Argentina presentará en mayo próximo ante la Convención de los Derechos del Mar de las Naciones Unidas los estudios científicos que le permitirán ampliar su actual soberanía marítima de 200 millas de la costa a casi 350 millas, menos la zona circundante a las islas Malvinas porque está en conflicto con el Reino Unido.
Así lo confirmó el Ministerio de Defensa, al anunciar el fin del relevamiento marítimo del último tramo del Mar Argentino efectuado por el buque Puerto Deseado, que está al servicio de la Dirección de Hidrografía Naval. La nave cumplió tareas en la zona más austral del país durante 40 días, de las cuales 16 fueron de temporales muy fuertes.
Una vez que el organismo de las Naciones Unidas lo autorice, la Argentina pasará de sus actuales 2.780.092 kilómetros cuadrados de superficie total -entre continente y mar- a aproximadamente 4.200.000 kilómetros cuadrados porque unos 1.400.000 corresponderán a la nueva área marítima. Eso significará que nuestro país pasará a tener casi más soberanía en el agua que en la tierra.
La Argentina es uno de los ocho países con mayor plataforma continental del planeta, entre los que se cuentan Estados Unidos, Canadá, Brasil, Australia, Rusia, Nueva Zelanda y Noruega. Entre los presumibles recursos naturales que se encontrarían en el fondo marítimo argentino habría nódulos de manganeso, gas congelado y petróleo.
El área circundante a las islas Malvinas quedará preservada por las Naciones Unidas, ya que si bien el Reino Unido ha efectuado su relevamiento, la Convención del Mar sólo recibe y archiva los trabajos de zonas en conflicto hasta que se resuelvan por las vías diplomáticas que corresponden las controversias por reclamos de soberanía.
El mismo acuerdo internacional, que se conoce como ley del mar, definió que las soberanías marítimas tendrán un máximo de 350 millas y que no delimitarán con otras naciones, sino con un área común que eventualmente sería de explotación global y manejada por las Naciones Unidas.
Nueva frontera
Tras casi 11 años de funcionamiento de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), esta semana concluyó la última etapa de relevamientos de datos en el mar, que se hicieron por tramos de 60 millas. Dentro de pocos días, comenzará el período final de procesamiento de los datos científicos para fundamentar la delimitación de la nueva frontera nacional, que expertos calculan en casi un año de intenso trabajo.
Integrada por representantes de la Cancillería, la Secretaría de Energía y el Servicio de Hidrografía Naval, la Copla tiene a su cargo todo el trabajo científico para presentar ante las Naciones Unidas.
Nuestro país adhirió a la ley del mar el 31 de diciembre de 1995, aunque el programa para ampliar la soberanía de los países con frentes marítimos había comenzado a regir el 10 de diciembre de 1982.
Inicialmente, el plazo impuesto por las Naciones Unidas para efectuar las presentaciones había sido fijado para el 31 de diciembre de 2005. Sin embargo, retrasos e inconvenientes surgidos en muchas naciones que quieren ampliar su soberanía marítima llevó al organismo internacional a rever la fecha de vencimiento.
Por María Elena Polack
De la Redacción de LA NACION
Así lo confirmó el Ministerio de Defensa, al anunciar el fin del relevamiento marítimo del último tramo del Mar Argentino efectuado por el buque Puerto Deseado, que está al servicio de la Dirección de Hidrografía Naval. La nave cumplió tareas en la zona más austral del país durante 40 días, de las cuales 16 fueron de temporales muy fuertes.
Una vez que el organismo de las Naciones Unidas lo autorice, la Argentina pasará de sus actuales 2.780.092 kilómetros cuadrados de superficie total -entre continente y mar- a aproximadamente 4.200.000 kilómetros cuadrados porque unos 1.400.000 corresponderán a la nueva área marítima. Eso significará que nuestro país pasará a tener casi más soberanía en el agua que en la tierra.
La Argentina es uno de los ocho países con mayor plataforma continental del planeta, entre los que se cuentan Estados Unidos, Canadá, Brasil, Australia, Rusia, Nueva Zelanda y Noruega. Entre los presumibles recursos naturales que se encontrarían en el fondo marítimo argentino habría nódulos de manganeso, gas congelado y petróleo.
El área circundante a las islas Malvinas quedará preservada por las Naciones Unidas, ya que si bien el Reino Unido ha efectuado su relevamiento, la Convención del Mar sólo recibe y archiva los trabajos de zonas en conflicto hasta que se resuelvan por las vías diplomáticas que corresponden las controversias por reclamos de soberanía.
El mismo acuerdo internacional, que se conoce como ley del mar, definió que las soberanías marítimas tendrán un máximo de 350 millas y que no delimitarán con otras naciones, sino con un área común que eventualmente sería de explotación global y manejada por las Naciones Unidas.
Nueva frontera
Tras casi 11 años de funcionamiento de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), esta semana concluyó la última etapa de relevamientos de datos en el mar, que se hicieron por tramos de 60 millas. Dentro de pocos días, comenzará el período final de procesamiento de los datos científicos para fundamentar la delimitación de la nueva frontera nacional, que expertos calculan en casi un año de intenso trabajo.
Integrada por representantes de la Cancillería, la Secretaría de Energía y el Servicio de Hidrografía Naval, la Copla tiene a su cargo todo el trabajo científico para presentar ante las Naciones Unidas.
Nuestro país adhirió a la ley del mar el 31 de diciembre de 1995, aunque el programa para ampliar la soberanía de los países con frentes marítimos había comenzado a regir el 10 de diciembre de 1982.
Inicialmente, el plazo impuesto por las Naciones Unidas para efectuar las presentaciones había sido fijado para el 31 de diciembre de 2005. Sin embargo, retrasos e inconvenientes surgidos en muchas naciones que quieren ampliar su soberanía marítima llevó al organismo internacional a rever la fecha de vencimiento.
Por María Elena Polack
De la Redacción de LA NACION