superarnos a nosotros mismos, y hacer que esta Nación se supere finalmente a sí misma, volviendo a ser la gran Nación que no hace mucho supo ser...
Gracias por formar parte de esta parte de la historia.